Con tu música o con la mía (Adaptación Jachary)

8.

¡Estoy de regreso!

Espero que les alegre la noticia :)

Pd: lxs extrañe demasiado <3

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Tengo una nueva técnica para aliviar el dolor que me produce la horrenda música que pone Jack: la conversación. Comprobé que si charlamos de camino al instituto, él baja el volumen de la música de forma que apenas esas atrocidades (dos canciones contra la única mía incluida actualmente en la playlist).

– ¿De veras estás nervioso? –pregunto en respuesta a su comentario –. Pensé que el punto culminante de la semana para ustedes eran las noches del viernes.

–Es lo que nos gusta –contesta, haciendo hincapié en el nos para mostrarme lo que piensa del hecho de que yo incluya a todos los atletas en la misma bolsa.

Pero seamos sinceros, en esa bolsa caben todos.

–Es una presión tremenda –me explica Jack –. Si metes la pata, hay centenares de personas observándote.

–Ya, pero si hacen un home run. . .

–Un touchdown.

–. . .todo el mundo los aclama.

–Esa parte no es tan mala. –Jack cambia de tema – ¿Sabes que nuestras madres quedaron para salir mañana?

–Sí. Quieren probar un nuevo restaurante.

– ¿Crees que hablaran de nosotros?

Su ocurrencia me hace reír.

–Hombre, ¿de qué quieres que hablen?

–Estoy seguro de que tu madre es una fuente de fascinantes debates. La mía, en cambio. . ., no sé. ¿Recetas de empanadas? ¿El Kinkade original que le regaló mi padre?

–Tu padre le regaló un robot de cocina?

–Eso es una KichenAid. Kinkade es un pintor.

– ¡Ah! –Me avergüenzo un poco de mi respuesta. A fin de cuentas, mi madre es también artista. Yo debería saber esas cosas. Además, Jack tiene una sonrisa de oreja a oreja pintada en la cara porque le divierte mi falta de conocimientos sobre su Elegante Estilo de Vida.

Al observar mi expresión, me da una palmadita en la pierna.

–No te preocupes. Gustas más por no saber quién es Kinkade. Los centros comerciales venden sus obras al por mayor. El arte de tu madre es auténtico. No se trata de una producción en masa, de una compañía de marketing. Me gusta su trabajo.

– ¿Qué sabes tú de las obras de mi madre?

– ¿Te das cuenta de que nos conocemos desde nacimiento?

–Ya. Es que. . . –Me detengo para pensar en ello. Supongo que conozco muchas cosas sobre la familia de Jack. Su madre, Kristin, es la mejor amiga de mi madre. Su padre, Alex, es un promotor inmobiliario de numerosas zonas residenciales seguras, incluyendo la superelegante Averystone Lakes, donde vive toda la familia. Su hermana mayor, Camila, actualmente está estudiando en una universidad de Carolina del Norte.

– ¿Qué? –pregunta Jack.

–Nada. Me sorprende que te gusten las pinturas de mi madre –le digo –. Sobre todo teniendo en cuenta tu pésimo gusto para la música.