Capitulo 5

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Proyecto de Minería Planeta M789zi.

Mikayla suspiró cuando entró el último informe en el ordenador.

Su satisfacción duró sólo dos segundos antes de que Ty dejara caer un montón más en su escritorio. Habían estado trabajando como locos desde que regresara a casa hacía ya tres semanas. La boda de Tracey había sido perfecta, y había prometido ponerse en contacto con Mikayla tan pronto como regresara de su luna de miel.

Cansada pero feliz, y relajada por primera vez en mucho tiempo, Mikayla aplazó el momento de dedicarse al nuevo montón de trabajo y en su lugar miró la última muestra que habían recogido. La preciosa pelota de piel tomó un pedazo de vegetación entre las patas, empezó a masticarlas y miró hacia ella a su vez.

—¿Cómo lo vas a llamar?

Ty echó un vistazo a la jaula y le contestó

—Voy a tener que hacer una serie de análisis genéticos completos para poder clasificarlo y nombrarlo correctamente, pero por el momento lo llamo «ratón».

Mikayla puso los ojos en blanco. Hombres. Podría haberlo llamado como le diera la gana, porque eran los únicos en el planeta, por el amor de dios, pero no, Ty tuvo que llamarlo «ratón». ¡Simple, viejo, gris y aburrido ratón!

Podía parecerse un poco a un ratón de la Tierra, pero era mucho más bonito.

Tenía un hocico alargado y bonito que contraía cuando la comida estaba cerca y luminosos y expresivos ojos que recordaban más a los de los marsupiales en Australia, en la Tierra, que a los ratones de campo comunes. Vio como daba vueltas en círculo varias veces como un perro, y luego se echaba para dormir una siesta.

—¿Por qué no está asustado de nosotros?

—Sospecho que en este planeta es el «rey de la selva», por lo que nunca ha necesitado estar asustado. —Le habían dicho que la criatura más grande del planeta era un insecto, un pequeñito, diminuto insecto, no un ratón con el tamaño del puño de un hombre.

—Oh —dijo Mikayla, sintiéndose un poco tonta. Probablemente debería haberlo adivinado ella misma. Los informes preliminares sobre este planeta habían descartado la existencia de mamíferos (de forma evidentemente incorrecta, a juzgar por esa monísima bola de piel), reptiles, aves y casi todas las demás formas de vida.

Los insectos eran escasos, aunque la abundante vida vegetal que necesitaba de los insectos para la polinización, sugería que no eran tan escasos como parecían.

—Entonces, ¿qué significa esto para el trabajo de investigación y para el contrato en general?

—No estoy seguro todavía —dijo Ty acercándose a ella. Ella envolvió sus brazos alrededor de su cintura y apoyó la cabeza en su pecho, y ambos contemplaron el sueño de la peluda criatura—. Vamos a tener que hacer un estudio más intensivo de la fauna local para determinar cómo la minería va a afectarla. Es evidente que el estudio original estaba incompleto, y no podemos confiar en ninguno de los datos facilitados, así que tendremos que repetir eso primero. —Ty le dio un beso en la coronilla y la atrajo hacia sí—. Luego, cuando tengamos los resultados de la investigación geológica, se puede determinar si el impacto sobre el medio ambiente local puede ser minimizado, si los minerales se encuentran en cantidades suficientes, o si el proyecto minero propuesto tendrá que ser abandonado. —La atrajo más cerca e inhaló profundamente—. Hueles delicioso. —Ella se rió cuando le pasó la lengua alrededor de la oreja, pero él gimió cuando se apartó un poco—. Si no tenemos mucho trabajo que hacer, señora Davidson, me gustaría considerar la opción de tomarnos la tarde libre.

No tenía ninguna duda de lo que una tarde libre con Ty implicaría. Sonrió mientras un montón de ideas sensuales corrían por su mente.

A pesar de trabajar codo con codo durante la mayor parte de la jornada laboral, Mikayla no había pasado mucho tiempo de inactividad con Ryan y Ty desde que habían llegado a casa. No lo habían hecho en el laboratorio, desde la última vez en el planeta de hielo. Los recuerdos de los orgasmos increíbles que le habían dado, actuó a modo de fantasía, inundando su cerebro, y difundiendo calor por cada centímetro de su cuerpo.

Los hombres de Mik 3Donde viven las historias. Descúbrelo ahora