Me ha gustado Ryan por mucho tiempo. Un vergonzoso largo tiempo, y nadie, ni siquiera Brianna, lo sabe.
Ella piensa que en octavo grado, cuando él me invito a un baile y dije que si, solo estaba siendo amable, y cuando dije —Me… me gusta algo, ¿está bien? —esperando que ella dijera que lo estaba, ella dijo–: Vamos, no puede gustarte realmente. Es Ryan.
Todavía podía recordarla diciéndome cuan afortunada era porque resulto ser que él no podía ir porque su abuela había fallecido y tenía que volar a Seattle para el funeral. En ese tiempo Ryan no valía el tiempo ni el interés de Brianna, por lo que no se suponía que valía para mí.
Pero yo pensaba que sí. Quería ir a ese baile con él, quería ser su novia, pero no conseguimos ir al baile, y cuando el volvió del funeral Brianna le había dicho a todo mundo que yo no había querido salir con él y era demasiado amable para decir que no.
Él escucho, por supuesto, y no volvimos a hablar hasta el final de nuestro primer año de secundaria, cuando terminamos de pie el uno junto al otro en la espera para salir de la escuela durante un simulacro de incendio. (No puedo ser la única persona que ve el problema con eso, ¿verdad?)
Hablamos ese día… solo —Hola, ¿Qué pasa? —y adivinando que tan quemados estaríamos si hubiera un incendio real… y después de eso, admito, yo pensé… espere, que tal vez, algún día…
Y luego, algo de seis semanas atrás, lo vi en una fiesta.
Lo vi, pero Brianna lo tenía.
Veo a Brianna saludándolo mientras me pongo en el camino. Ryan levanta una mano también, y trato de no pensar en esa fiesta. Sobre lo que pensé en ese momento.
Sobre su mano tocando la mía.
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The unwritten rule~Elizabeth Scott
Teen FictionTodo el mundo conoce la regla implícita: No gustas del novio de tu mejor amiga. Sarah está enamorada de Ryan desde hace años. Es sencillo hablar con él, es super inteligente, y la entiende completamente. Últimamente hasta pareciera que él le estuvie...