Capítulo 4

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Estaba ya por octavo sueño cuando sentí que alguien me zarandeaba de un lado a otro en mi preciosa cama. ¿Quién honra a molestarme a estas horas? Sea quien sea, se ganó una paliza.

-Astrid despierta - dice una voz dulce - tienes que ducharte para ir al colegio - no logro descifrar de quien es esa voz, me levanto para de donde provienen esas súplicas y veo, a lo lejos, en la esquina de mi habitación a Kate utilizando una almohada como escudo y una escoba que utilizo para zarandearme, o eso supongo - por favor no me mates, te tenía que hacerlo sino me gritarias por no despertarte para el colegio - súplica cubriéndose con la almohada.

-¿Qué hora es? - preguntó medio dormirda

-Las 6, nos vamos a las 7 no tardes - me ordena, a lo que me mando una mirada asesina típica de un Lunes por la mañana - por favor - dice inocente huyendo de mi habitación.

Me levante perezosamente y me dirijí en una lenta caminata hacia el baño. Realmente no quería ducharme pues lo hice en la noche pero desperté toda sudada. Cuando termine de ducharme, me enrollé en una toalla y salí de allí. Al llegar a mi habitación, sequé mi cabello y lo dejé suelto, jugué un rato con mi celular hasta que vi la hora ERAN LAS 6:50, MIERDA KATE ME VA A MATAR. Abrí mi armario y me coloque repuesto del uniforme de Kate ya que olvidé retirar el mio jejeje; oculte mis ojeras con un poco de maquillaje y me calcé con mis magníficas botas de tacón negras. Cogí mi mochila negra con tachas y salí corriendo de allí hacia mi auto en donde ya estaba esperándome Kate con cara de pocos amigos, le sonreí con inocencia y emprendimos viaje hacia la prisi... Digo colegio.

Apenas llegamos todas las miradas se centraron en mi audi - Maldita sea--murmuro.

-¿Qué sucede? - dice Kate confundida mientras bajamos del coche. Cuando mira al frente entiende lo que me pasa - No pasa naranjaa tu solo entra y pasarás desapercibida ya veras - dice restándole importancia mientras camina a la entrada del edificio.

La sigo y se volvió peor, todo el mundo giro a vernos, esto ya me está fastidiando - tengo que ir a recoger mi horario - digo seria

-Te acompaño - dice Kate caminando hacia la oficina del director. Cuando llegamos nos atendió su secretaria, Mary, me entregó mi horario, mis libros y mi número de casillero.

-¿Qué tienes ahora? - pregunta la rubia.

-Biología - digo sin ánimos, odio esa materia.

-Carajos, yo tengo matemáticas - dice a lo que yo hago una mueca y me rio en su cara - tarada- murmura sacandome la lengua como si fuera una niña pequeña.

-Nos vemos en el almuerzo - le digo encaminando e hacia mi casillero. Cuando Kate se estaba yendo la llame y se giró para verme - y que la suerte siempre esté de tu lado - dije con vos firme haciendo la seña de los juegos del hambre y silbando a coro. Ella solo rió e hizo lo mismo que yo ¿Ahora ven porque la adoro? Comparte mis locuras.

Llegué a mi casillero y guardé todo lo que no necesitaba, mire la hora y ya iba tarde a clase - mierda- exclamé y salí disparada al salón de biologia. Llegué fácil pues tengo buena memoria visual y en el camino la había visto. Toque la puerta tres veces hasta que apareció una vieja pasuda mirándome con mala cara ¿quién se cree que es para mirarme así?

-Llega tarde - dice la pasa

-No si corrí porque pensé que llegaba temprano - dije sarcástica - soy nueva así que déjeme pasar - dicho esto pase sin importarme en absoluto la vieja y me senté en el último banco.

-Insolente- dice y me mira con odio. Oh no perra, ¿quieres jugar? Pues juguemos. Le lance la misma mirada haciéndole ver que no me intimidaba. Al final, ella desvío la mirada ¡JA! GANÉ PTERODÁCTILO.

AstridDonde viven las historias. Descúbrelo ahora