Narra Mateo
Toda mi vida pensé que cuando las cosas estaban mal, siempre serian así, pero depués todo cambia, sin embargo siempre habrá malos momentos.
Era domingo por la mañana, el reloj indicaba las 9:00 am, estaba en la mesa con Fabiola, me miraba fijamente, pero ahogaba sus palabras en suspiros, casi inaudibles.
-Apenas ha pasado una semana- Dijo ella observando la comida
-Y mañana iniciamos clases- Dije levantando la mirada
-Que gran animo me has dado- Dijo con una pequeña risita
-Bueno- Dije encongiendome de hombros
-Me has arruinado la mañana- Dijo dejando caer su cabeza sobre la mesa
-Retractate, yo sería la última persona en arruinarte la mañana, la última en arruinarte la vida- Dije alzando una ceja
-Ooh, es cierto- Dijo sonriendo
-Son las nueve treinta de la mañana- Dije con una pequeña sonrisa
-Lo que significa que...- Dijo señalandome
-¡Hora de biciruta!- Gritamos al unisono y alzando las manos
La "Biciruta" consistia en salir en bicicleta a pasear. Ambos salimos en bicicletas diferentes por la puerta de nuestra casa, basicamente la idea principal del paseo consistia en llegar antes que el otro. Fabiola era bastante buena, hiba al menos dos metros y medio delante de mí.
-Si me ganas... yo pago el dinero para sacar el auto del corralón en donde se encuentra- Dijo Fabiola retadonme
-¡Espero que tengas dinero ahorrado!- Dije pasando justo a un costado de ella
-¡Retractate!- Dijo e inmediatamente me dejo atras
De un momento a otro un automovil se desvío de su lugar, Fabiola lo esquivo, bajo de la bicicleta, y sin más se dejo caer.
-¡Fabiola!- Dije derrumbando la bicicleta y corriendo hacía ella
La tome en mi brazos y parecía que no estaba conciente, mi mundo se desmorono en mil pedazos.
-No...- Dije abrazandola
Inmediatamente la ambulancia llego, subieron a Fabiola en una camilla y después subí yo.
Estando en el hospital, cuando ya me encontraba en la sala de espera decidí llamar a David y a mi mamá.
*Llamada*
-¿Hola? ¿Mateo?- Dijo David
-Hola- dije en un sollozo
-¿Qué pasa Mateo? ¿Estás llorando?- Preguntó
-No...- Dije mintiendo
-¿Seguro? ¿Donde estás?- Preguntó angustiado
-En el hospital- Dije pasando mis manos por la cara
-Fabiola...- Dijo David con una voz que comenzaba a quebrantarse
-Sí, se desmayo, luego de esquivar un auto en bicicleta, no creo que el susto lo provocara- Dije sentandome en un sofá
-No... me imagino lo que pasa- Dijo y pude sentir su dolor
-¿Fabiola está enferma?- Dije confundido
-Vanessa y yo vamos para allá- Dijo rapidamente
-Espera dime...- Dije sin terminar la oración al escuchar el sonido que indicaba que la llamada había terminado
*Fin de la llamada*
Dificilmente comprendía las razones por las cuales me estaba pasando esto, o más bien, a Fabiola. Minutos después observe a David y a mi madre entrar a la sala de espera del hospital, ambos tomados de las manos.
-Hijo- Exclamo mi mamá y me abrazo
-Lo siento- Dije con la mirada abajo
-No... no... no es tu culpa- Dijo David, y por alguna razon su mirada me traía malas noticias
-Hijo, hay algo que debes saber- Dijo mi madre y me encamino a un sofá
-¿Qué pasa?- Dije y mi mente me decía que era algo malo
-Fabiola...- Dijo mi mamá pero fue interrumpida por el doctor
-¿Familiares de Fabiola Ledesma?- Preguntó el doctor
-Somos nosotros- Dijo David
-Lo siento mucho, pero, la señorita tiene un severo problema cardiaco, parece ser que desde hace tiempo- Dijo el doctor y yo me deje caer al sofá sientiendo como mi corazón se desconectaba del mundo
-Dios mio- suspiro mi mamá
-Así es doctor- Dijo David
-Necesita un donador, de otra forma la señorita no pasará de la madrugada- Dijo y sentí un glaciar derritiendose en mí
Observe como se retiraba el doctor. Es increible como pasan las cosas, apenas hacía una hora que estabamos desayunando, ella estaba bien, y ahora en un hospital, con tan solo unas horas de vida, necesitando un corazón nuevo para vivir.
-No puedo Vanessa- Dijo David lamentandose -Al igual que Fabiola tengo un problema cardiaco, aunque menos grave, pero a ella le puede afectar- Dijo llorando
-Mamá- Susurre
-Dime- Dijo mi mamá acercandose a mí
-¿Podemos hablar a solas? hay algo que ambos deben saber- Dije refiriendome a mi noviazgo con mi hermanastra
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¡Hola! pocos lectores... pero mi energía positiva sigue de mi lado, esta historia esta por llegar a su fin... no ha tenido mucho exito, pero mi esperanza sigue...
Bendiciones!
-LS