No me olvides, por favor

Prologo...

Un viernes por la noche, camino  una fiesta que quedaba en una cabaña en las afueras de la ciudad de los  Ángeles. Íbamos en una camioneta  con unos amigos y mi novio; Austin mi novio.
Bryan el mejor amigo de Austin, mi novio, comenzó a tocar la guitarra, una de mis canciones favoritas “Screen – Twenty one pilots” y entre todos comenzamos a cantar.

I'm standing in front of you
I'm standing in front of you
I'm trying to be so cool
Everything together trying to be so cool

Fueron las ultimas estrofas que cantamos esa noche, hasta que una luz amarilla, la bocina de un camión que venía en frente choco contra nosotros. Haciendo que todo se torne de negro y nuestros cuerpos sean incapaces de moverse.
Después de unas, quizás, horas el sonido de una ambulancia me despertó. Mi corazón empezó a palpitar con fuerza al encontrarme conectada a varias máquinas que no conocía.
Un enfermero me observo al notar el disparate de los aparatos que sonaban al compás de mi corazón.

— Eres mucho más linda estando despierta – Exclamo — Tranquila — suplico —Estas en perfecto estado ¬— Dijo sonriente — Uno que otro raspón y golpe, pero nada que te deje en cama por meses — Agrego con una sonrisa cómplice — Lo cual es debido a un milagro — Sonrió.

De repente recordé lo que paso anoche y cómo fue que termine aquí.
— ¿Mis amigos? — Pregunte rápido — ¿Mi novio? – Agregue sabiendo que quizás sea la última vez que vea a uno de ellos.

Al escuchar la palabra “Novio” la sonrisa se le borro al instante.

— Tus amigos están bien — Dijo calmando mi angustia – Aunque dos de ellos aún no despiertan – Agrego despertando mi curiosidad.

— ¿Quiénes son? – Pregunte y al escuchar la respuesta se me encogió el corazón.

— Uno de ellos es de contextura delgada, cabello color negro azabache y des tés blanca – Respondió – No tanto como tú – Dijo observando el color de mi piel.

Ese Austin, trate de que mi rostro no se descompusiera y que mis lágrimas n salieran al escuchar tal respuesta.

Al parecer no lo pude conseguir.

— ¿El seria tu novio? – pregunto y asentí lentamente – Estará bien, no te preocupes – Agrego.

— ¿El otro? – Pregunte casi en un susurro.

Suspiro y respondió — El otro es muy distinto, es rubio, de piel tostada – Se detuvo unos segundos – Quizás es deportista o se inyecta algo – Soltó una pequeña risa – Porque tiene cuerpo de atleta –Agrego – Yo quiera tener ese cuerpo – Soltó otra risa – Me conformo con abdominales – Agrego con una mueca de desilusión.

Se trataba de Dylan. Enseguida pensé en Lena, mi mejor amiga.
— ¿Mi amiga? – pregunte

— Fue la primera en despertar, se encuentra bien, anda gritando y preguntando por su novio – Sonreí al escuchar eso – Mis compañeros la apodaron “la loca” – Reí con eso, tenían razón, lo es – Nadie le quiere decir que su novio aun no despierta – Finalizo.

— ¿Van a estar bien? – Pregunte de nuevo preocupada.

Asintió con la cabeza – Confía en nosotros – Sonrió dulcemente – Lena es el nombre tu amiga ¿Cuál es el tuyo? – Pregunto amablemente.

— Ally – Respondí.

— Anderson – Respondió y estrecho su mano con la mía.