Capítulo 5

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Hice lo que Eren me había dicho. Fui al baño, y efectivamente, habían cajas de cepillos de dientes entre otras cosas de baño. Decidí abrir el verde.

Cuando terminé de lavarme los dientes y de lavarme la cara volví a la habitación. Fue entonces cuando entró Mikasa, acompañada de Jean.

-Ah, es muy acogedora- le sonrió mi compañera a Jean.

-Hoy es vuestra- le devolvió el gesto.- bueno, descansad. Ya nos veremos mañana.

-Espera, Jean- le dije antes de que se fuera.-¿tienes algún pijama para dejarme?

-La verdad es que solo me he traído uno- me contestó Jean- debería decirle a mi madre que me mandara alguno más... Bueno, puedes pedirle a Eren uno, él suele dormir en calzoncillos.- sonrió y señaló con el dedo la habitación de su amigo.

-¿Te importaría pedírselo por mi?

Jean se quedó mirandóme divertido unos segundos, hasta que finalmente dijo:

-No sabía que eras tan tímido, Arlet, pero sí, espera.

Jean salió de la habitación de invitados en dirección a la de Eren. En menos de un minuto había vuelto con un pijama de lana rojo y gris, con la palabra "Tatakae" escrita en la camiseta.

-Bueno, ¿ya me puedo ir?

-Sí, muchas gracias Jean- le sonreí- buenas noches.

-Bueno noches chicos- salió del cuarto dejándonos a Mikasa y a mí solos.

- Deberías perder esa tonta manía de dormir siempre con pijama- bromeó Mikasa.

-Oye, déjame, sabes que no puedo dormir sin él.

Los dos nos reímos.

-Bueno, yo creo que me voy a dormir ya- bostezó- ha sido un día muuuy largo.

Mi compañera se tiró en la cama.

-Sí, deberíamos- le contesté.

Cuando ella se metió en el baño para lavarse los dientes, yo aproveché para ponerme el pijama. Una fragancia muy buena a colonia me llegó, de Eren, evidentemente.

Me metí en la cama más alejada de la puerta y ella salió solo llevando su camiseta y nada debajo, salvo la ropa interior. Ya me había acostumbrado a verla así, llevamos juntos mucho tiempo. Además, nunca la había visto de otra manera que no fuera una amiga o una hermana mayor.

Ella se metió en su cama y en cuestión de segundos se quedó dormida.

Yo sin embargo, no cogía el sueño. Miles de escenas del día de hoy me rondaban por la cabeza.

Cómo nos habíamos despedido de nuestros familiares, el viaje, la universidad, las clases, el maldito cubo que me había caído en la cabeza,   los chicos de la fraternidad, los chicos de la otra fraternidad, las bromas, Eren...

No sé muy bien porque pensaba justamente en él pero, sin duda, de todos los chicos que había conocido hoy, él era el que más me había llamado la atención, no sé muy bien porqué, pero lo había hecho. Parece un chico frío y distante, pero sin embargo a Mikasa y a mí nos había tratado bien. No sé cómo será en realidad, pero me gustaría poder conocerlo más.

De que me quise dar cuenta, me había quedado dormido.

Sonó el despertador. Mikasa se levantó y después de arreglarse un poco, se puso a hacer unos cuantos ejercicios. Yo me quedé un poco más en la cama, pero terminé levantándome y preparándome también.

Cuando ambos estuvimos listos, (nos pusimos unas camisetas que habían en el armario como las que todos tenían a juego, con el dibujo de las alas de la libertad) y de pura casualidad, Jean llamó en ese momento a la puerta para darnos los buenos días y decirnos que bajáramos a desayunar.
Al tiempo que nosotros salíamos, nuestro vecino de habitación abría su puerta. Estaba aún en "pijama", es decir, que llevaba unos calzoncillos negros de Calvin Klein, mostrando así su trabajado cuerpo de jugador. Tenía el pelo despeinado y una cara de sueño bastante notable, como si acabara de salir de la cama, apuesto a que así era. Tenía los ojos aún hinchados, por lo que apenas pude ver sus ojos esmeralda que tanto me habían llamado la atención.

Cuando terminó de desperezarse y al ver que habían bastantes ojos puestos en él-los de Mikasa, Jean y los míos- cerró la puerta.

Sin duda Eren parecía un buen partido, la rubia de ayer tenía suerte de ser su novia, bueno aunque no sé si seguirán siendo novios después de su pequeña pelea.

Estando tan sumergido en mis pensamientos no me di cuenta de que ya habíamos llegado a la cocina.
Allí se encontraban Marco y Connie entre otros. Algunos iban ya vestidos, otros en pijama. Había muchos que estaban aprovechando para hacer los deberes que no habían hecho ayer. Supongo que este sería el ambiente que había siempre en sitios como este. No me disgustaba para nada.

-Bueno días, chicos- nos saludó un alegre Marco.

-¿Cómo habéis pasado la noche?- se interesó Connie.

-Bueno días, la hemos pasado bastante bien. Gracias por dejar que nos quedáramos.

-No se dan. No después de arreglar lo de broma de anoche- me contestó Marco.

-Bueno, fue una compensación por cargarse la broma del cubo- le dijó Connie, yo me puse rojo, como solía hacer- ¡es broma, Armin!-rió.

Todos en la sala se le sumaron. Mientras desyunábamos estuvimos hablando de distintos temas. Más tarde bajo Eren y se unió a nosotros. Este nos miró de arriba a bajo.

-Os queda bien nuestra camiseta- nos dijo sin expresión en la cara, serio, como siempre. Sentí como mis mejillas se volvían a sonrojar. Tenía que parar de hacer esto, pensarían que soy muy raro... En fin, no podía evitarlo.

-Mañana os las devolveremos.- le contesté mirando mi cuenco de cereales.

-Si entráis en el equipo no tiene porqué- decía mientras cogía un bol para echarse sus cereales.

-Entonces puedes estar seguro de que no os las devolveremos -dijo una Mikasa muy confiada.

-Esa es la actitud- dijo Jean.

Sin duda había un buen ambiente en la sala, y se notaba. Creo que de verdad podríamos hacernos un hueco entre esos 15 chicos.

Después de terminar el desayuno, todos los chicos terminaron de arreglarse y prepararse para otro día de clases, menos Thomas y Boris, quién al parecer habían acabado a altas horas de la mañana el dibujo y se iban a quedar durmiendo.

Cuando salimos del edificio, numerosos grupos de chicos estaban contemplando el diseño que habían preparado nuestros nuevos amigos la noche anterior. Todos los miraban asombrados,incluso algunos tomaban fotos. A todos parecía gustarles, menos a los de la fraternidad de Marley, quién miraban bastante frustrados el diseño de unas alas blancas y azules que ,prácticamente, había nacido gracias a ellos.

-Oye, ¿y que habéis pensado para devolverles la broma a los de Marley?-, les pregunté a mis compañeros de clase.

-¿Devolvérsela?¿Acaso no has visto la cara que tenían cuando han visto el dibujo?- Connie echó a reír.

-Ya ya... Pero de todos modos, hay que contraatacar - le dije sin reírme, simplemente sonriendo- eso solo era la defensa.

Todas las miradas de los cuatro muchachos y Mikasa cayeron sobre mi.

-¿Qué plan tienes, pequeño Arlet?- preguntó finalmente Eren.

UNIVERSIDAD PARADIS (EREMIN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora