VIII

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—De rutinas y excepciones—

~Reacción~

Vagar por internet es algo que jamás hace en su horario de trabajo, pero siempre hay excepciones a la regla. Una desgraciada excepción a la regla que lo conllevó a buscarse a sí mismo en un afán de egocentrismo que se desconocía y que finalmente lo llevó a dar con algo perturbador.

Una imagen de él y su hermano mayor, en circunstancias poco morales.

Dios. Casi estuvo a punto de vomitar su desayuno, almuerzo y hasta su propia cordura. Y como si no se le hubiera ocurrido nada mejor, la irracionalidad se apodera de él y se aleja de la pantalla como si le tuviera miedo.

¿Es que en qué mente humana podía existir la idea de que algo así sucediera? ¡Si son hermanos! Y ellos han hecho siempre cosas de hermanos: se humillan, se golpean, se echan la culpa el uno al otro, se acusan a sus padres (o lo harían si estuvieran vivos), se defienden de los matones y un largo etcétera; qué es eso de coger entre hermanos, por todos los cielos...

¿Ahora cómo miraba a Escocia a la cara de allí en más, por los siglos de los siglos?

—Oye, gusano, el té está...

Y la pantalla, con su sugerente dibujo (que en realidad poco dejaba a la imaginación), hace callar de golpe al recién llegado.

—... servido.

—¡ESCOCIA! —Grita el otro, y se espanta tanto que parece un gato al que asustan con un pepino, totalmente abstraído de su sentido común.

—¿Qué mierda estabas buscando en internet?

—¡NADA!

—¿Nada? —Escocia arquea la ceja, mirando atentamente el maldito dibujo con la mano en la boca como si fuera el más serio crítico de arte de todo el maldito continente—¿Y por qué en la pantalla hay un dibujo de nosotros donde me la estás chupa...?

—¡CÁLLATE! ¡NO ES LO QUE PARECE!

—Estás perturbado, Inglaterra.

—¡TE DIGO QUE NO ES MI CULPA!

Y el pobre rubio hace lo que puede por empujar fuera de su oficina a su maldito hermano mayor pero el otro pesa más que el Big Ben y no se mueve un milímetro. Tiene que hacer ejercicios de fuerza si no quiere parecer un enclenque delante del metro ochenta y cuerpo de vikingo del pelirrojo.

Escocia se ríe, curioso.

—Ya, está bien. Te creo.

Y como si fuera el día opuesto, se hace el desentendido y agrega:

—Sé más discreto la próxima vez.

—¡Discreto con qué! ¡Yo no estaba haciendo nada...!

Escocia sale de la habitación y no vuelve a mencionar el tema nunca más, dejando a un Inglaterra de lo más estupefacto. ¿Qué clase de cosas ha visto Escocia como para no haber resultado perturbado con algo así? Porque al menos él, casi cae en la locura en cosa de segundos.

Opta por correr desesperadamente hacia su computador para borrar le historial de búsqueda como si fuera el más histérico y patético adolescente, y se promete a sí mismo olvidar la imagen y la escena con Escocia y para eso estaba dispuesto a recurrir incluso al electroshock si era necesario.

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Yo también quiero ver ese dibujo, es para una tarea de la universidad... 7u7 (?)

¡Gracias por leer!❤

APH: Tiempo contigo | BritaincestDonde viven las historias. Descúbrelo ahora