Capítulo 25

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¿No les pasa que aveces les suceden cosas horribles, que ustedes aún no lo asimilan, y rezan para que sea un mal sueño?

Y se sienten pal oyo porque no valoraron cómo eran sus vidas antes de ese hecho.

Bueno, esa misma wea me está pasando ahora.

Resulta que los papitos del año se fueron a Brasil.

Si, BRASIL.

Según la cagá de nota que dejaron en el refri decía que era para "volver a enamorarse" y que aún no sabían cuándo volvían.

Las cagaron pa ser care' rajas.

Tienen dos hijos por la chucha. No se pueden dar el maldito lujo de irse cuando quieran weon.

¿Qué mierda tienen en la cabeza?

Lo que sigue en la carta culiá que escribieron, es que ellos se encargarán de pagar todos los gastos de la casa por internet. Y que nosotros nos teníamos que preocupar solo por la comida.
Y para eso dejaron una tarjeta con la clave al otro lado.

Práctico.

Decidí abandonar a tus hijos por un tiempo y les dejai plata.

Fácil la wea.

Después de que leímos la carta, yo la arrugué y la boté en el basurero.
Seguido de eso nos fuimos a acostar al sillón y nos quedamos en silencio.
Como que ningunos de los dos asimilamos la wea.

¿Somos, prácticamente, dos weones que vivimos solos?

Tanto silencio me abruma, por lo que decido decir la primera wea que se me viene a la cabeza.

-Bueno...¿Esto significa que vamo a tener casa sola por haaarto tiempo?-pregunto la wea que me venía dando vuelta en la cabeza.

El Seba me mira y asiente pensativo.

-Viéndolo de esa manera...no es tan malo-resuelve medio confundido.

Me dan ganas de reír pero me contengo. Onda, nuestro papás casi que nos abandonaron, y nosotros estamos pensando en que tener casa sola es bakan.

Mentalidad de los Riquelme.

-Tenemos harta plata-agrego a la lista de pros.

El Seba asiente.

-Nos podemos sacar la casa cuando queramos-enumera con los dedos.

Agito la cabeza en modo de aprobación.

-Podemos invitar a cuánta gente queramos-me encojo de hombros y suspiro-No es el fin del mundo-finalizo mirando seria a ningún lado específicamente.

Este traga saliva y asiente.

-Si-responde soltando una risita irónica-Hace harto rato que, prácticamente, no tenemos papás presentes presentes-repite la última palabra con el fin de aumentar el significado de la oración.

Yo le doy la razón.

-Si...-respondo frunciendo un poco el ceño.

Suspirando me levanto.

-Los papás del año-susurro más para mi que para él. De repente dejo de lado todo el rencor, enojo y pena que tengo hacia ellos y cambio la cara-¿Pidamos pizza y veamos una película?-ofrezco con una sonrisa.

El Seba se ríe.

-Me gusta tu idea-dice y se para, también sonriendo-¿Quien necesita papás?-pregunta medio irónico pero divertido.

Yo me río con él.

-Nadie-respondo sonriendo y me voy al celu pa pedir una pizza mientras que el Seba busca alguna wea en Netflix después de darme un corto abrazo.

Esto es sólo un problema si tú le das la importancia de uno.

(...)

Llego al Colegio un poco atrasada. Resulta que tu mamá cuando no te despierta por tercera vez (además de la alarma) te quedai dormida.

Pero bueno, me dan una semana pa acostumbrarme a levantarme solita y estamos tiki taka.

Llego a la sala y me siento al lado de la Cata. Esta me saluda con un beso en la mejilla y la quedo mirando.

Suspiro.

-Cata...¿Queri ir hoy a mi casa?-le pregunto obligándome a sonreír.

La weona frunce un poco el ceño.

-¿Pero no que tus viejos están medios cuáticos y no queri estar en la casa?-pregunta confundida.

Yo niego con la cabeza sonriendo irónica.

-Resulta que ahora tengo casa sola por harto rato-suelto una risita sarcástica y niego con la cabeza más para mi que para ella.

No me cabe en la cabeza cómo dos padres se van de la noche a la mañana y lo único que dejan es una carta con una tarjeta.

La Cata me mira preocupada.

-¿Qué onda?-pregunta acercándose más a mi.

-Dejaron una nota diciendo que se fueron de viaje-respondí encogiéndome de hombros, restándole importancia-dejaron plata y que la suerte esté de nuestro lado-agrego irónica.

Esta abre las medias pepas al escucharme.

-¿ME ESTÁS CONCHETUMADRIANDO?-grita la weona y se levanta del asiento.

Llama la atención de todos los weones, incluida la del Bastian y la del Nacho.

Yo la mira mal y la siento en la silla de nuevo.

-Weona dramática-la reto y está sonríe inocente.

Esta frunce el ceño.

-Hermano...¿Cómo chucha estai tan despreocupada weon?-pregunta, como si fuera imposible la wea.

Yo me encojo de hombros.

-Es que si lo pensai no es taan malo-respondo alzando mis brazos levemente.

La weona me mira como si fuera un extraterrestre.

¿Tan raro es la wea?

-Ok si, teni razón-le digo rodando los ojos-creo que aún no lo asimilo-agrego confundida.

La Cata asiente demasiado enérgica, wea que me da risa.

-Ajá...weon, ¿Cómo chucha...-empieza enojada pero se detiene-¿Qué wea tus viejos weon?-completa molesta.

Elevo las cejas, dándole la razón.

-Te juro que solo pienso en cuando vuelvan, y en cómo no los voy a pescar-me sincero un poco apretando los dientes.

Con esta wea, los viejos me perdieron. Que se vayan a la reconchetumare.

La Cata suspira y me abraza. Yo se lo recibo, dándome cuenta recién de lo mucho que lo necesitaba.

-No estai sola Nacha, repítete eso-me aconseja y asiento, derramando unas lagrimas medias locas. Me las seco rápidamente pa que nadie cache.

Siento cómo alguien me abraza por detrás cuando me separo de la Cata.

-¿Qué te pasa flaca?-pregunta dándome un pequeño beso en la cabeza.

Yo sonrío.

La Cata tiene toda la razón.

No estoy sola.

Doy media vuelta y me paro para darle un beso en los labios. Este me lo recibe medio sorprendido pero lo sigue rápidamente.

Cuando me separo lo miro con una sonrisa.

-Digamos que voy a tener mucha casa sola-respondo-para los dos...-agrego coqueta.

Este me ve confundido pero al escuchar lo ultimo me sonríe y me agarra de la cintura.

-Me gusta como suena-dice sonriendo travieso.

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¿Qué wea culiao? |TERMINADA|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora