Capítulo 22

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Despertar con una carta donde debería de estar Dante no es bueno, para nada bueno.

Mis ojos se comenzaron a aguar al no ver a Dante por ningún lado de la habitación, ya era de madrugada así que se podía ver con claridad la habitación.

Con las manos temblorosas y con el corazón a mil abrí la carta, de inmediato reconocí la caligrafía de Jaime «No otra vez» pensé

“Ven con tu papi pequeña, de pronto y encuentras al chandoso que dices llamar Dante”

Mis lágrimas comenzaron a salir, el miedo me estaba matando. Como pude, me paré de la cama y comencé a llamar a Dante a gritos.

-¿Que pasó? - pregunto Noah desesperado, como pude le tendí la Carta y este la leyó rápidamente - Quedate aquí

Rápidamente Noah volvió a su habitación y salió con un arma de ella «¿De donde saco eso?» pensé.

Iba a hablar pero un ladrido sonó primero, ese era Dante, estaba segura. Rápidamente salí del departamente, no había nada.

-Tu busca arriba y yo abajo - ordeno Noah.

No dije nada, solo subí corriendo, no había tiempo de esperar el ascensor, al subir me encontré con Dante, pero algo no andaba bien, estaba "solo".

-Dante - susurre - Ven aquí pequeño.

Él, muy obediente se acercó un poco, pero luego paro y comenzó a ladrar, me asuste y me primera reacción fue llamar a gritos a Noah.

-No hables pequeña - susurro un hombre detrás de mi - o todo esto ira peor

-¡Noah! - volví a gritar

-Te lo estoy diciendo a las buenas

-¡Noah! - grite más fuerte, si es que eso es posible

-Última oportunidad - me apunto en la cabeza con lo que supongo es una pistola

-¡Noah! - Volví a gritar

-Tu lo pediste - escuche como cargo el arma y le quito el seguro - ¿Últimas palabras?

-Vete al infierno - dijo Noah.

Escuche un disparo seguido de un ardor inmenso en el hombro, al menos no estaba muerta. Mire al hombre, aun estaba vivo, pero en el suelo

-¿Últimas palabras? - pregunto Noah antes de apuntarle en medio de las cejas

-¡No lo mates! - grite

-¿Que? - me pregunto Noah

-Le pueden sacar información - dije

Las sirenas de los policías se comenzaron a escuchar, al parecer los vecinos los llamaron.

Amar es destruir y ser amado es ser destruido Donde viven las historias. Descúbrelo ahora