First Date

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El día era hermoso, aquella mañana Seul estaba cubierta de nieve, faltaban dos días para navidad y hoy era mi primera cita con Aerin, pensé que jamás pasaría.

Salí de mi casa camino al parque donde la vería, la bufanda negra apenas y tapaba mi boca, tenía la nariz roja a causa del frío que hacía. Mi cuerpo temblaba abajo del grueso abrigo que usaba, de pronto paré de caminar, ella estaba sentada en un columpio platicando con un niño de no más de 5 años, se veía tan tierna, inevitablemente me imaginé casado con ella y con uno que otro niño.

Acelere mi paso hasta quedar enfrente de ella y el niño, su sonrisa hizo que mi cuerpo dejará de temblar, igual que la primera vez ella iluminó mi día con una sola sonrisa.

-Lista para irnos?- pregunté con una sonrisa dibujada en mi rostro, ví como se despidió de su pequeño amigo y tomó mi mano en señal de que estaba lista.

Su mano caliente contrastaba con el frío que hacía afuera del café en el cual nos detuvimos. Nuestras órdenes no tardaron en llegar y después de pagar decidimos ir al supermercado, Aerin me ayudaría a decorar mi árbol de navidad, estaba tan emocionada con la idea que quería comprar todo lo que veía.

Pasillo tras pasillo, parecíamos niños, llevábamos de todo, desde guirnaldas hasta dulces, no podía parar de reír, un sentimiento de felicidad recorría mi cuerpo desde mi espina dorsal.

-Voy por más esferas Jinnie, tu ve por la carne de cerdo- asenti  ante sus palabras.

Estaba algo lejos de la sección de carnes, así que corrí, como no lo hacia desde que iba a la secundaria, la gente me miraba raro por que reía sin cesar, llegó un punto en el que pensé que todo esto valdría la pena. 

Un carrito hizo que me detuviera, más bien, fue quien llevaba el carrito quien hizo que frenara mi pequeña carrera.

-Hey, Jin Hyung, ¿cómo estas?- sonreía de manera cálida igual que la señora Kim- ¿podemos hablar?- sus músculos se tensaron- quiero hablar con- sus palabras se vieron interrumpidas por la presencia de Aerin quien traía en sus manos otras dos cajas de esferas.

-¿Qué paso, Nam?- dije con curiosidad- Oh, por cierto, ella es Aerin, mi novia- le sonreí, en verdad estaba feliz.

Conversamos poco más que eso, terminamos de comprar y nos dirigimos a mi casa. El camino fue tranquilo, el frío nos calaba fuerte, estábamos temblando pero eso no nos detuvo para seguir riéndonos como si nos faltará un tornillo o dos.

Llegando al departamento, lo primero que hicimos fue hacer un chocolate caliente. No recuerdo la última vez que la casa se sintió tan cálida.

La noche se acercaba mientras que Aerin terminaba de prender las luces que decoraban el lugar, tenía el toque para decorar, todo había quedado listo para la cena de Navidad. La primera de muchas a tu lado, cariño...



Dreams's castle✨k.s.j #LiarsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora