Your Ghost. [Kim Namjoon y tú. 1ra Parte].

12 de septiembre: 1.

"Por favor, no vayas a caer en las malas jugadas de tu mente. No seré yo. Yo ya no estaré ahí. No confíes, no lo hagas."

Día doce de septiembre.

__________ se levantó temprano. Tomó un baño, y bajó a desayunar.

Cortó melón y piña en pequeños pedazos, no tenía muchas ganas de preparar algo elaborado.

Llevó el plato con fruta a la mesa, y se sentó para empezar a comer todo.

Picaba los trozos de fruta con el tenedor, llevándolos uno a uno a su boca. Sin prisas.

Entonces miró la silla del otro lado de la mesa; el lugar de Namjoon.

-La piña no me gusta mucho en realidad.-se encogió de hombros.-Pero es lo que había. Pensándolo bien, debí aceptar que Yoongi y Jimin me llevaran al supermercado, podría estar comiendo uvas y manzanas en éste momento, en lugar de melón y piña.-picó otro trozo y lo comió.

Hizo una mueca.

-Que estupidez.-murmuró.-Estás enloqueciendo, _________, le hablas a la nada.

Ella pasó unos minutos en silencio, dejó que su mente vagara un poco, dejó que los recuerdos la agobiaran, dejó que ese sin fin de sentimientos presionara su pecho.

Pero no dejó que las lágrimas salieran. Ya no tenía ganas de llorar.

-Te voy a querer toda mi vida, Namie, incluso si no estás a mi lado.

Dicho eso, se levantó de la silla y se encaminó a las escaleras. Subió todos los escalones tranquilamente hasta la habitación, entonces comenzó a vestirse.

Una blusa blanca, jeans...

Caminó hasta el closet, donde sacó aquella bolsa por la que iba tarde ese día.

Realmente no eran materiales de dibujo.

Era una caja de zapatos.

De Converses rojas.

Tomó asiento en la orilla de la cama, y se las puso. Obviamente le quedaban a la perfección. El color rojo armonizaba con el resto de su atuendo, y su maquillaje natural. Finalmente ató su cabello en una coleta alta.

Ella había guardado las Converses especialmente para ese día; el doce de septiembre, cumpleaños de Kim Namjoon.

Quería darle el gusto de verla usando unas, pero sus planes no salieron como ella esperaba. Jamás imaginó que Namjoon se iría tan solo unos días antes de su cumpleaños.

Y ahí estaba __________, sentada en la orilla de la cama, mirando sus zapatos fijamente.

-Dime, Namjoon, ¿realmente se ven bien en mí?.

Silencio.

-¿No te parece que gasté mi dinero en vano? No creo que el rojo sea mi color...

Silencio.

-O tal vez sí, no lo sé.

Silencio.

-He pensado muchas cosas. Tal vez me mude a otra casa, compre un perrito, o dos. No quiero una casa muy grande, como ésta... es bonita, pero es demasiado para mí. Ahora solo soy yo. Aunque Yoongi, Jimin, Aiko y April casi siempre están aquí, pero no es lo mismo.

Suspiró.

-No sé si deba decirle a Yoongi y Jimin sobre la caja de fotografías...

Miró la pulsera en su muñeca derecha.

-Combina con las Converse, ambas cosas son rojas.

En ese momento, una llamada entró a su celular, era Aiko.

-¿Ya estás lista?.

-Sí.

-Excelente, estamos cruzando la calle, Yoongi y yo estamos fuera del auto.

-Bien. Enseguida voy.

--¿Qué dijo?.

Preguntó Yoongi.

-Está lista, ahora viene.

--Bien... es extraño, ¿sabes?.

-¿Qué es extraño?.

--Hoy es doce de septiembre; cumpleaños de Nam.

-¿De verdad?.

--Sí. Cada año temía que éste día llegara, me sentía como un niño asustado intentando esconderse en la falda de su madre.

Miró a Jimin quién estaba dentro del auto conversando animadamente con April.

-Debió ser muy duro, ¿no es así?.

--Más de lo que puedas imaginar. Pero ahora, todo es diferente. Estoy feliz. Es el primer doce de septiembre en el que puedo sonreír, desde hace años.

-Habrá años mejores, Yoongi. Llegará un día en el que cada lágrima valga la pena.

--Sí. Mira, ya viene _________.

Ambos miraron al frente con una sonrisa. Ella iba saliendo de casa.