Capítulo 5

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Cuando terminaron las clases, fuí a buscar a Kate para ir a la cafetería por el almuerzo, Muero de hambre. La encontré esperándome en mi casillero con cada de enfado ¿Qué le habrá sucedido?

-Que tal rubia, ¿cómo te fue en tu cl...? - dije saludandola pero me corto.

-ASTRID BELICE CLANE QUÉ LE HAS HECHO A BLAKE - se me acerca furiosa pero yo estoy igual.

-Kate porque carajos dices mi segundo nombre Y PORQUE ME GRITAS- digo molesta. Kate me exaspera - ¿Y QUIEN CARAJOS ES BLAKE? -

- EL OJIVERDE AL QUÉ GOLPEASTE - la miro con cara de confusión, ella rodea los ojos, gira sobre su eje dejándome ver a los 3 idiotas de ayer y me señala al castaño claro. Ohh es el imbécil que me choque hace unas horas.

-¿Me acusaste con Kate? Encima de ciego y estúpido, soplón - digo mirándole fijo a lo él me mira con una sonrisa burlona, lo que hace que yo me cabree - ¿Sabes lo que les hacemos a los soplones en mi barrio? Les cortamos la lengua - digo arrojandome sobre él para golpearle, pero el idiota no pudo sostenerse y caímos los dos al suelo, rodando, quedando él arriba mío y yo debajo. Iba a pegarle pero fue más rápido y me sujeto ambas manos y puso sus piernas en medio de las mías para que no pudiera dejarle sin hijos... Otra vez. Mierda ¿ahora que hago?

-Ya no eres tan valiente eh enana - dice sonriendo con malicia. Oye esa es mi frase - ¿Qué vas a hacer ahora? - pregunta burlon acercando su cara a mi cuello.

-No. Te. Atrevas. - digo realmente fastidiada

Él solo me miro con diversión y comenzó a morderme y a aspirar mi cuello. Por favor que no deje una marca. Me estaba desesperando y no podía mover mis extremidades, cuando levanto su cabeza para mirarme, le pegué un cabezazo en su nariz haciendo que retrocederá y aflojara su agarre. Es mi turno de actuar, iba a abalanzarme sobre él pero el Morocho me agarró de la cintura y me llevó hacia atrás mientras que el rubio y la oxigenada ayudaban a que Blake se levantara.

-Sueltame que lo mato - Le digo al morocho - QUE ME SUELTES HIJO DE SNOW- lo mire furiosa, iba a golpearle pero una voz sono en los altavoces.

-Señorita Clane, Señor Reynolds, a mi oficina - dice tranquilo el director

Me deshago de los brazos del morocho y voy hecha una furia hacia el despacho del director con "Blake" pisandome los talones. Entramos y tomamos asiento mientras "escuchábamos" el regalo del director, digo "escuchábamos" porque yo simplemente lo ignoré, no tenía humores para aguantar lecciones de vida.

-¿Me está escuchando Señorita Clane? - preguntó el director serio.

-No- respondo sincera.

Suspira y me resume - Le decía que las peleas no se admiten aquí- rodee los ojos - asique como castigo limpiará el campo de football americano - lo mire confundida ¿acaso quiere que le corte el césped? Ni cuerda - tendrá que recoger todas las hojas caídas de los árboles - dice y escucho como Blake ríe, Le partiré la cara otra vez - lo mismo para usted señor Reynolds - dice a lo que Blake lo mira con una mueca, ahora soy yo la que ríe y el me mira como si me fuera a sacar un ojo- se quedarán después de clases a limpiar el campo. Ahora, señorita Clane ¿podría por favor, por favor - dice suplicante -acompañar al señor Reynolds a la enfermería a curar su nariz? - iba a protestar pero se me adelanto - muchas gracias Señorita, ya pueden retirarse - lo mire con mala cara y salí de allí junto con Blake.

Nos dirigimos a la enfermería sin decir ni una sola palabra, pero sentía las miradas de odio que Blake me mandaba - no me mires tanto que me desgastas- dije con una sonrisa burlona, lo que hizo que Blake se molestara y gruñera.

Al llegar no había ni una mosca, Blake gruño por séptima vez en el día y comenzó quejarse. Lo que menos quería hacer es escucharlo, asique busque el botiquín de primeros auxilios y lo puse encima de una camilla, tome a Blake de la camisa y lo senté en esta sin amabilidad.

-Pero que mierda te pasa - dice enfadado - por que me golpeas, eso no es de una chica... - ya comienza a molestarme

-Ya cierra la boca- digo tapando su boca y elevando su cabeza para sanar la nariz que yo rompí, irónico ¿no? Coloqué algodón en uno de sus orificios nasales y toque el puente de su nariz a lo que él se alejo, su tabique se había desviado hacia la derecha.
Mierda, ni siquiera le pegue tan fuerte.

-¿Qué no me pegaste fuerte? Casi me dejas sin nariz... - dice enojado. Demonios pensé en voz alta. Tendré que arreglarlo, tome una mini toalla y se la coloqué en la boca cuando hablaba ¡Por fin Lucifer! ya me molesta su voz.

-Esto puede que te duela - digo y antes de que se pueda negar, tomo su nariz y hago un tirón bastante fuerte hacia el lado contrario, acomodandole el tabique. Cuando termine, me miro como si fuera a asesinarme - no me mires así - reclamo - acabo de arreglar tu estúpida nariz, deberías agradecerme - digo cruzándome de brazos.

-¡¡¿AGRADECERTE?!! PERO SI TÚ FUISTE LA QUE LA DAÑASTE - me grita acercándose a mi haciendo que tenga que romper mi cuello para mirarlo a la cara ¿por qué esta gente es tan alta?

-Y eso qué - digo sin importancia - y no me grites pejelagarto. Además te hice un favor, tu nariz era espantosa ahora esta como después de una rinoplastia - digo divertida saliendo de la enfermería dejando solo a Blake.

Revise mi horario y aún me quedaba una clase, bufé y me dirijí al salón de historia.

(...)

Tocó la campana de fin de clases, lo que significaba que tendría que quedarme a limpiar con el idiota. OLVIDÉ AVISARLE A KATE. MIERDA ME VA A MATAR. Corro a toda prisa hacia el aparcamiento, voy a mi audi negro y allí encuentro a la rubia con los idiotas.

-Kate- digo agitada a lo que ella me mira divertida.

-Que sucede As, parece que hubieras corrido una maratón - ríe - ¿Nos vamos? - pregunta

-De eso quería hablar, por culpa del orangután de ojos verdes - dije señalandolo - estoy castigada y tendré que limpiar el campo de fútbol americano ¿puedes esperarme? Te prometo terminar lo antes posibles - afirmo

-¿Orangután? - dice indignado el ojiverde

-¿Qué pasó amiguito? ¿He herido tu orgullo de macho pecho peludo? - dije digo con una sonrisa burlesca.

-Ya basta ustedes dos - dice Kate como mamá osa - tendrán que hacerse amigos quieran o no, sino se pueden ir olvidando de mi - iba a decir que no me importaba aunque no fuera cierto, mi orgullo no me permite admitirlo - Te callas Astrid que sé que me amas y que no puedes vivir sin mí- por más que quiera negarlo, no puedo, Kate es la única persona que considero como familia, nunca apostaría a perderla.

Giré los ojos al igual que Blake - ahora dense las manos sellando un tratado de paz, por lo menos en mi presencia - dijo segura. Blake ya cansado estiro su mano hacia mí, esperando que yo la acepte, rodee los ojos, no puedo creer que éste haciendo esto, la tomo mientras le lanzó una mirada expresando que paz mis polainas esto es la guerra, el sonríe burlesco y aprieta el agarré, Ha aceptado -que comience el juego - susurro con una sonrisa maliciosa.

AstridDonde viven las historias. Descúbrelo ahora