Un Invierno Sin Salida ©

Capítulo 1

❄En la actualidad❄
Valdez, Alaska
Hoy era un día muy tranquilo en esta ciudad, las montañas eran de color verde y marrón, hasta las pequeñas cascadas botaban agua al suelo. En el verano de Junio ya se acaban las clases y aprovechan para tomar las vacaciones, la temperatura es entre los 60 ºF y los 80 ºF. Pero por las noches y temprano por las mañanas está más fresco, entre 40 ºF y 50 ºF.

Algunos habitantes salen a comprar, recorrer el paisaje, andar en botes, y les daban la bienvenida a los turistas de otras partes, las caravanas se empiezan a llenar un poco en el camping.
En las aguas aparecían gaviotas y leones marinos que se encontraban buscando peces, mientras que la gente hace lo mismo con sus cañas de pescar. Los niños salen a jugar en el parque, algunos andan en bicicletas o en patines y juegan a los deportes, había personas de tercera edad que paseaban lentamente por la ciudad y disfrutando el aire puro. Unos turistas disfrutaban explorar por el museo, la tienda de recuerdos y hasta se toman fotos.
Mientras tanto, en una casa blanca con árboles altos, una niña de cabello y ojos castaños llamada Callie, se encontraba coloreando en la sala mientras que su madre Angelique hacía una obra de arte con su pintura al óleo. 
Se puede ver que ella tiene un gran talento con los colores para hacer un paisaje o una exhibición, usaba colores claros para reflejar la claridad.
—Mami, mira este dibujo que hice —le muestra el dibujo de una niña y un muñeco de nieve.
—Vaya, parece que tu estación favorita es el invierno. Eres una buena pintora, deseguro vas a ser como mamá —de allí termina los detalles—. Mira como me quedó.

—Está padre —Callie mantuvo los ojos bien abiertos al ver la pintura.
—Cierto, al igual que tú también me gustan los arco iris.
Angelique se pone de pie, empezó a guardar la pintura en una caja de madera y también el mandil que estaba manchada de colores.
—Bien. Es hora de que vaya a preparar el almuerzo ¿que se te antoja? 
—¿Pizza? —lo dijo con una sonrisa mientras que Angelique suspira.
—Siempre dices pizza ¿que tal espagueti con boloñesa?
—¡SÍ, SÍ, SÍ! —Callie saltó de alegría. Más tarde, Angelique se encontraba preparando el espagueti mientras que Callie jugaba con su tableta. Después llega Tony de su trabajo.
—Ya llegué —las llamaba.
—Hola papi —la niña corrió hacia él y lo abraza.
—Hola linda ¿te portaste bien con mami? —ella asiente, luego se acercó a su esposa.
—Hola ¿cómo te fue en el trabajo? —Angelique lo besa.
—Bien, seguir siendo el curador del museo fue tan agotador. Imagínate que tuve que darles tour a los nuevos viajeros, después supervisar los diseños y el control del montaje de las obras.
—No te preocupes, tu cansancio disminuirá cuando disfrutes el espagueti con boloñesa —sirvió dos platos en la mesa—. Sientensen.
Tony y Callie fueron a la mesa y empezaron a comer.
—Delicioso —dijo la pequeña. —Si, amor. Cocinas de maravilla.
—Me alegro que les gusten —se sirve el espagueti y se sienta.
—Lo bueno es que mañana vamos a pasar las vacaciones donde los abuelos —Tony le acaricia el cabello a su hija.
—Muero por ir a Florida —Callie bebe el jugo.