Capítulo I: El amor, el amooor...

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Bien, antes de iniciar debo decir que... Es un milagro que esté aquí escribiendo esto, literalmente no tenía probabilidades de sobrevivir. Verás... Yo nací con una variedad de enfermedades y virus, más que todo respiratorios tales como la neumonía, el asma, entre otras... Y, por si fuera poco, al nacer recibí dos cirugías en mi primera semana de vida, y a que no adivinas donde. Sí, ahí, en el pe... Cerebro, y así cirugía tras cirugía mis primeros tres meses transcurrían.
Un día como cualquiera, otra cirugía, a punto de iniciar el doctor se arrepintió porque me veía sufrir mucho, yo no lloraba como actor. Allí todos pensaron que moriría debido a que ya no recibiría la única posibilidad que tenía de sobrevivir, la cirugía.
Pasaron dos semanas y yo aún respiraba, se suponía que ya debía estar muerto. Recibimos visita, una visita inesperada, era la policía de menores y bienestar familiar, pero, ¿por qué estaban allí?; ¿qué querían? No lo sabía, nadie lo sabía.
―Señor, ¿usted es el padre de esta criatura? ―
―Sí señor, ¿qué sucede? ―
―Venimos por el niño. ―
― ¿Qué?; ¿por qué? ―
―Usted y su mujer no son aptos para hacerse cargo de un recién nacido. ―
― ¿Por qué dice eso? ¡Claro que si somos aptos para hacernos cargo de nuestro hijo! ―
―No señor, no es así. Dígame, ¿usted donde vive? ―
Se quedó callado, sabía que el lugar donde estaban en ese momento no era el adecuado para un recién nacido.
― ¿Señor? ― insistió el hombre de bienestar.
―Mejoraremos. ― dijo mi padre con su voz ronca y sus ojos aguados, estaba decepcionado de sí mismo creo yo.
― ¿Hay alguna otra opción? No me gustaría que nuestro hijo termine Dios sabe dónde. ―
―Sí, hay una señor, pero debe ser pronto. ―
―Dígame, ¿qué debo hacer? ―
―Podrían conseguir un familiar que se encargue del niño, se le hará el trámite y su familiar se lo levará. Claro, usted y su mujer podrán visitarlo cuando gusten, es su hijo. Tiene hasta mañana. ―
― ¿Hasta mañana? Es muy poco tiempo. ―
―Usted decide, lo toma o lo deja. ―
―Está bien, está bien. Sé que conseguiré a alguien, debo hacerlo. ―
―Muy bien, hasta luego señor...―
―David. ―
―David, hasta luego, espero resuelva esto. ―
―También lo espero. ―
Apenas el hombre se fue, mi padre salió del hospital y recargó su celular para hacer llamadas.
― ¿Hola? ―
―Aló, ¿hablo con Tania? ―
―Sí, con ella habla. ¿Quién es usted? ―
―Soy su hermano, David. ―
―Hermanito... ¿Cómo estás? ―
―Bien, necesito un favor hermanita mía. ―
―Sí yo estoy bien, gracias por preguntar jajaja. Sí que vas directo al grano hermano, ahora dime, ¿cuál es ese favor? ―
―Necesito que vengas, aquí te explico todo. ―
― ¿Cuándo necesitas que esté allá? ―
―Mañana mismo. ―
― ¡Vaya! Ammm, está bien hermanito, allí estaré. ―
―Gracias, de verdad, muchas gracias. ― respondió mi padre con voz ronca.
Yo inocente de la vida, sin saber que sucedía, solo me quedaba ahí en la camilla de la clínica, durmiendo, llorando y hasta comiendo ya que no tenía que someterme a más cirugías.
Al otro día, ella llegó, si ella, la hermana de mi papá.
―Hermana, gracias por venir. ― le dijo mientras lloraba de... Yo que sé de qué lloraba.
―Ahora cuéntame, ¿qué sucede?, he estado muy preocupada. ―
―Es el niño. ―
― ¿Cual niño? ―
―Mi hijo. ―
― ¿Qué? ―
―Lamento no haberles contado ni a ti ni a mi mamá, es que... No fue planeado, no sabía cómo reaccionarían. ―
― ¿Puedo verlo? ―
―Claro, vamos allá. ―
― ¿Dónde está él? ―
―En cuidados intensivos. ―
―Oh Dios mío. ―
Aunque no lo crean, aún recuerdo cuando ella entró a la habitación, estaba llorando, bastante. Y... Cuando me vio, todo empeoró, no pudo contenerse más, y adivinen, era por lástima, si, tal vez eso yo no lo sabía a mis 4 meses de vida, pero ahora sí, dudo mucho que haya llorado de felicidad por verme con respirador, lleno de cables, agujas y demás.
― ¿Que tiene? ―
―Nada. ―
―No tú pendejo, el niño. ―
―Ah, el niño tiene muchas enfermedades. ―
― ¿Cuáles? ―
―Toxoplasmosis, bronconeumonía, anemia, desnutrición, bajo peso, prematuro y sus piecitos están en sentido contrario, es decir, el derecho hacia la izquierda y el izquierdo hacia la derecha, además, está tan desnutrido que el cabello se le torna rojo. ―
― ¡Wow! Y está vivo aún. ―
―Sí, y ni los doctores saben cómo o por qué. ―
―Bien, entonces, que favor necesitas. ―
―Necesito que te hagas cargo de él, sé que es mucho pedir, pero, bienestar familiar cree o debo decir, sabe que no podemos hacernos cargo de él y se lo quiere llevar.
La única alternativa que hay es que un familiar lo tome y lo críe. ―
―Debo hablarlo con nuestra madre, lo sabes, sin embargo, por lo que me dices, es hoy que vendrán por él así que sí, yo me haré cargo de él. ―
― ¿De verdad hermanita? ―
―Claro que sí. ―
Ese mismo día ella firmó un papel que decía:
"Usted se hace de ahora en adelante responsable de éste niño, lo bautizará con el nombre que su padre y su madre gusten y, deberá darlo a sus padres cuando tenga 18 años, claro, si el joven quiere estar con usted, podrá quedarse. ¿Está de acuerdo con lo anterior?". Y firmó.
A los pocos días empecé a presentar señales de mejora.
A mis cinco meses, casi medio año en una clínica, lo cual era lo único que conocía, ya podía respirar por mí mismo, era un avance según los doctores.
Transcurridos 6 meses desde mi nacimiento, la hermana de mi padre me tomó como suyo, me dieron de alta en la clínica y nos fuimos. Yo no sabía a donde iba, solo sabía... Nada, era un bebé, ¿que esperaban, algo célebre? Y me trajo aquí, a Armenia. Debo decir que... No lo sé, recuerdo todo esto y me salen lágrimas junto con una sonrisa de idiota en mi rostro.
En fin, retomando la historia, cuando llegamos a su casa, todo fue extraño para mí, había 6 mujeres y una anciana paradas en la puerta recibiendo a la hermana de mi papá y creo que a mí también.
Cuando me vieron, lloraron. Si lo sé, he dicho esto tantas veces jajaja, pero, ya me estaba acostumbrando a que cada vez que me viera una persona llorara como si no le hubiesen dado la noche pasada, así que adivinen, empecé a hacer lo mismo. Me entraron y no sé por qué empezaron a decir:
"¿El bebé quiere tete sí?"; "¿El bebé tiene hambre?"
Tampoco sabía por qué hacían unas muecas como si tuviesen diarrea o algo parecido...
Por alguna extraña razón me sentía cansado, hambriento y aparte de todo, con ganas de jugar, una tripolaridad o algo así jajaja.
¿Qué será lo que tiene el bebé? -. Preguntó mi tía a mi "abuela".
No lo sé, tal vez esté asustado. La pregunta es ¿de qué o de quién? ―. A pesar de eso siguieron creyendo que estaba hambriento así que sí, era todo gordito, pachoncito.
Recuerdo poco de eso, pero, con ayuda de mi tía he podido hacer esto. Digamos que era un chico muy extrovertido, demasiado, aún lo soy, pero, un poco más controlado.
Un año después de haber llegado a esta casa todo era común para mí, siempre la misma rutina.
Dormía, me orinaba en la cama, daaahh era un bebé, comía (bastante), jugaba y además de eso iba a citas para mi motricidad, habla y aprendizaje.
¿Saben? No sé qué hubiese sido de mí sin mi tía, quien sabe dónde estaria, con quienes, tal vez mejor, tal vez peor, eso jamás lo sabré.

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