『 ONE SHOTS >> Jaeden Martell 』

14. (1/2)

Título: "Hola, Alma Gemela"

Pareja: Jaeden x Lectora

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Como dice siempre mi mamá:

"En algún momento encontraras a tu alma gemela"

A veces siento que eso es una estupida frase sacada de un libro de novelas clichés pero descarto esa idea de inmediato cada vez que miro mi muñeca con una frase tatuada en ella la cual dice "No debi ver eso", lo cual no tenía no idea a que se refería.

Para ser mas francos en este mundo si existen las almas gemelas. Todos la pueden encontrar a travez de una frase tatuada en su muñeca, la cual supuestamente son las palabras que te dice al momento de conocerse. Yo estoy en la edad en que supuestamente se encuentra el alma gemela teniendo 16, aunque uno puede pasar muchos años buscando a su compañero de vida.

Pero volviendo a la realidad, me encontraba en la cocina hablando con mi mamá.

—Mamá. ¿Es necesario cambiarse de ciudad? No pienso dejar a mis amigos—le dije en tono de reproche.

Si como acaban de escuchar. Me tengo que mudar por el estupido trabajo de papá.

—Si, hija. Es necesario. Así que termina de hacer tus maletas. Y con el asunto de tus amigos, podrás hablar con ellos por teléfono, videollamadas, que se yo—me respondió ella mientras hacía una ensalada, la última ensalada que comeríamos en esta casa.

—Pero... no es lo mismo. Ya no me voy a poder juntar con ellos—.

—Hija...velo como una oportunidad para hacer nuevas amistades y por ahí... quien sabe podrías encontrar a tu alma gemela—.
Rode los ojos fastidiada.

—De nuevo lo mismo. Mamá—le dije cruzándome de brazos.

—Pero es la verdad, hija y tienes que aceptar que ya no vamos a estar aquí así que te recomiendo que te vayas despidiendo de tus amigos—dijo mientras terminaba la ensalada.

No quería hacerlo simplemente no.
Pero no tenia otra maldita opción más que aceptar. Suspire frustrada y salí corriendo hacia mi habitación. Para hablar con mis amigos y contarles la tan horrible noticia.
Llame a mi mejor amiga. La cual al contarle casi me deja sorda, le pedí que por favor contactara a todos para una junta urgente, pero que no les dijera para qué.

—Gracias, Charlotte—le dije para luego cortar la llamada.

Me prepare. Ella me mando un mensaje diciendo que ya estaban todos en el parque que estaba cerca de mi casa. Así que metí mi teléfono en el bolsillo de mi chaqueta, luego me despedí de mi mamá  y salí.
Iba caminando, mientras caminaba pensaba en como iban a reaccionar mis amigos cuando les cuente la noticia, probablemente se sorprenderían o quien sabe se pondrían a llorar, aunque probablemente me ponga a llorar también pero no por mi, sino por ellos. Odio ver a mis amigos llorar, es algo que detesto, me duele demasiado.