Capítulo 18

1.3K 86 4
                                    

Nos subimos a la micro que no está tan llena, y nos vamos parados viendo por la ventana.

-Oye-me dice el Basti.

Yo corro la mirada de la ventana para mirarlo.

-Dime-digo sonriente.

-¿Quién está en tu casa?-pregunta curioso

Yo me quedo pensando. Creo que el Seba va a estar en la U, mis papás están trabajando y...ellos son los únicos.

-Creo que nadie-respondo con un poco de duda.

Este me mira coqueto a lo que sonrío divertida.

-Ya sé porqué me invitaste-dice divertido-Te queri aprovechar de mi flaca, te tengo cachá-bromea sonriente.

Yo me rio por lo weon que es este tipo.

-Aweonao-le digo risueña.

Vuelvo a mirar por la ventana, pensando en mis papás.
Creo que evadir ese tema, haciendo como que somos la familia perfecta...no está funcionando.
Lo pasé muy mal cuando me enteré de todo y, según ellos, no tocamos el tema por mi y por el Seba. Pero estoy empezando a empezar que es más por ellos.

-Hay que bajarnos aquí-me avisa el Bastian mirándome un poco serio.

Yo asiento y nos bajamos cuando la micro para.

Caminamos de la mano pero en silencio hasta mi casa.

Busco las llaves y abro la puerta.

Entro, hago pasar al Basti y noto que no hay nadie.

-¿Queri jugo, agua, bebida?-pregunto y este niega.

Asiento y subimos a pieza.

Antes de entrar me volteo con una sonrisa inocente.

-Date vuelta y espérame hasta que te diga que entri ¿Ya?-le pido.

Este rueda los ojos divertido.

-Oye si teni sostenes tirados por ahí no me quejo-dice dándose vuelta.

Yo le pego en el poto. Weon, este mino tiene el medio trasero. Ahh es que es Perfecto.

Este se ríe.

-Oye te la voy a devolver-dice mientras yo entro sonriente a mi pieza.

-No me quejo-repito lo mismo que él y se ríe.

Hago la cama, levanto la ropa tirada y trato de ordenar lo más posible.

Cuando termino le digo que entre.

Este lo hace y mira todo curioso.

-Es linda tu pieza-admite sentándose en la cama y dejando su mochila a un lado de esta.

-Igual que la dueña po-bromeo divertida.

Este asiente divertido.

-Igual que la dueña-repite y me acerca hacia a él.

Sonrío como cabra chica.

Ay me encanta este niño.

Me sienta encima de él y empieza a darme besitos en el cuello.

Yo me rio porque me da cosquillas.

-Oye-dice todavía metido en mi cuello-¿Por qué te pusiste tan pensativa en la micro?-pregunta mirándome a los ojos.

Me quejo ignorando el temita.

-No es nada. Podi seguir con mi cuello-le digo sonriendo como niña buena.

¿Qué wea culiao? |TERMINADA|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora