No dormí mucho, alternando entre la emoción (¡EL BESO!) y el terror (¡EL BESO!) y medio esperando que Brianna viniera y... bueno, no sé qué haría si lo supiera. ¿Ryan le habría dicho? Sabía que no lo haría sonar como que yo lo había besado, no era ese tipo de chico, pero ¿cómo le dirías a tu novia que tu y su mejor amiga se habían besado del modo que no sonara tan feo como era?
Por fin me dormí después de que saliera el sol, estaba cansada. El beso casi se veía como un sueño ahora.
Pero no lo era.
Era real y había pasado, y Brianna vino mientras yo bajaba las escaleras para encontrar a mamá preparando sus dulces de chocolate pecan, y poniendo la comida en un plato.
—¿Que paso contigo? —dijo Brianna cuando fui a abrir la puerta—. Te ves terrible.
—Estoy cansada —dije.
Me miro.
Temblé por dentro. Lo sabía, lo sabía, lo sabía.
—¿Bueno puedo pasar o qué? —dijo, y yo asentí, todavía esperando por su verdadera reacción, caminó dentro de la casa, olfateando la casa.
—Huelo a comida —dijo, aplaudiendo con sus manos, y metiendo la cabeza en la cocina—. Hola —dijo cuando entro allí, saludando a mi mama. Mamá solo dijo: —¡Mírate! Creo que te pones más bonita cada día ¿Quieres un dulce? Brianna sacudió sus manos y se sentó en la mesa de la cocina.
—¿Donde está el profesor? —dijo, y gesticule hacía la sala, donde podía oír a papá riendo con una vieja comedia ¿Que estaba esperando Brianna? ¿Por que actuaba tan normal?
—¿Qué piensas? —dijo mama, dándome el plato.
Dije: —Grandioso —y tome un dulce, partiéndolo y comiéndolo. Moví mi cabeza, asustada, y tensa, demasiado tensa, podía sentir los músculos de mis piernas sacudiéndose.
—¿No crees que necesita un poco mas... de verde a los lados, tal vez, para mejorar los dulces? El color siempre es bueno ¿O tal vez algo naranja en la base?
¿Cómo se suponía que haría esto? ¿Cómo podía ser la vieja Sarah, la aburrida Sarah, Cuando Brianna lo sabía y se quedaba quieta por alguna razón?
La mire, pero estaba mirando el plato como si ahora estuviera pensando en eso.
No podía hacerlo.
—Parece algo sacado de un libro de cocina —dije a mama—. De verdad profesional —ella se alegro, y fue a mostrárselo a papá.
Después Brianna volteo a verme, y finalmente dijo —¿Podemos ir arriba?
Asentí, con mi estomago revuelto, y la seguí arriba con mi vista confusa por la preocupación y el azúcar.
En mi habitación, me atragante, esperando.
Brianna fue hacia mi cama y dijo —¿Qué pasa con Ryan?
—No quiero decir... espera ¿qué? —no se suponía que diría eso.
—¿Qué pasa con Ryan? —dijo otra vez—. No me dijo nada en la noche sobre estar molesto conmigo. O de mi cabello. Pero eso no es un gran problema ¿Has hablado con el recientemente?
—Si —dije, y media verdad estaba en mi lengua—. Brianna, yo... bien... tengo que...
—Bueno, al menos tú dijiste algo —dijo, y se levanto, sacudiendo su cabello. Cuando lo hacía, note una marca en su cuello, era apenas visible donde su blusa terminaba en el cuello.
—¿Qué es eso? —dije, cuando me miro como diciendo "¿qué quieres decir?" como si no pudiera ver su cuello, y por su puesto Ryan no le dijo del beso. Solo regreso a la fiesta y la vio y se dio cuenta lo estúpido que había sido, después la beso una, dos, un millón de veces, no un beso rápido pero si un chupetón. Algo que la marcaba a ella como suya.
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The unwritten rule~Elizabeth Scott
Teen FictionTodo el mundo conoce la regla implícita: No gustas del novio de tu mejor amiga. Sarah está enamorada de Ryan desde hace años. Es sencillo hablar con él, es super inteligente, y la entiende completamente. Últimamente hasta pareciera que él le estuvie...