Capítulo 12.

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— Oh, vamos, Fred —murmuró Luna algo sonrojada.

Era más que obvio que Fred solamente estaba haciendo eso para molestar, él ya había aceptado a Luna como una hermana menor, por eso no mentía al decir que le rompería cada hueso del cuerpo a Theodore si le hiciera algo a la rubia. Lo mismo pensaba George, aunque él no lo demostraba tanto como su hermano gemelo.

— Bueno, está bien, me iré, pero con la condición de qu... —iba a terminar su frase con alguna estúpida condición que luego lo beneficiara, pero el grito con su nombre de una pelirroja que venía cambiando furiosamente hacia él, y el "shhh" tan brusco de la bibliotecaria, lo hicieron darse vuelta de inmediato—. Creo que nos vemos luego —dijo antes de salir torpemente del banco en el que estaba sentado y correr hacia el baño de hombres, lugar que estaría seguro de su furiosa hermana pequeña.

Colgado del brazo de Ginny estaba Bleise, intentando detener ese torbellino rojo que iba directo a dejar sin descendencia a su hermano.

— ¡Agh, maldito! ya habíamos hablado de eso, ¿a caso ese idiota nunca va a hacer caso? —gritó, pero nuevamente la bibliotecaria, (y unos alumnos más) cesaron esos gritos con un "shh" en unísono.

Luna miraba la situación con algo de gracia. Le causaba ternura lo protector que se había vuelto Fred con ella y que Ginny quiera tanto que ella y Theodore estén juntos de una vez por todas.
Pasó un rato, los cuatro se quedaron sentados hablando de cualquier cosa que pudiera pasarles por la cabeza. Theo, miraba como su amigo molestaba a la pelirroja y por dentro no podía parar de reírse, sabía que a Zabini le encantaba molestar a la gente y quedar como un campeón, pero con la Weasley no le salía, ella le re-trucaba todo y lo hacía quedar como lo que era, un completo idiota.
Todo era genial, Luna la estaba pasando asombroso. Ginny se sentía poderosa por tener a un Slytherin tan... "a los pies". Theo estaba feliz de que a Zabini le hayan parado el carro y también por Luna, que parecía estar muy contenta en ese ambiente tan amistoso ¿Por qué amistoso? Pues por una simple razón. Por más de que Blaise y Ginny estén peleando, ella sabía que ninguno tenía malas intenciones o estaban realmente peleados, era más como un juego de quién estaba a los pies de quién. Y bueno... Blaise estaba rojo como un Hufflepuff recién halagado, pero no por un sonrojo, a él nunca le pasaría eso, sino por la rabia de cómo lo estaba avergonzado la Weasley al frente de su amigo, ¿Un Slytherin siendo así de avergonzado por una comadreja? Para él era el peor desprestigio que había.

— Chicos, el reloj —dijo Luna rompiendo completamente la burbuja de los cuatro amigos aislados de todo en lo absoluto—. Tenemos que ir a la clase de Snape, Ginny —miró a la pelirroja con los ojos bien abiertos, —más de lo usual— y saltó de su silla rápidamente.

— Oh, mierda —murmuró Ginny girando al reloj ya que no lo había visto por estar de espaldas a éste—. Vámonos —volvió a hablar con impaciencia y en el descuido de querer saludar rápido, terminó dándole a Zabini un beso en la mejilla sin darse cuenta, pero no había tiempo de hacer un alboroto por ello.

— Adiós, Blaise —dijo Luna saludándolo rápidamente con un beso en la mejilla, para ella era normal hacer eso con la gente que le agradaba. Bueno, para Ginny también, pero con la diferencia de que Blaise a ella no le agradaba en lo absoluto—. Adiós, Theo —murmuró su nombre más bajo y dejó un beso en la comisura de sus labios, dejando a Theodore perplejo y a Luna completamente roja.

Los dos Slytherin no pudieron decir palabra alguna porque el torbellino rojo y la rubia salieron corriendo antes de que ellos pudieran decir algo. Simplemente se miraron, algo impactados por razones obvias y decidieron, tan solo con sus miradas, salir de la biblioteca e ir a sus clases de historia.
Mientras tanto, el dúo de amigas, corrían por los esbeltos pasillos del colegio para llegar a tiempo a su clase de pociones.
Para su... hermosa suerte, ya estaban todos dentro y Snape dándo la clase.
No entraré en detalle de todo lo que hicieron ya que las clases con Snape siempre son... ¿cómo decirlo? igualmente horrorosas. A eso sumándole de que habían llegado tarde y Snape le lanzó un hechizo de forúnculos a Ginny para que Luna haga rápidamente la poción antídoto. Por suerte para Ginny, y para las notas de Luna, la rubia pudo completar la poción en menos de dos minutos y se la dió de beber a su amiga. Por lo que siguió de la clase eran humillaciones y más humillaciones de Snape a los alumnos, ¿cómo no?

— Nunca más lleguemos tarde... por favor —dijo Ginny aún sintiendo en todo su cuerpo los forúnculos—. Aún tengo esa horrible sensación.

— Tranquila, es la última clase del día, ya podemos ir a hacer lo que queramos —murmuró Luna.

— Ehh, Luna, yo... debo irme, chau —se apresuró a decir Ginny, ¿la razón? Theodore Nott venía muy decidido hacia ellas así que mejor se fue a esconderse detrás de la pared del pasillo a ver qué pasaba, pero sin hacer acto de presencia en la escena.

— Theo ¿qu... —entonces pasó lo más esperado hasta el momento, los labios de Luna se juntaron con los del pelinegro creando una corriente eléctrica por todo el cuerpo de ambos, sus labios se movían a sincronía como si ya supieran qué hacer al encontrarse y quisieran estar juntos por toda su vida.

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holis <3
éste es mi primer capítulo después de mi regreso por lo que aún estoy media oxidada, pero espero que aún así les guste y sólo les queda esperar al siguiente capítulo. 7u7
~travesura realizada~.

La Lunática y el Slytherin.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora