Part 13

57 15 0
                                    





¿Me perdonas?—oí su respiración entrecortada estaba claro que ella intentaba no llorar.—No era mi intención...perdón.

No llores.—dije débilmente.—Solo...vuelve conmigo.

Entre ecos oía alguien más decir mi nombre como si tuviera prisa o desesperado a qué respondiera. No me salían las palabras de la boca solo tenía mi vista en mi hermana, de rodillas en el suelo con sus ojos cristalizados, ella tomó mi mano mientras susurraba cosas.

—¡Despierta!

Abrí los ojos al repentino grito de horror de Natalia aún me sentía agitado y mi corazón latía mil por minuto, volteando mi cabeza de un lado a otro no veía más que una habitación totalmente blanca, en un intento de levantarme miré mi cuerpo. Me sentía en un manicomio con este chaleco que tanto usan para aquellos con la mente torcida...

—Damian cálmate.—oí la voz familiar de Dick.

—¡Déjenme ir!—grité intentando patear la pared.

Una de las paredes comenzó una ventana lo suficiente grande para ver a todos ahí, mi padre oprimió algunos botones de la computadora y bajó la cabeza al micrófono que tenía en frente de él...

—No estás en condiciones para dejarte ir.—dijo él con su profunda voz de seriedad.—Desde que te golpeaste la cabeza has comenzado actuar distinto al inicio pensé que solo sería temporal y al parecer...todo terminó empeorando.
—¡¿Que Diablos estás hablando?!—cuestioné a su incoherente explicación.

—Damian...Natalia...no es real...

Abrí mis ojos como platos al oírlo decir eso tan tranquilamente, frunciendo el ceño intenté levantarme sin la ayuda de mis brazos. La rabia se apoderaba de mí, ellos se equivocan...Natalia es real.

—¡Ella es real!—gruñí.—¡Nació en las montañas al igual que yo, fuimos entrenados juntos, nos criaron de distinta manera y terminamos aquí contigo!

—Raven me mostró tus memorias...incluso Cyborg diseñó una máquina para estas situaciones, lo que verás en la pantalla en tú izquierda son todas tus memorias y recuerdos desde tu infancia hasta ahora.

Volteando mi cabeza solo podía verme a mí los sucesos como la aparición de Trigon, la traición de Terra y la muerte de mi abuelo...no había rastro de Natalia, todo se centraba en mí, incluso los sucesos en los que había momentos en que estábamos solos platicando o entrenando...simplemente estaba mi imagen. No había nada de ella. El pecho me dolía, mis lagrimas querían escapar pero, mi orgullo me mantiene al tanto de no terminar llorando como un débil. Mi mente comenzaba a dar vueltas, supongo que el enojo me ayudó a levantarme del suelo y ir a la pared de cristal a toda velocidad golpeándolo con mi pie.

—¡Mienten!—grité.—¡Yo la vi, yo le hablé y...!

—Alucinas...Damian mírate, estás a dos pasos a ir al manicomio.
—¡Ustedes son los que están en el maldito manicomio!...¡AHH!

Recibí una descarga eléctrica que provenía de mí cabeza hasta llegar a mis pies, cayendo al suelo recorriéndome del dolor por unos segundos dejaron de torturarme, tosiendo y respirando agitadamente me dispuse a no intentar levantarme.

—¿Estás escuchando las cosas que tú dices Damian?—preguntó mi padre con cierta ironía.—No cabe duda que estás perdiendo la cabeza por alguien que ni siquiera existe...¿Qué te hace pensar que ella es real?
—...Nacimos juntos, entrenamos juntos,nos enseñaron a matar...¡AHH!

Nuevamente la descarga eléctrica volvió a torturarme, nuevamente me retorcí de dolor intentando no gritar a todo pulmón. No podía. La descarga es más fuerte que yo, por lo tanto grité a tal punto de casi perder mis cuerdas vocales.

Empty Donde viven las historias. Descúbrelo ahora