CAPÍTULO 2

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El día transcurre con normalidad, excepto por mis nervios al saber que mañana estaré volando hacia otro estado. Y aunque no extrañaré muchas cosas de aquí,  espero con ansias que haya un maestro de música tan bueno como el que tengo aquí en Minessota; el señor Robbin;por ahora esa es mi mayor preocupación a parte de que pongan ¡el bendito PH en los sanitarios!
Para cuando llega mi última clase de cálculo,  saco todos los libros de mi locker y me dispongo a llevarlos conmigo al aula pero al entrar el maestro me dice:
-Señorita Jonnes, me acabo de enterar sobre su traslado.
-Ah si- digo casi sin que se oiga. 
-Bueno le deseo lo mejor, ahora debo pedirle que se dirija a la dirección,  el director la espera.
-Esta bien,  gracias- respondo y me alejo guardando los libros en mi bolso.

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Llego al centro directivo de la preparatoria y me acerco a la Secretaria.
-¿Qué se te ofrece?- pregunta fríamente sin mirarme.
-Buen día me dijeron que el director quería verme.
-¿Y tú eres?- dice sin mirarme otra vez.        
-¿Disculpe?-digo, ella rueda los ojos y contesta:
-Necesito tu nombre para ver si tienes reservada una cita con el director.  Empiezo a incomodarme pero con respeto le digo:
-Disculpe, creo que no oyó lo que dije, me dijeron que el director quiere verme. Y no, no tengo una cita.
-Pues lo siento pero el director está muy ocupado y si no reservaste no puedo...
-Ey, oiga, ¿Es usted la dueña de un Cadillac 2016 blanco que está en el estacionamiento?-Interrumpe un joven, al parecer algo mayor que yo, ojos café claros y pelirrojo.
-Si soy yo. ¿Por qué? -contesta preocupada la Secretaria.             
-Pues tiene una ventana rota y basura por todos lados, creo que ví a algunas ratitas de primer año correr al percatarse de mi presencia.-dice el joven y me guiña un ojo sin que la Secretaria lo note. Esta sale corriendo de inmediato lo más rápido que puede con esos tacones número 10. Es gracioso, no puedo evitar reír ante esa situación y de repente el joven pelirrojo me dice: -De nada- y se aleja. 
-Gracias. Mi nombre es Emma- le digo esperando saber su nombre.
-Lo sé- me dice y sale del lugar. Eso fue extraño ya que no recuerdo haberlo visto en la preparatoria y si es mayor, mucho menos, yo estoy en último año y él no es de mi clase, además es muy joven para ser maestro. Bueno no tengo tiempo para pensar en eso, me apresuro a entrar a la oficina del director antes de que la Secretaria vuelva. Me acerco y llamo a la puerta.

-¡Pase!- grita y entró lentamente- cierre la puerta señorita Jonnes. -Okey, ¿Me llamaba señor director?
-Si Jonnes, ya debe estar enterada del traslado, ¿verdad?-arquea una ceja.  -Así es señor-digo y agacho la cabeza. -Bueno,  quiero ofrecerle una disculpa si no es lo que usted esperaba, pero si la escogí a usted para ir con Beck, no es por su parentesco sino más bien por su conducta y aprovechamiento académico. En San Francisco tendrá oportunidades que en Minessota no, y quería ofrecerle solo si usted quiere y desea aprovechar esta oportunidad, alargar su estadía en San Francisco hasta  que culmine el año y pueda obtener los créditos necesarios para poder estudiar en la Universidad de su elección,  además de...
-No. Discúlpeme pero me ha costado aceptar ir por 3 meses, estoy segura de que no quiero quedarme por más tiempo- digo y tomo mi bolso en señal de que quiero irme ya.
-Bueno Jonnes la oferta sigue en pie y seguirá durante los tres meses restantes, pero recuerde que cuando regrese a Minessota no habrá retorno. -Lo sé Señor, gracias por la oferta pero estaré bien aquí- me pongo en pie dispuesta a salir.
-Jonnes, antes de que se vaya,  aquí tiene sus papeles de estudiante y el pasaporte. Lo único que falta es que vaya a la enfermería y pida su historial médico, es un requisito para el traslado- me entrega los papeles y me retiro sin siquiera saber donde está la enfermería. Jamás he ido. Usualmente si me siento mal solo me voy a mi casa y ya. Y me avergüenza preguntar dónde está porque llevó 4 benditos años estudiando aquí, ya debería saberlo. Así que me aventuro a buscar por mi cuenta cuando a mitad de pasillo oigo la voz de mi mejor y único amigo acercándose.

-Emm- dice y me despeina. Odio eso. 
-Jules sabes que detesto que me despeines- bufo.
-Por eso disfrutó hacerlo- dice y vuele a despeinarme. Lo golpeo en el brazo y él finje dolor. -Auch Auch, ¡Auxilio! Una bravucóna, llévenme a la enfermería- chilla y yo me río.
-¡La enfermería! -grito.
-No hablaba enserio Emma, sabes que tus golpecitos son como patitas de cachorritos acariciando... -No no, es que tengo que ir a la enfermería ahora por mi historial médico.
-Y eso ¿Por qué? ¿Estas enferma?
No sé cómo le diré a Jules que me voy mañana,  no nos hemos separado desde el primer día de prepa cuando nos conocimos. Jules es la razón más importante para volver en 3 meses.
-Emm- me mira intrigado. Mi silencio no le da buenas señales- Emm, ¿Qué sucede? ¿Estás enferma? 
-No estoy enferma... -digo agachando la cabeza -Me trasladaré a Roussso San Francisco- hago una pausa y termino- Mañana Jules.
Jules se queda atónito cómo si le hubiera dicho que alguien murió, boquiabierto pestañea y mueve la cabeza en modo de negación y lo último que dice es:
-¿Qué? -en un hálito que traspasa mi pecho con dolor.

Dulce Amor en San FranciscoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora