❄Anchorage, 1930❄
Afuera todo el lugar estaba cubierto de nieve, incluyendo las casas, tiendas, autos e incluso el agua se congela demasiado debido a una fuerte tormenta que está invadiendo la ciudad de Alaska. Al parecer el mundo se convirtió en un lugar muy frío, todas las personas se encuentran en sus casas tratando de sobrevivir en un violento invierno nocturno.
Hoy era la medianoche, y todo estaba en silencio, excepto por la tormenta de nieve que aún cubría la ciudad. Debido a esto, todo el mundo se quedó sin energía y sin luz, pero con el fuego y la leña los mantienen calientes y bien alejados del frío.Al fondo se empezó a escuchar pisadas en el suelo cubierto de capa blanca mientras alguien corría por la nieve. Al parecer tenía mucha prisa, o estaba huyendo de algo o alguien que lo atemorizaba.
Un hombre con una capucha marrón oscuro apareció bajo la tormenta blanca, seguía pisando la nieve mientras andaba muy rápido de regreso a casa.
De pronto el hombre sintió que algo no andaba bien afuera, así que tuvo que apresurarse rápidamente de regresar a casa con su familia.
—Debo darme prisa o sino ella lastimará a mi familia y obtendrá el cristal del destino.
Siguió y siguió hasta que una fuerza extraña que se escondía en las tormentas heladas, al parecer lo encontró. Al ver por atrás se dio cuenta y se aseguró de que no lo siguiera mientras intenta ocultarse.
Corrió hacia unos autos estacionados y se esconde rápidamente para perderlo de vista, así que tuvo que esperar a que se fuera.
—No puedo permitir que consiga el cristal. Tengo que esconderlo —lo decía en voz baja mientras mantenía la bolsa a salvo en sus manos.
Esperó durante unos segundos, había silencio y ninguna presencia de algún peligro. Echó un vistazo desde su escondite para ver si ya no lo seguía, se aseguró antes de salir hasta que un viento fuerte golpeó unos autos y el hombre saltó antes de ser aplastado por uno de ellos.
Se puso de pie rápidamente y corrió mientras que el viento intentaba alcanzarlo.
Tomó la izquierda de la calle tan rápido como pudo, el viento lo seguía sin parar.
Se apresuró de llegar a su destino y se dirigió hacia la salida del pueblo, corrió hacia unas granjas de Anchorage.❄❄❄
En una casa de dos pisos, con la chimenea bien encendida por unas leñas, se encontraba una mujer joven de cabello rubio y vestida con una camisa roja de mangas largas y una falda larga marrón, esperando por la ventana que está clavada con unas tablas de madera.
En el sillón de la casa, estaba una niña de cabello marrón claro durmiendo con una almohada y unas mantas suaves, la mujer fue a verla y se aseguró de estar bien abrigada.
—James, regresa a casa —decía en voz baja mientras observaba la ventana.
Luego la niña iba despertando poco a poco, la madre fue a verla e intenta tranquilizarla.
—Tranquila, vuelve a dormir —le acariciaba la frente y la cubre con las mantas, después va de nuevo hacia la ventana para ver si su marido llegaba.
Pero el fuego de la leña empezaba a apagarse poco a poco debido al viento fuerte de arriba, la mujer se dio cuenta.
—Ay no.
Corrió rápidamente hacia donde había más leñas, después las coloca en la chimenea, echó un poco de gasolina y prende fuego.
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Un Invierno Sin Salida ©
FantasíaEn Valdez, Alaska, Tony Andersen, su esposa Angelique y su hija Callie de 7 años, buscan la manera de sobrevivir en un invierno mundial, sin imaginar que todo ha sido obra de la Reina de las Nieves. Además ella disfruta congelar, cazar personas que...