Part 17

59 12 0
                                    




Dick bajaba las escaleras junto con los titanes quienes miraban su alrededor con maravilla al estar en la cueva del detective. Grayson miraba su tableta mientras hablaba con los titanes en cómo deben comportarse en caso de que Damian se ponga agresivo, aclaró algunas cosas sobre la habitación y explicó la estricta seguridad por lo cuál el engreído no logrará escapar o hacer un escándalo.

—El dispositivo en la cabeza se usa en caso de que pierda su compostura...ha estado horas sentado en la mesa mirando la nada, quizás si lo saludan se anime un poco a hablar.—Nightwing abrió la puerta automática con un simple código, los titanes entraron en silencio con cierta desconfianza.—Hay un cristal resistente que los divide así que no habrá problema de que alguien termine herido...

La puerta fue cerrada una vez que todos habían entrando, Starfire fue la primera en reaccionar mal al ver como un pobre chico de tan solo catorce años sentado en la silla, sus ojeras negras daba la perfecta respuesta que no estaba totalmente bien, su cabello había crecido bastante que podía cubrir los ojos dándole un toque tenebroso, su cabeza tenía un aparato extraño y finalmente sus muñecas estaban esposadas.

—Hola Damian.—saludó Starfire con timidez al verlo tan callado y la vista fija en la mesa, la líder bajó la vista a los titanes por lo cual ellos con obligación decidieron saludar al enano con cortesía.

Damian parpadeó varias veces al oír esas voces familiares, alzando la cabeza logró ver a su equipo con sus sonrisas forzadas. No le agradaba que lo observarán por demasiado tiempo, sentía como la presión lo obligaba a decir algo al respecto.

—Tt. Dejen de mirarme así...no estoy muerto.—todos abrieron los ojos al oírlo hablar, incluso Dick, Tim, Jason y Bruce que estaban en el otro lado observando todo quedaron igualmente sorprendido al ver que finalmente dijo algo.

—Woah, niño te vez horrendo.—comentó Garfield con sorna de burla haciendo que su amigo Jaime le diera un codazo en el brazo de propina por su falta de respeto.
—...Hmph, veremos quién es que se burla después.—parecía un milagro para Bruce ver que su hijo se comunicaba un poco con el equipo, después de todo era lo que necesitaba...una breve visita de los titanes para hacerles saber que trabajan día y noche con tal de que se recupere de esta tontería y de al paso con la realidad.

—¿Cuántas misiones?—Star miró a su izquierda donde se encontraba otro cristal, ahí se podían ver a la familia Wayne. Starfire no se atrevía hablar de ciertos temas para evitar que Damian no hiciera breve escándalo pero al ver que Dick hizo una seña de que continuara hablando ella sonrió y volvió su vista al adolescente.

—Han habido bastantes en éste mes y a decir verdad estuvieron un poco complicados.

—Viejo tenias que ver eso...¡explosiones por aquí!...¡por allá! Eso fue genial.—apoyó Garfield con una gran sonrisa.

Damian cambió la vista por un momento y volvió a mirar el equipo, parpadeando con sorpresa volvió a fijar la vista en el mismo lugar de antes. Nuevamente volvió a aparecer la castaña de intensos ojos azules, aún llevaba un coleta alta, sus ojos reflejaban tristeza como si algo le estuviese atormentando.

¿Ya no me quieres Damian?—leyó los labios de la chica a la perfección.—¿Por eso no quieres perdonarme...? Puedo cambiar...

Levantándose bruscamente del asiento fue directamente a la posición que ella se encontraba, lamentablemente las esposas de su manos y el cristal que tenía enfrente de él se lo impedía, los titanes se atrás por el repentino movimiento brusco que él hizo. El ojo Esmeralda fruncía el ceño al máximo al ver la castaña mover su mano como una despedida y lentamente fue caminando, a pesar estar ahí atrapado la siguió hasta la esquina donde él comenzó a gritar a que regresara.

—¿A quién buscas?—preguntó Logan mirando exactamente donde el enano tenía la vista fija donde no se veía absolutamente nada más que un pasillo vacío.
—Estaba ahí...—gruñó él con furia observando a los titanes.— Natalia estaba ahí...

—No hay nadie Damian.—dijo Raven en su tono calmado.

Aquel mensaje fue transmitido en la mente del chico por varios minutos, su cuerpo lo sentía pesado al igual que su respiración había algo en él que cambiaba lentamente. Aquel comportamiento agresivo, posesivo y cruel estaba por salir de lo más profundo de ese diminuto cuerpo.

—Tt. Mentirosos...¡TODOS USTEDES SON UNOS MALDITOS MENTIROSOS!—con una gran fuerza estrelló la silla contra la pared de cristal haciendo que los titanes se echaran atrás del susto y poner en guardia.—¡SÉ QUE LA ESTÁN AYUDANDO...MALDITOS DOBLE CARA, QUIEREN VERME CON UN LOCO DEGENERADO CUANDO USTEDES SON LOS QUE DEBERÍAN IRSE AL MANICOMIO!—rugió Damian a aires pesados, desahogándose de esta pesadilla que tanto no puede seguir estando de pie, tomando la mesa con todas sus fuerzas lo lanzó contra el mismo cristal que finalmente logró hacer una grieta, mirando sus muñecas no tardó en usar las esposas como un método para romper el cristal; les iba a probar que Natalia estaba en frente de sus narices y con eso no hay manera de que ellos dejen de actuar como tontos, fingiendo esta absurda cosa...¿qué quieren probar?, ¿acaso están probándolo cuánto puede soportar esta locura?...de ser así, se pasaron de la raya.

Esto es un juego que no hay perdón.

—¡AAH!—Damian soltó un gritos desgarrador al sentir la descarga eléctrica consumirlo sin embargo eso no lo detuvo en romper el cristal al máximo y escapar de ahí. Los titanes intentaron detenerlo y eso lo enfureció más que se quitó con dificultad la máquina, al líder del equipo disparó de su láser, el ojiesmeralda lanzó la maquino haciendo que el láser explotara la máquina liberando una onda gigante de electricidad aturdiendo al equipo. Una vez que Damian saltó a la puerta de salida con el cuerpo tenso, corrió al pasillo siguiendo a la castaña que se alejaba más de él.

—¿No me quieres?—las preguntas rondaban en su mente mientras más corría y se acercaba al paradero de ella.— ¿Acaso no debí de existir?—la voz de ella soñaba completamente quebrada como si ya no quisiera hablar más, solo romper en llanto como un bebé. Damian gritó furioso al correr por todos lados siguiéndola, tantas preguntas que no lo dejaban pensar con claridad y las odiaba con toda su alma.

—¡Deja de preguntar ésas estupideces!—respondió al ver el camino sin fin donde ahí estaba la castaña abrasándose a sí misma con las lágrimas bajando a cántaros.
—¿Por qué no me perdonas?—preguntó ella.—En verdad lo siento,Dan, yo lo siento.

Abrasando la castaña se tragó las palabras que tanto quiere Natalia oír, maldito es el orgullo de este niño que no aceptaba aún disculparla del todo. Demasiadas cosas importantes rondaban en su cabeza que pensar en el su asunto personal, el engreído volvió a mirarla detalladamente...

—No te escaparás esta vez.—la familia Wayne llegaron a tiempo al ver que no había camino sin salida, la mirada del menor reflejaba cierta victoria de que finalmente dejaran su juego y que todo volviera como antes, en el lado del adolescente no parecía entender por qué ellos estaban callados con la mirada tan centrada en él como si quisieran capturarlo. En un lento movimiento buscó la mirada de la castaña pero había desparecido completamente, no tenía la mínima idea de cómo pues la había tomado de la mano con todas sus fuerzas, lo único que había cerca de él son las paredes y cámaras de seguridad.

—E-Ella estaba aquí.—murmuró él.—¡Ella estaba aquí!— gritó esta vez al verlos acercase más.

—Damian necesitamos que te calmes...—Bruce movió lentamente sus manos intentando aproximarse al menor quién se alejaba más hasta tocar pared.

—¡PÚDRANSE MALDITOS MENTIROSOS!—No. Aún no quiere enfrentar esta realidad, no quería aceptar el hecho de que quizás...Natalia ya no es real, que quizás fue una de sus alucinaciones o que ya estaba en el mundo de los retrasados mentales desde ya hace muchos largos. Le costaba hablar, su cuerpo le temblaba sin razón al parecer...

—¿Damian?—todos los presentes quedaron devastados al verlo soltar leve lágrimas, el mismísimo Damian Wayne cuyo orgullo de la familia Al ghul estaba en frente de nueve personas llorando en silencio.—Me acercaré a ti...

Batman había logrado acercarse al mucho de mirada inexpresiva, sus mejillas tenían rastros de casi visibles lágrimas, lo mejor y conveniente es que el menor de la familia estuviera solo así que ordenó a Dick que los titanes se marcharan y dejaran que esa alma siguiera hundiéndose más en su miseria.

Empty Donde viven las historias. Descúbrelo ahora