Príncipe de las cenizas

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Salveeeee!!!!! ♥♥♥

Perdón por la tardanza, el calor me quema las neuronas.😭😭😭 Pero he metido la cabeza en el refrigerador y todo está de vueltaaaa!!

Ojalá disfruten el capítulo ♥♥♥





Y si que Ash tenía una maldita suerte celestial.

La declaración salió exactamente cómo George y Max habían previsto. Al final sólo tuvieron que llegar a un acuerdo con el juez y el juicio no fue necesario. Tres meses de libertad condicional con firma mensual y tenía su trasero fuera del juego.

—Espero que entiendas que esta es la última vez que sales de una así —le advirtió George— ya no tienes ninguna excusa para volver a causar ningún tipo de problemas.

El chico sólo asentía repetitivamente. Todavía tenía un par de asuntos pendientes y los policías aún estarían rondando en su espacio por lo menos dos semanas más antes que se aburrieran de tener que estar siguiendo y controlando a un adolescente callejero sin importancia, o antes que Ash destruyera su confianza como personas competentes. En lo segundo si que era muy bueno.

—Creo que sería bueno que te quedaras con nosotros un tiempo —propuso Max— Michael estará en L.A hasta que terminemos con el tema de la mudanza y tenemos un cuarto disponible.

Ash todavía tenía el departamento en el que había vivido con Eiji por casi un año, pero no tenía ninguna intención de volver. Probablemente lo vendería ahora que necesitaba el dinero para lo que fuese que haría luego de cortar cualquier tipo de conexión con lo que quedaba de la fundación corsa, partiendo por anular la adopción de Golzine. Quedarse con Max ayudaría a que los ojos se desviaran de él más rápido, además, Jessica era una cocinera excelente.

—Gracias viejo, pero antes tengo que pasar a un lado. Estaré allí mañana.

— No creo que sea buena idea desaparecer el primer día después de tu sentencia —apuntó Max— aunque si lo que te preocupa es que Eiji estará ahí no tienes que. Se fue esta mañana.

En ese momento le pareció tan irritable que Max lo conociera tan bien como para darse cuenta de las razones por las que hacía las cosas. En especial cuando tenía razón. Luego de la visita de Eiji en el hospital no había vuelto a saber nada de él. Sólo que se estaba quedando con Ibe en la casa de Max y Jessica. Para su sorpresa el japonés mantuvo su parte del trato, no intentó contactarlo de ninguna manera y ahora que ya todo el tema de su sentencia tenía punto final no le quedaban razones para seguir en Nueva York. De seguro Max le informó y con eso Ash esperaba hubiera sido suficiente para volver a Japón sin ataduras. Aún así no pudo evitar sentir que se le aplastaba el pecho al pensar en lo fácil que aceptó no volver verlo. Eiji era increíblemente terco cuando se le metía algo en la mente, aunque Ash le ganaba por cientos de kilómetros en ese campo.

Terminó aceptando quedarse esa noche. Llegaron al ascensor del edificio y no pudo evitar notar una pequeña sonrisa en la cara de Max.

—No me digas que me has pedido que me quedara para cuidarte el lugar mientras tú y Jessica se van a celebrar su pre luna de miel a un cuartito lleno de velas insoportables.

— Aunque no sea una mala idea... En realidad sólo estoy aliviado de que todo esto al fin terminara. Ahora vas a estar bien ¿Me escuchas? cómo tu padre me voy a asegurar de eso.

— ¿Seguimos con eso? ¿No estarás en serio desarrollando un fetiche? ¿Eh, papi?

— Mocoso, siempre viendo el lado sucio inexistente.

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