Your Ghost. [Kim Namjoon y tú. 1ra Parte].

Motivo: 2.

-Te esperamos por diez minutos.

-Lo siento. Me quedé dormida, ¿sí?.

-No hay problema, ________.-dijo April.

-¿Cómo qué no? Sí lo hay.

-No seas dramática, Aiko.

April tomó la mano de su novia.

-¡Vamos, niñas! ¡Voy tarde!.

-No vas tarde, estás desesperada porque temes no encontrar lo que buscas.

-Por eso voy tarde, ¿qué pasa si se agotan, Aiko?.

-Por favor, eso es muy poco probable.

-¡Solo vamos!.

Podrías olvidarlo... o podrías recordarlo.

Podrías seguir... o podrías detenerte.

Podrías sonreír... o podrías llorar.

Podrías gritar... y también... podrías callar.

-Gracias por acompañarme, chicas.

Dijo ________ con la bolsa de su compra en brazos.

-No es nada, ________, lo hacemos con mucho gusto.

-Seguro lo amará.-dijo Aiko.

-Eso espero.-sonrió.

-Bien. April y yo nos iremos, ¿segura que no quieres venir con nosotras?.

-Oh, no, tengo cosas que hacer. Pero gracias de igual forma, diviértanse.-griñó un ojo.

-Ja-Ja-Ja, que graciosa. Vámonos, April.

-Adiós, ________.-la abrazó.

-Adiós.

Entonces quedó sola fuera de la casa. No sabía por qué no entraba aún. Todo el tiempo tuvo una opresión en el pecho. Una sensación horrible.

De cualquier forma tenía que entrar, así que lo hizo de una buena vez.

Todo parecía estar en orden.

-Namie, regresé.

Anunció mientras caminaba a las escaleras.

Pero se detuvo.

Se detuvo en el primer escalón.

-¿Namie?.

No hay frío.

-Namjoon.

Continuó subiendo de forma lenta.

-¿Quieres jugarme una broma?.

Llegó al segundo piso.

-Vamos, Namjoon. En serio.

Su corazón comenzó a acelerarse.

-¿Namjoon?.

La ansiedad comenzó a invadirla de a poco.

Caminó por el pasillo, mirando las otras habitaciones. Tal vez él intentaba jugarle una broma, escondiéndose en alguna de éstas. Pero no lo encontró.

Así que regresó por el pasillo hasta la habitación principal. Abrió la puerta de golpe, prestando atención a su alrededor.

Nada.

-Namjoon, si no me estás permitiendo verte para llevar a cabo tu juego, déjame decirte que ya no es divertido, ¿entiendes?.

Silencio.

Entonces salió de la habitación y bajó las escaleras rápidamente.

Buscó en la sala de estar, hizo lo mismo con la cocina, y el cuarto de lavado. Y volvió a la sala de estar.

Nada.

No había nada ni nadie.

Él no estaba.

-¡Namjoon, ya basta! ¡Namjoon!.

Ella sabía que no se trataba de un juego o una broma. Ella sabía lo que en realidad estaba sucediendo.

-¡Namjoon, por favor!.

¿Por qué seguir mintiendose de esa forma?.

-¡¡Namjoon!!.

Las lágrimas caían de sus ojos sin límite alguno.

Estaba desmoronandose en llanto y gritos llenos de dolor e impotencia.

Eso era la horrible sensación que la acompañó desde que salió de casa.

La sensación que te conlleva una pérdida.

Y siempre se vuelve al mismo punto; la realidad.

Tan vil y despiadada. Siempre estando allí lista para golpearte de la forma más fuerte que pudiera.

Siempre acechando a las personas. Destruyendo ilusiones, sueños, esperanzas.

Destruyendo caminos.

Pero ésta vez, destruyó un amor que simplemente no estaba destinado a ser. Al menos no ahora, al menos no en ésta vida.

-¡¡NAMJOON!!.

Y ese fue el grito que no sólo terminó por desgarrar su garganta, también desgarró su alma, y destrozó su débil e iluso corazón.