Capítulo 24

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-Mm...no sé-responde sonriendo divertido.

Yo lo miro entrecerrando los ojos.

-¿Te vai a hacer de rogar?-pregunto rodando los ojos.

Este me besa y asiente.

-Si, quiero ser tu pololo-responde mirándome directamente a los ojos.

Dejo de respirar al perderme en su iris verdosa. Siento que todo el mundo se detiene, y estamos solamente nosotros dos. Existimos solamente nosotros dos.

En nuestra burbuja solo nos necesitamos el uno del otro.

Sentir que dependo tanto de una persona era lo que quería evitar.
Porque me asusta. Mucho.

Sé que él se irá en algún momento de mi vida, pensamiento que me aterra. Sin embargo es algo inevitable.
Por lo tanto...enamorarme lo encontraba un poco estúpido.

Es decir, el ejemplo que tengo en casa de amor es una relación llena de peleas y agotamiento.

Así me dan unas ganas de enamorarme weon. Que te morí.

Pero me prohibo pensar en el futuro.

En el "qué pasará"

A la mierda.

Si en unos días más un auto me atropella, me voy a quedar con las ganas de haber hecho muchas cosas.

Cosas que no hice por ese repetitivo "qué pasará".

-Me gustai-le digo con una sonrisa de felicidad.

Hace mucho tiempo que no sonreía así. Y que él sea la razón hace que sienta un peso en mis pulmones.

Nervios, miedo, temor. Pero también felicidad y emoción.

-Me gustai-responde repitiendo lo mismo.

Nos besamos por mucho tiempo, sin ir más allá.
Sabemos que son besos de cariño, de querer...¿de amar?

Bueno no sé si lo último exactamente, pero se le asemeja.

No es calentura, no es pervertido...no es sexo.

-¿Puedo dormir esta noche aquí?-pregunto mirándolo a los ojos.

Este frunce levemente el ceño pero asiente con una gran sonrisa.
Sin embargo igual pregunta.

-¿Pero tus padres?

Yo suspiro.

Se supone que los pololos se dicen la verdad...lo que sienten, sus problemas, etc.

-Ellos ni siquiera se darán cuenta que no estoy-le aseguro con una sonrisa triste.

Este me mira preocupado.

-¿Quieres hablar de eso?-pregunta haciéndome masaje en el pelo.

Niego con la cabeza y lo abrazo. Siento que me relajo cada vez más con los suaves movimientos de sus dedos en mis hebras de cabello.

-¿Y los tuyos?-pregunto antes de que se me olvide y que me quede dormida.

Alcanzo a escuchar una respuesta antes de quedar raja.

-No estarán en casa.

(...)

Despertarse al lado de la persona que te gusta debería ser ley.
Puta que se siente rico.

Me quedo mirando sus facciones por un rato.

Sonrío.

Le hago cariño en el pelo y me acerco pa darle una beso corto en los labios.
Este frunce levemente el ceño y se mueve de lado.
Yo me rio por lo dormilón que es.

Empiezo a darle besos en la espalda, hasta que este se da la vuelta con una sonrisa pero aún con los ojos cerrados.

-Despierta-Lo molesto con una sonrisa.

Este niega con la cabeza y yo me subo encima de él, apoyándome un poco en mis rodillas pa no pesarle tanto.

Sonríe.

-Convénceme-dice coqueto.

Yo me rio y le empiezo dando besos en el cuello. Escucho un pequeño gemido. Bajo más hasta llegar a sus abdominales, los cuales muerdo suavemente.

Me asusto más que la puta cuando de repente me encuentro debajo del Bastian y mirando sus ojos directamente.

Me empieza besando el cuello y pasando su lengua. Gimo.

-Basti-digo mientras muerdo mi labio.

Este sigue besando mientras baja a mi pecho.

-¿Uh?-pregunta chupando mi clavícula.

Cierro los ojos por las sensaciones que me hace sentir.

-¿No hay que levantarnos?-susurro, mordiendo mis labios cuando agarra mis senos.

Este niega con la cabeza, bajando más y más y más.

Entonces no seguí insistiendo.

(...)

-¡Weona pásame la wea!-le grito desesperada.

La Cata culiá me quitó el celu y está leyendo mis weas con el Bastian.

Significa peligro.

-Me gustai mucho-Lee con voz de guagua-quiero volver a...WEONES PERVERTIDOS-grita sorprendida.

Yo me rio mientras le quito el celular.

-Te dije que me lo pasarai-le dije divertida.

La Weona niega con la cabeza.

-¿Entonces ustedes...ya tiraron?-pregunta media avergonzada.

Yo me rio por lo tan cabra chica que se siente cuando hablamos del tema.

-Pan de cada día-la molesto pa que se sonroje más.

Esta me mira con una cara de "Anda a misa Weona pecadora" a lo que me rio.

-No soy la única que tira Weona-le informo como si tuviera cinco años-es algo normal-sigo webiandola.

Rueda los ojos.

-Chupalo-dice mientras saca su dedo medio.

-Ya lo hice-le digo poniendo cara de coqueta.

Esta hace como que vomita y ma cago de risa.

-Después vai a ser igual culiá-le aviso y cierro mis ojos mientras me columpio.

Estamos en la plaza más cercana de nuestras casas.
La Cata me dijo que sentía que hace rato no hablábamos como mejores amigas.
Yo le dije que llevaba cigarros y se armó nuestra junta exclusiva ah.

-¿Como van las cosas con tus viejos?-pregunta un poco más seria.

Yo niego con la cabeza mientras prendo un cigarro.

-Igual que siempre-contesto borde.

Ni ahí en hablar del tema.
La Cata como que cacha que no quiero seguir y asiente.

-El Seba me preguntó si estabai conmigo-dice.

Yo la miro al tiro frunciendo el ceño.

-¿La dura?-pregunto extrañada.

Nuestra relación de hermanos es media rara. Nos queremos a nuestra manera. No lo demostramos casi nunca pero lo sabemos.

-Sep-contesta asintiendo-Estaba preocupado porque no te encontró en la casa-completa y le da una calada al cigarro.

Yo elevo las cejas media sorprendida. Nunca se preocupa si no estoy en la casa, y menos ahora que sabe que estar en la casa no es mucha opción pa mi.

Decido llamarlo porque tengo un mal presentimiento.

**-Seba, ¿Qué onda?-pregunto preocupada.

Hay un silencio hasta que responde después de suspirar.

-Los viejos...creo que se fueron de viaje-contesta con voz ronca.

¿Qué wea culiao? |TERMINADA|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora