Amor incontrolable (Las Crónicas de Narnia: La Travesía del Viajero del Alba)

Capitulo 7: Salvación

Narra ____:

Me encontraba sentada junto a Lucy y Eustace en una pared con las manos y los pies esposados.

Acabábamos de ver pasar una carreta con muchas personas dentro de esta siendo llevados hacia la bahía, las personas dentro de la carreta gritaban tratando de que alguien les ayudara pero nadie iba en su ayuda.

-_____.-Me dijo Lucy.-Tengo miedo

-Tranquila pequeña.-Logre pasar una mano por sus hombros y la acerque a mi.-Verás que todo va a salir bien.

Escuche un pequeño llanto del otro lado y vi a Eustace con la cara enterrada en las manos tratando de sofocar el llanto, así que también lo abrace y lo acerqué tratando de consolarlo.

-Ya pequeño.Tengan fe.-Dije susurrando.-En cualquier momento aparecerá Caspian y todos estaremos bien. Además, no voy a dejar que nada les pase.

El líder de los comerciantes de esclavos vino a donde estábamos junto con otros 4 hombres y se puso a mirarnos.

-Llevemos a la mujer primero.-Dijo mirándome mientras sonreía con desprecio.-Estoy seguro que se venderá bien.

Dos hombres trataron de agarrarme pero luche contra ellos aunque todo terminó cuando uno de ellos me golpeó en la cara haciendo que perdiera el equilibrio y cayera golpeándome en la pared.

-¡¡____!!-Dijo Lucy tratando de agarrarme pero uno de los hombres la agarró antes de que llegara a mi.

-Dejen a la maldita zorra para después entonces.- Dijo el líder.-Llevemos a la más pequeña primero.

-¡No!¡____!-Grito la pequeña Pevensie tratando de tomar mi mano.-¡Suéltenme!

-¡Lucy!-Uno de los hombres me mantuvo contra la pared, evitando que me moviera.-¡Déjenla ir! ¡Lucy!

Llevaron a Lucy a una pequeña tarima donde ya habían varios hombres reunidos esperando para comprar a la pequeña reina de Narnia.

-¡Ofrezco 60!

-¡Ofrezco 80!

-¡Yo doy 100 por la señorita!-Dijo un hombre viendo a Lucy con una mirada que me dio asco y ganas de vomitar.

-¡Yo doy 120!

-¡Yo doy 150!

-¿Quien ofrece mas?-Al nadie más ofrecer nada Lucy fue vendida a un hombre calvo.

Después fue mi turno de subir a la tarima.

-¿Quien puede dar más por esta mujer? A pesar de que ya fue...usada.-Dijo el comerciante causando risas de parte de los comerciantes.- Les aseguro que podrán usarla bien y no solo es eso si no que el bebé que lleva en su vientre será un buen esclavo algún día.

El simple hecho de pensar en mi hijo, mi bebé, el heredero de Narnia convertido en un esclavo me dio ganas de llorar pero me contuve. No dejaría que estos malditos vieran llorar a la reina de Narnia.

-¡Yo doy 50!

-¡Yo doy 70!

-¡105 por la mujer hermosa!

-¡200!-Dijo el mismo anciano que había ofrecido 100 por Lucy

Nadie quiso ofrecer nada más y me bajaron de la tarima.

En cuanto yo estuve en el suelo subieron a Eustace a la tarima.

-Y ahora este...lindo espécimen.- Dijo el comerciante.-¿Quien abre la subasta?-Al ver que nadie hablaba volvió a decir.-Anímense señores, tal vez es pequeño pero...es fuerte.

-Si, muy fuerte.-Dijo uno de los hombres sarcásticamente.- huele peor que el trasero de un minotauro.

Todos volvieron a reír, indignando al pequeño Eustace.

-¡Esa es una mentira denigrante! ¡Gane el listón de la higiene por 2 años seguidos!

Todos siguieron riendo mientras el comerciante trataba de hacer que alguno se llevará al pequeño.

-Yo me llevaré al muchacho.-Dijo una voz sumamente conocida.-De hecho ¡Voy a llevarme a todos!-Eran Reepicheep y Lord Drinian.-¡Por Narnia!

Los narnianos contestaron al grito y rápidamente empezaron a atacar a nuestros secuestradores.

Logre alcanzar a uno de los hombres que estaban más cerca a nosotros y lo tome por detrás, sujetando su cuello con las cadenas.

-Las llaves,ahora.-Dije lentamente y el hombre me las dio.

Me quite las esposas y luego se las quite a Lucy y a Eustace. Lucy y yo rápidamente nos unimos a la batalla, olvidándonos de Eustace por un momento.

Los ciudadanos de la isla también se unieron a la batalla, ayudándonos.

Uno de los hombres y yo estábamos en medio de una batalla intensa cuando de pronto un hombre cayó encima de él. Voltee para ver qué es lo que había pasado y vi a mi esposo viendo me desde arriba con una sonrisa burlona.

-¿Me extrañaste mucho, preciosa?-Dijo saltando para estar junto a mi.

-Lo tenía bajo control.-Le dije limpiándome el sudor de la frente.

Caspian solo sonrió y me beso.

-Me alegro que estén bien los dos.-Empezó a examinar mi rostro y se dio cuenta del golpe que tenía en el pómulo y se puso completamente serio.-No se quien lo hizo, pero consideralo muerto.