Estamos en el recreo. Hannah me ha presentado como a la mitad del instituto y estoy cansada de tantas caras y nombres, así que nos sentamos en una mesa con sus amigas.
Me había dicho el nombre de todas ellas, pero no me acordaba de ninguno.
Hablaban y hablaban, criticando a todo el mundo, de lo que vestían o si tenían el pelo bien, etc. Pasaba, así que me puse los auriculares y le dije a Hannah que iba al aseo. Cogí las cosas y me fui.
Recorrí todos los pasillos mientras escuchaba el cd de Jake Bugg, hasta que llegué a lo que se suponían que eran los servicios. Iba a entrar pero me fije en la puerta que se situaba al lado, daba al exterior, así que la abrí.
No había nadie, era un pequeño patio, con el césped poco cuidado y dos escasos árboles, era solitario e íntimo. Me gusto. Deje la mochila a un lado y me deslice por la pared, hasta que me senté en aquel suelo seco por falta de agua.
- Hola.- me sobresalte al ver que había alguien a sentando a mi lado, me quedé mirándolo, este es el amigo invisible de Michael.
- Ho..ola.- sus ojos azules me miraban y los mios les devolvían la mirada, tenía el pelo rubio y despeinado, le quedaba bastante bien y tenía un aro en el labio que no dejaba de darle vueltas con la lengua, sinceramente ponía mucho, vestía de negro y los pantalones rotos por las rodillas. Era como un Dios Griego.
Se saco dos cigarrillos del bolsillo y me ofreció uno.- ¿Quieres?- asentí, estaba siendo un día agotador necesitaba uno.
No fumaba mucho, solo cuando mi madre se iba y se dejaba la cajetilla. Siempre le cogía dos o tres. No se si mi madre sospechó alguna vez, pero seguro que pensó en mi hermana como la culpable.
Fumaba solo por el simple echo de entender que no me importaba si me estaba matando.
- Gracias.- dije y me paso el mechero después de encender su cigarro.- ¿Qué haces aquí? Quiero decir esto está tan solo, tan abandonado.
- Lo mismo que tú, huir.- tenía razón siempre acababa huyendo de todo.
- Supongo somos unos cobardes por no afrontar las cosas, y huimos de todo. Es triste. ¿No crees?
- No, a veces esta bien huir. Alejarse de esas cosas y volver cuando realmente hay que afrontar lo que importa.- asiento y pego una calada, noto como el humo baja y vuelve a subir hasta ser expulsado por mi boca. Realmente lo necesitaba.
- Odio este instituto y eso que no llevo ni un día.
- Imagínate yo que llevo más de una eternidad.
- Exagerado.- me mira y sonríe, poniendo el lado del aro del labio más arriba. Es tan frustrante.
- Madison, creíamos que te habías perdido y estabas aquí sola. ¿No sabes avisar?- me giro y veo a Hannah en la puerta con la manos en las caderas, riñéndome como si fuera mi madre.
- No estaba sola, estaba con...- miro y él ya no está.
Miro el pequeño patio vallado y no veo posibles salidas a parte de la puerta.
¿Qué cojones acaba de pasar?
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Valeee os explico porque he cambiado el nombre de la novela, es que él de antes no pegaba para nada con la novela y por eso lo he hecho.
Ahora os explico este.
Asthenia en español es astenia, es una enfermedad psicológica en la que la persona no puede hacer las cosas cotidianas de cada día y llevar una vida normal. Y bueno Madison tiene el poder este que no puede tocar a gente porque ve cosas y lo pasa mal. Entonces no puede llevar una vida normal, ni hacer cosas normales, como otra gente.
Bueno pues es por eso, espero que os guste :)
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Asthenia || m.c
FanfictionMadison una chica extraña y con un don inhumano que vive incomprendida, conoce a chicas con su mismo don. Empieza a vivir nuevas aventuras y a conocer a chicos, pero ella solo tendrá ojos para uno, Michael.