V: El Sombrero Seleccionador

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Apenas había bajado del tren cuando una voz grave y poderosa nos hablo a todos los que habíamos bajado allí. Un hombre de dos metros, con una barba peluda y rizada, vestido de prendas de cuero, se encontraba en la orilla del lago que teníamos al lado.

― ¡Los de primer año! ―gritaba con la linterna― ¡Montaos en los botes en parejas de cuatro!

Joan, Carlos y Noelia no dudaron en pedirme ir con ellos en el bote. Mientras subía como podía en aquel bote, pude ver a Natalia sentándose con otras cuatro personas. Iba acompañada de una chica de pelo rubio, otra con el pelo rizado y un chico con el pelo algo ondulado y con una cara parecida a la de un ratón.

― Que ganas tengo de llegar ya y que me pongan en una casa ―comentaba Noelia.

― Espero que os pongan a todos en la misma casa, seria genial ―dije alegre.

― Yo espero que nos toquen a los cuatro juntos, seria la bomba ―exclamaba Joan.

Llegamos hasta la otra orilla. Apenas se veía nada, hacia mucho frio y tenia poquísimas ganas de seguir fuera.

No me había percatado en ningún momento, pero cuando levanté la vista pude ver a ese gran castillo. Era realmente hermoso. Tenía miles de torrea, ventanas gigantes, puertas, muros… y tenia un aire a un lugar cercano a Suecia, aunque por el frio que hacia me lo podía creer.

Entramos por una puerta pequeña, subiendo unas escaleras gigantes hacia arriba. Una mujer, visiblemente anciana, yacía en mitad de la pequeña zona antes de la puerta gigante que estaba cerrada justo allí.

― Hola a todos los magos y brujas de primer año―decía― cuando os de la señal entrareis, y a medida que vayan nombrándoos os iréis sentando en la silla que se os colocara para que el Sombrero Seleccionador os diga vuestra casa en Hogwarts, donde pasareis y viviréis los años siguientes…

La mujer terminó de hablar, y se puso enfrente de la puerta grande.

― ¿Es la sustituta de McGonagal? ―preguntaba Carlos.

― Si, creo que si. He escuchado que tuvo un accidente de Quidditch para los que tienen su edad.

Supuse que seria un juego o un deporte, pero no tenía ni idea de lo que podría ser. La mujer era también anciana, pero tenia el pelo largo rizado y pelirrojo.

― Llegó la hora ―afirmó esa misma mujer.

Abrió con sus manos la puerta de un solo golpe, y empezó a andar, seguida de todo los magos y brujas de primer año. Iba al lado de Joan en todo momento, evitando poder estar a solas el mínimo tiempo posible.

Mientras andaba una manada de miradas nos seguían a los 20 que éramos allí. Llegamos hasta el final, y pude ver a Natalia riéndose junto a aquí chico con cara de ratón.

― ¡Bienvenidos a Hogwarts! ―decía un hombre mayor, sentado en medio de una mesa gigante― ¡Que comience la ceremonia del Sombrero Seleccionador!

La misma mujer agarro una silla, junto a un sombrero encima de la misma. Un hombre le entrego un pergamino mientras agarraba al sombrero, y empezó a decir nombres.

― ¡Famous!

El chico que antes había visto en la estación cruzando el muro apareció allí. Se sentó en la silla, visiblemente con miedo, y respiro hondo mientras le colocaban el sombrero en su cabeza.

Mis ojos no pudieron creerse lo que acababan de ver. Aquel sombrero, antiguo, empezó a hablar. Se podía ver incluso una cara en el.

― Noble, muuuy noble… sisi lo veo, honesto y trabajador. No hay duda. ¡Hufflepuff!
Una de las cuatro mesas largas, con gente vestida de amarillo, empezó a aplaudir con euforia.  Ese tal Famous se fue corriendo hacia aquella mesa, y cuando se sentó millones de palmadas le daban en la espalda en señal de victoria.

Y así fue nombrando y nombrando, incluso llamaron a Natalia.

Ella fue orgullosa hacia el sillón, sonriendo mientras miraba a todas las mesas con una mirada que no pude descifrar.

― Uuuh, Natalia, una chica llena de astucia y ambición… ¡Slytherin!

La mesa Slytherin, que era verde, se levanto exhausta ante Natalia. Se fue andando, mientras se reía y sonreía junto a los que estaban en el bote con ella, que les habían puesto en la misma casa.

― Te lo dije ―comentó Joan enfadado― es Slytherin…

― ¡Alba Reche!

No reaccione de inmediato, pero anduve hacia allí. Miré a aquel sombrero sin  saber muy bien que es lo que iba a pasar. Me senté y respire hondo, evitando cerrar los ojos y en pensar cualquier cosa.

― Vaya vaya ―decía el sombrero al rozar mi cabeza―es cierto lo que decían sobre ti en Ollivanders, ¿Eh? ―rio― veamos… llena de valor, fuerza… una guerrera esta oculta en ti, y tu misma aun no lo sabes. Se donde te voy a dejar, en la casa que sin duda alguna es tuya completamente… ¡Gryffindor!

La mesa de los rojos aplaudió con fuerza y grito como nunca. Fui hacia ellos, y sonreí, allí ya estaban Noelia y Carlos esperándome para abrazarme nada mas llegar y sentarme.
Solamente faltaba Joan y una chica de pelo ondulado.

Finalmente, Joan entró en Gryffindor, y chillo de la alegría. Joan incluso miró a Natalia en la distancia, como demostrándole que había caído en lo mejor.

En Hufflepuff estaban un tal Dave, Julia, Marta y Famous.

En Ravenclaw un Damion, Marilia, Sabela y Alfonso.

En Slytherin estaba María, África, Miki y Natalia.

Y en Gryffindor estaban Carlos, Noelia, Joan y yo.

Desde el momento en el que sentí el abrazo de toda la casa supe que ese era mi lugar, donde crecería, viviría mil aventuras y millones de cosas mas que me quedarían por vivir allí, y no precisamente con solamente mi casa. Los leones somos fuertes, y sabíamos que íbamos a por todas para ganarle a las demás casas. Esto solo acababa de comenzar.
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Hola!
Vengo a deciros que muchisimas gracias por los 100K de lecturas en Rebeldia. Para nada me creia q iba a llegar tan lejos, sinceramente, muchisimas gracias por tanto.
A veces pienso que no escribo tan bien, y a veces borro capitulos antes de subirlos porque no me llegan a convencer.
Espero que este mejorando, y que os guste. Gracias por todo💖

Dos brujas en Hogwarts | AlbaliaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora