Prólogo

49 1 0
                                    

Desde hacía varios años me dí cuenta que no me gustaban las chicas, pero tampoco me iba los Homosexuales afeminados.

Salí con una chica en mi adolescencia y cuando la deje fui y le dije a mis padres que había comprobado que no encargaba con una mujer que era gay, mis padres no aceptaron eso, y para colmo estaba siendo acosado por un tío que me repelaba, demasiado femenino para mí.

Cuando entre en Bellas Artes me cruce con Jack un chico Heterosexual del cual caí enamorado como un crió de 12 años, pero ahí no acabo la cosa su amiga Dafne me pidió un favor y que favor.

Terminando la clase fui a sentarme en un banco de una pequeña plaza.

- Xavier, hola. - Se acercó Dafne con Jack.

- ¿Que os traé por aquí?

- Necesito tu ayuda.

- Cuéntame.

- ¿Puedes acerté pasar por mi novio?

¿Que me acaba de pedir?

- Sabes que soy Homosexual ¿Verdad?

- Sí, pero no pareces que lo seas, eres muy masculino.

- Soy hombre y me gusta serlo.

- ¿Entonces?

Si acepto me quitaré al puto tío que me tiene hasta los huevos y estaré más cerca de Jack.

- Vale, pero solo una semana.

- ¿No vas a preguntarle por que? -Saltó Jack.

- Jack, no soy tonto, le gusta el frutero y es lo típico que hacen las adolescentes, aun que pensaba que ya teníamos una edad y dejamos de serlo.

- Es idea de ella.

- Lo supuse.

Me eché a reír y Jack me acompañó en mi risa.

- Bueno yo tengo que irme ya. -Dijo Jack.

- Que te vaya bien el dentista.

- Gracias loca.

- Bueno tú te viene conmigo a la frutería a comprar una manzana. -Le dije a Dafne.

Entramos en la frutería y fui a coger un guante transparente y agarré una manzana, me acerqué al mostrador y la puse encima.

- ¿Cuanto es?

- 25 céntimos. -Respondió el chico por el que suspiraba Dafne.

- Amor ¿Que quieres? - Le pregunté.

Pero ella estaba como tonta mirándolo y el tipo ni se dio cuenta.

- Nada Xa- Se paro - Amor, gracias.

- No hay de que muñeca.

El tío pasaba de todos era como un robot. Me dispuse a agarrar a Dafne de la cintura y salimos.

- Creó que lo tienes muy complicado.

- No me desanimes anda.

- Bueno quizás si hablamos sobre algo y nos va oyendo, pero ya te digo que tu plan para mí perspectiva hace agua por todos lados.

- Es que no eres creíble.

- ¿No serás tú la poco creíble?

- Yo no, eres tú qué no te metes en el papel.

- Tú eres la que te ha costado milésimas de segundos el saber que me tenias que decir amor y no Xavier, sin olvidar que estabas casi babeando.

- ¿Por que tanto interés de que sea creíble?

- Primero para que tu consiguas a ese y segundo para que un chico de la facultad me deje en paz.

- ¿No eres gay?

- Sí pero no me gusta cualquier tío.

- ¿Y no es malo que crean que te gustan las chicas? -Alzó sus cejas.

- Nada que ver, como no hay bisexuales, creo que más que homosexual o incluso heterosexuales.

- Exagerado.

- Un poco, pero no me incómoda, no es la primera vez que estaría con una mujer.

- ¿Cómo?

- Pues hace unos años aun no tenía claro que me gustaba, quizás por que me negaba a ser lo que soy, pero realmente nunca me habéis atraído las mujeres sexualmente.

- ¿Vamos a tomar un café?

- Claro, pero a donde para el acosador.

- Perfecto Xavier.

- Amor, dime amor.

- Vale. -Se echó a reír.

Enamorado De Quien No DeboDonde viven las historias. Descúbrelo ahora