- Te viera Jesús maraca
Aclaro de inmediato que en ningún momento me he metido con un cura, ni pienso hacerlo, a no ser que esté entero rico y con unas copas de vinito de la santa misa, ahí lo podría pensar.
¿Por qué el título de este capítulo?, resulta que tiempo después de mi último fracaso sentimental (que tiempo si pasaron dos semanas con cuea de haber terminado con Don Saco e' Hueas) y quise volver a las pistas, además había soportado vientos despiadados, infernales desiertos, estuve encerrado en el último maldito cuarto de la maldita torre más alta ¿y que encontró? Un lobo de sexo dudoso (yo). En fin había salido de una relación más toxica que yo después de comer porotos, porque puta que soy hediondo, pero el punto es que en mi intensa búsqueda de un hombre dispuesto a pelarse sin compromiso, porque ni volao' en parafina me volvía a poner a pololear, menos si había perdido un año entero con semejante hombre perturbado sentimentalmente. En una de esas tardes aburrido me habló un cabro buen mozo, era encachadito, morenito, más alto que yo, delgado, deportista y hablaba hueas como yo, ya todo bien, le dije "hablemos por whatsapp es que no me gusta hablar acá jaja" y accedió, entre conversa y conversa, coqueteo y coqueteo, decidimos juntarnos.
Yo como caballero le dije:
- ¿Te parece si vamos comer algo o tomarnos un café, una chelita o simplemente juntarnos a conversar? A lo que respondió:
- Puta sabi' me gusta hacer deporte, salir a correr, tomar aire y todo eso, ¿Te tinca si vamos a correr al cerro San Cristobal?
Y cuando dijo eso yo quedé negra, pero negra negra, hueona que brutal y hueas, ¿Yo? ¿Correr? Estai' más hueón pensé, no corro ni por la micro y voy a recorrer un cerro entero y corriendo más encima. Dicho y hecho, ahí estaba a los pies del cerro estirando las piernas para que no me diera un calambre o lo más probable, un infarto (la noche anterior había fumado más que maricón celoso y puta que soy celoso, además estaba congestionado, o sea tapao' en pollos, rico po).
Pero en volá de caliente, soltero y con ganas de exterminar todo tipo de rastro que dejó Don Saco en mí, fui po, fui a correr al cerro, íbamos subiendo cuando nos detuvimos en el primer mirador del cerro y nos pusimos a conversar de la vida y esto fue lo que paso:
- Oye y a que te dedicas, preguntó
- No hago mucho la verdad (puta que es cierto, flojo culiao) estudio técnico jurídico y además trabajo de empaque donde gasto más en comprar los turnos que la plata que me hago en ellos, pero igual piola ¿y tú? (Y AQUÍ QUEDÓ LA CAGÁ!)
- Yo estoy terminando tercero medio (ahí quedé impactada), sí, estoy en el colegio aún (confirmó lo obvio, pero quedé más para la cagá)
- Esperate, cuantos años tení'- interrumpí con cara de espanto
- Tengo 17 (17 po hueón, te juro que ya me había imaginado con una sotana de cura, negra y dándole la hostia en la boca al cabro chico mientras me miraba con cara de bueno pal ya tu sabes. Yo tenía 20, sé que igual no es mucha la diferencia pero nunca pensé que me iba a comer a un pre-escolar), y lo único que atiné a decir fue:
- Tengo abogado y diré que tú me provocaste y me empezaste a tocar primero.
Se cagó de la risa y conversamos hueas que uno habla en la primera cita, yo medio nervioso y grabando la conversación por si iba a necesitar pruebas más adelante, le dije: - ¿sigamos corriendo? (necesitaba procesar todo eso y además planificar cuales serían mis próximos pasos para cazar mi presa, podrá ser menor de edad y todo lo que tú quieras, pero yo no me iba a quedar con las ganas, ni cagando)
Seguimos subiendo el cerro, mientras hablábamos cosas sin sentido y escuchábamos su música, cuando espontáneamente le dije: - que chucha es esa hueá que pusiste (lo único que se escuchaba era como una distorsión y hueas raras, sin que nadie cantara durante más de quince minutos), él asustado me dijo: es música electrónica, ¿no te gusta?; a lo que respondí:- Evidentemente no, ¿la puedes cambiar?, no tranquilo si es talla, pero igual cámbiala. La cambió y seguimos nuestra travesía por aquellos bellos páramos (más feo el cerro culiao) hasta que llegamos a un camino que se dividía, uno iba a hacia la virgen y el otro era más frondoso y no parecía terminar luego, además se veía bien piola, ni tonto ni perezoso le dije: - vamos por ahí, se ve más lindo ( el hueón care' raja, iba con todas las intenciones persignarme y no precisamente con la cruz). Fuimos por ese camino misterioso y en una le dije:
- ¿Paremos?, siento que no tiene fin en esta huea (Todo era parte de mi estrategia, obvio), me responde:
- Es tu culpa, tú dijiste que siguiéramos por acá. A lo que respondí.
- Mas hueón eri' tú que me haces caso. Y me reí.
- A lo que contestó: - ya si igual tiene buena vista, desde acá podemos ver la virgen. Yo haciéndome el hueón como que no sabía dónde estaba me puse en frente de él, mire hacia la virgen, y luego vi su cara de Aventuras en Pañales y pah, lo pesqué del cogote y le chante un beso. Y ahí amigos, en mi vida me había decepcionado tanto un hombre. No sabía besar, no sabía dar besos po hueón, por dentro tenía una cara de asombro, pánico, asco y rabia. Hueon un beso de él era ver como dos abuelos se besaban, no, no era tierno, era patético, era como si me besaba con la pera, hueón me quise morir, no podría tener tan mala cuea. Ahora era yo quien lo iba a demandar por semejante estafa.
Pasó el beso (o intento de beso), le dije con una cara más incómoda que niño en reunión de curas, ¿vamos a la virgen?, llegamos allá y mientras estaba sentado en las bancas, a mis espaldas se encontraba la virgen y le rogaba que me salvara de semejante humillación hacia mi persona, que me despertara de esa pesadilla, o cualquier huea, a esas alturas todo me servía. Y de repente un momento de cordura me iluminó y me hizo reflexionar.
"Felipe, no todo está perdido, sabemos que en el primer beso uno es tonto, es descoordinado o el menor estaba nervioso o que incluso puede ser tu culpa, quizá tú no sabes besar y el besa perfecto, tan perfecto que no te gustó. Ya dije yo, démosle otra oportunidad, esto no se puede quedar así, me la voy a jugar una vez más y sé que esta vez sí resultará (si claro, como no)."
Dicho y hecho bajamos el cerro caminando, ya me estaba dando frío, la vista estaba hermosa, un atardecer precioso, el escenario perfecto para llevar a cabo mi plan. Me senté dramáticamente a la orilla de uno de los miradores, haciéndome el cansado como que no podía más, el me miraba con cara de: te estoy esperando, ¿vamos?
Yo con una cara de sin ninguna intención de ocultar mis intenciones (care' maraca caliente), me miró, se acercó a mi y me decepcionó.... otra vez. Yo dije ¡ya basta que huea, nunca practicaste un beso en el espejo, nunca le diste un beso a tu mano, córtala de hacerme esto, como chucha tu mamá te deja salir así a la calle! (solo lo aparté de mi boca y le dije que era tarde, que me tenía que ir).
Y así fue, bajé más que rápido el cerro, llegué al metro y me iba despedir de la mano como todo un macho recio pelo en el pecho que soy, pero él se me adelantó y me dio un piquito, yo ahí estaba a punto de agarrarlo a chuchá, porque uno no se merece que te den semejante ordinariez, me encantan los piquitos, nada que decir de ello, pero hueón ni eso sabia dar.
Al final, al menor lo mandé en el furgón escolar de vuelta a su casa, su mamá me denunció por abuso sexual y ahora relato esta triste historia desde mí celda que convivo con 8 hombres más, pero al menos ellos si saben besar.

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Un Hueón Cola
HumorFelipe es un joven que goza del humor negro, de las referencias estúpidas y que hace las hueas que quiere sin importar lo que digan los demás, es bueno para tirar tallas y hablar groserías, demasiadas. A lo largo de su vida ha tomado muchas decision...