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Un poco de nuestro Jaeden ♥︎.
Primer One shots de Jaeden Martell👋🏻☀︎
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Quien pensaría que un príncipe heredero del reino con mayores riquezas del país se enamoraría de una salvaje que vive apartada del mundo en una cueva la cual es protegida por un imponente dragon de escamas rojas y moradas.
Pues....tendrán que pensarlo ya que esto es lo que paso entre Jaeden, el príncipe heredero de el país del oro y la chica la cual denominaban como princesa dragón ya que nadie conocía su nombre, ella la que infundía miedo y era tratada como una salvaje, enamoró a nuestro honorable príncipe.
Por eso lo que se va a contar aquí va a ser como ellos se conocieron y como ella enamoró a nuestro heredero y como poco tiempo después ella también se enamoraría de él.
—Mi señor, es ella de nuevo—un caballero se encontraba inclinado ante su señor, el rey.
—¡Esa salvaje! ¿Esta con su dragón de nuevo?—el caballero asintió.
—Esta quemando todos los barcos—sonaba urgido.
—¡Hagan lo que tengan que hacer! Pero que no destruya el reino—El rey se encontraba muy enfadado.
Por otro lado se encontraba el joven príncipe mirando por su ventana lo que sucedía afuera.
—Necesito ir—decía el príncipe abriendo la ventana.
—Me temo que eso no sera posible—dijo su algo así como el caballero que siempre cuidaba de él, el cual era unos años mayor que Jaeden.
—¿Porqué?—reprocho Jaeden.
—Ordenes del Rey. Aparte es muy peligroso que el príncipe ande por ahí—decía seriamente Wyatt(N/A: sé que Wyatt es menor, pero esta es la excepción)
—Pero...—No lo dejo terminar ya que Wyatt lo miraba muy serio y se ponía en frente de la ventana cerrándola.
Jaeden bufó. De igual forma iba a escapar cuando vea la oportunidad.
**Narra rayis**
Maldito rey. Lo odio. Lo único que hace es pensar en sí mismo. A atacado todas las cuevas de dragones, para obtener sus riquezas. Los a matado, no lo puedo perdonar.
—¡Te vas a entregar, princesa!—me grito uno de los caballeros.
—¡Nunca! ¡Ustedes están ciegos!—les grite de vuelta, ataque algunos con un cuchillo que llevaba siempre conmigo. Deje a algunos heridos pero sin llegar a matarlos.
Roy que era el nombré de mi dragon, quemaba todos los buques de la realeza. Lo que no vi venir fueron los hombres con lanzas. Una me llego en el brazo. Maldita sea. Roy me protegió recibiendo algunas y lanzando fuego.
