Voy vestida totalmente como una puta guarra, pero Hannah me obligó a ponerme un vestido negro ajustado y tacones. Lo peor de todo es que también voy maquillada como tal.
El taxi para en una casa, no tan grande como la nuestra, pero lo suficientemente para ser una casa de gente con bastante suerte en el dinero.
Sigo a Hannah hasta la puerta de entrada. Toca, y abre un chico bastante musculado que mira a Hannah con cara de deseo y después a mí de arriba abajo, como la rara de turno.
- Pasa preciosa.- Hannah entra y la sigo, ignorando la mirada del tío en mí.
Hay demasiada gente, pienso en que en cualquier momento la casa puede derrumbarse, pero me olvido de eso y me pongo la chupa que me ha dejado Hannah para no tocar a la gente.
En un segundo, Hannah ya se ha perdido de mi lado, la veo que está hablando con amigas y paso de ir. Me quedo aquí plantada.
No se que hacer, solo estoy aquí plantada sin hacer nada, mirando como la gente baila y se divierte mientras beben. Alguien me ofrece algo pero paso.
Decido ir a la cocina para sentarme en una silla y apartarme de la gente, y entonces lo veo, él está ahí, entre toda esa masa de gente.
Me mira y aparto la mirada y sigo hasta la cocina pasando por montones de gente que se aprieta y no deja paso.
Llego a lo que se supone que es la cocina, convertida en una barra. Busco una silla en la que me pueda sentar. Lo hago. Me pregunto donde estará ahora Hannah, ha desaparecido de mi vista hace un buen tiempo.
Miro a la gente bailar, y por una vez deseo haber sido siempre normal, si lo hubiera sido estaría yo en la pista bailando, con problemas de chicos y con amigas a quién contárselos, no siendo una chica solitaria.
Estoy tan concentrada pensando que no me doy cuenta que alguien se ha puesto delante y no me deja ver más allá que su camisa.
Es él.
- Es raro verte aquí.- dice, como si me conociera de toda la vida.- Te vi el otro día, en la ventana.
- Ah, si. Estaba ordenando las cosas, soy nueva allí.- me sonrojo pensando en lo empanada que me quedé mirándolo.
- Guay, pues soy Michael.- me ofrece la mano y pienso en que hacer para no cogérsela.- Encantado vecina.
- Y..yo, soy Madison y nunca doy la mano.- me mira raro y la retira.- Lo siento, e..es que nunca se la doy a nadie y bueno...
- No pasa nada rarita.- me mira sonriente, pero no lo dice de burla, lo dice con cariño como si fuera su hermana, vale, eso es demasiado, pero no me molesta que me lo diga.- Bueno cuéntame, ¿cómo has llegado a esta fiesta?
- Me perdí y bueno, oí algo de música venir de esta casa y dije, ¿porqué no?, vamos a divertirnos. Y bueno aquí he acabado.- ríe y es raro pero me gusta bromear me hace sentirme más normal.
- Podrías haberte inventado otra historia más real.
- Ja-ja, la verdad es que he venido con Hannah, mi compañera, no se si sabes quién digo.- y asiente.
- A Hannah la conocen todos.- no se que sentido tenia eso, pero pienso en que es muy popular, el porqué no lo se.
- Que por cierto, no se donde se ha metido y tenemos que estar dentro de poco en casa.
- Ven conmigo, yo te ayudo a buscarla.- me sonríe, tiene una sonrisa demasiado bonita e himnotizante.
Me planto y me doy cuenta de lo alto que es, y de lo pequeña que debo parecer yo a su lado.
Le sigo escaleras arriba mientras me va contando lo mierda que es la escuela y lo aburrido que es todo. Gracias a él, me van entrando menos ganas de las que tenía de ir.
Entramos en un pasillo lleno de habitaciones. Se para delante de una de ellas.
- Yo creo que está aquí, vamos a ver.- abre la puerta y vemos lo que hay dentro y cierra tan deprisa como puede.- Creo que ninguno de los dos nos esperábamos ver esto.
Río.- No se, tú eres él que sabe de fiestas.- Me pongo cada vez mas roja.- Que sepas que ahora tengo trauma por tu culpa.
- Vamos eres tú quién quiere buscar a su amiga, y yo como buena persona me he ofrecido a acompañarte.- pongo los ojos en blanco y seguimos por el pasillo, mirando con precaución mirando por las puertas que están abiertas.- Y venga no me digas, ¿qué nunca has visto hacer eso?
Niego.- No soy una guarra como muchas de mi edad.
- Me gusta eso.- puede dejar de decir cosas así, hace que me sonroje cada vez más.
Nos quedamos plantados frente a una puerta cerrada, me mira y asiente, espera a que le de mi aprobación. Suspiro y asiento.
Abre la puerta. Y no espero encontrarme con aquello
Allí está ella, con otro chico.
No puede ser.
No están follando.
Ella nos mira, y lo único que pienso es: Mierda, Michael.
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LO SIENTO POR NO SUBIR EN MUCHO TIEMPO EN SERIO, PERO ES QUE HE ESTADO UN POCO MAL Y BUENO NO ME APETECÍA MUCHO PONERME A ESCRIBIR PERO MAÑANA OS RECOMPENSARÉ
SI ME LEÉIS, POR FAVOR DECIR DE VUESTRA EXISTENCIA, VOTANDO COMENTANDO O LO QUE SEA!!!!
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Asthenia || m.c
FanfictionMadison una chica extraña y con un don inhumano que vive incomprendida, conoce a chicas con su mismo don. Empieza a vivir nuevas aventuras y a conocer a chicos, pero ella solo tendrá ojos para uno, Michael.