Capítulo 3

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La mañana se hacía presente, Tintin estaba recibiendo a los agentes Fernández y Hernández en su piso, les había contado todo lo que sucedió la noche anterior, confirmándose que aquel hombre "Barnaby", era uno de los mejores agentes en la Interpol, y que ya hacía mucho que le seguía la pista al hombre misterioso.

-Vaya noche la de usted Tintin- dijo Fernández

-Ni que lo diga, además de todo lo anterior, encontré esto- alzó el periódico para mostrarselos a ambos- estaba anoche en la escena del crimen, la señorita Elizabeth estaba conmigo esa noche-

- ¿¡Elizabeth?!- sorprendido Hernández pronunció.

-Si, ella los conoce, ¿no es cierto? -

-Claro, solo que no sabíamos que ya estaba con usted-

-Por cierto, ¿sabe dónde se encuentra? -

Tintin indico donde estaba la chica, al parecer estaba dormida en uno de sus sillones, estaba de espaldas por lo que ambos agentes no se habían percatado de su presencia.

-Ya veo- dijeron ambos.

-No se preocupe Tintin, nos encargaremos de esta evidencia-

-Así como el rastro de aquel carterista-

-Cuento con ustedes caballeros-

-Lo tendremos informado- dijo Hernández primero al salir de la habitación, sin observar antes que un gato se encontraba en su camino, dando como resultado la caída de este. Tintin y Fernández salieron rápido para ver qué había sucedido, viendo así al pobre Hernández en el suelo. Fernández rápido fue a su ayuda, despidiéndose así ambos agentes, Tintin se despidió igual, pero aun había muchas incógnitas en este caso, en ellas incluían a Elizabeth.

La chica por fin abrió sus ojos, no recordaba cuánto había dormido; seguía algo desconcertada y afligida por lo ocurrido anoche, estaba moviendo poco a poco sus extremidades, observaba a ambos lados y recordó que estaba en el piso de aquel reportero, Había olvidado que estaba con él, rápido un leve rubor asomó sus mejillas, se había dado cuenta que había dormido en el piso de un desconocido, Vaya que vergüenza, ni siquiera lo conozco bien a este joven..., la chica se paró rápido del sillón y busco sus cosas, estaba decidida a irse cuando de pronto, algo brillante llamó su atención. De inmediato reparo en lo que era, agacho su mirada al suelo y vio en el fondo debajo de aquel mueble un pequeño cilindro, tardó unos segundos en sacarlo y lo observó más a detalle.

- Pero, ¿qué es esto? - mencionó curiosa.

Tintin estaba observando la escena divertido, parecía una niña con juguete nuevo, divertido decidió intervenir.

-No me había enterado que "eso" estaba en mi piso-

Elizabeth volteo sorprendida al ver a Tintin, avergonzada se paró de suelo y contestó.

- ¡Tintin!, ¿desde hace cuánto está aquí parado? - ahora estaba más apenada que antes, y esa actitud no era costumbre de ella.

Tintin le sonrió.

- ¿Me permite verlo? - dijo con voz suave.

-C-claro, tome- le entregó el cilindro metálico.

Tintin observó aquel objeto particular, busco alguna forma de abrirlo hasta dar con una pequeña entrada, abrió aquella y salió un papel, parecía un pequeño pergamino.

"Tres hermanos unidos, tres unicornios juntos, viajando al sol del mediodía hablará, a partir de la luz, la luz vendrá, y entonces lucirá la cruz del águila"

---Tintin: El secreto del Unicornio---Donde viven las historias. Descúbrelo ahora