Un Invierno Sin Salida ©

Capítulo 2

Al amanecer, la pareja se despierta del sueño profundo. Pero luego se dieron cuenta de que hacía más frío como si hubiera nevado.
—Cariño, hoy hace frío. Parece como que ya estamos en invierno —se levantaba de la cama mientras sintió escalofríos. 
—Cierto. No es normal cuando es verano —Tony se cubría con las sábanas para tener calor.
—Lo mejor es que vayamos a ver que pasa.
—Tienes razón —se levantó, fue hacia la ventana y al abrir, se sorprendió al ver que todo estaba cubierto de nieve—. No puede ser. ¿Pero como pasó esto?

—Parece que el invierno llegó muy rápido, esto no es normal.
—Mami, papi. Afuera hay nieve
—Lo sabemos, linda. Es probable que hoy no podamos ir con abuelos debido a que el vuelo se cancela por culpa de la nieve —Tony la carga y la besa en la frente.
—No importa, al menos puedo hacer muñeco de nieve como Olaf.
—Puede ser. Pero es extraño que aparezca nieve en medio del verano —la joven madre le pellizca un poco la mejilla.
—¿Puedo jugar en la nieve? Por favor.
—De acuerdo. Pero primero vamos a desayunar y después juegas.
—¡YUPI! —la pequeña se emociona.

❄❄❄

Después, todos se encontraban en la mesa mientras escuchaban la radio que ya tenía señal.

—Unas extrañas nevadas aparecieron en algunas partes del suroeste de Alaska mientras que en el Este de Rusia junto a Japón y Corea del Sur están siendo también afectados, los climatólogos desconocen la causa —un locutor lo anunciaba—. Por esa razón no hay señales de televisión, ni teléfono y tampoco Internet. Se recomienda que permanezcan en sus casas.
—¿Que estará ocurriendo? —Angelique empezaba a tener un mal presentimiento.
—No tengo la menor idea, pero tengan por seguro que vamos a estar bien —el padre le sirvió el chorizo a la niña.
—¿Entonces no voy a jugar en la nieve?
—Claro que sí, linda. Solo que no debe ser cuando haya una fuerte nevada —Tony le tocaba la mejilla.
—Come despacio —la madre le ordenó con amabilidad.
—Es que quiero jugar —Callie sonríe.
—Lo sabemos, pero te puedes atorar. Así que come con paciencia —Tony reía mientras come el huevo.
—Está bien.
Más tarde cuando terminaron de desayunar, Angelique acompañó a la pequeña a jugar en la nieve mientras que su esposo se había alistado para salir.
—Cielo, voy por leña para la chimenea.
—Ok. Mucho cuidado —de allí siguío jugando a lanzar bolas de nieve.
Tony caminaba por el vecindario mientras que las personas salían con abrigos, bufandas y gorros para protegerse del frío, pero pudo darse cuenta de que algunos sentían miedo de lo que pasaba.
—Esto ya me está empezando a dar miedo —lo decía una mujer de tercera edad.
—Tranquila, amor. Vamos a estar bien —el esposo de ésta la calmaba.
—Que divertido —un niño estaba recostado haciendo un ángel de nieve.
—Ni siquiera tengo señal, así no podré comunicarme con mi novio —una adolescente intentó marcar al número.
Luego de unos minutos, Tony llega en donde había gente recolectando leñas.
—Tony, que gusto verte —un señor lo saluda.
—Igualmente, Milo —le sonríe con honestidad—. ¿Te has podido comunicar con tu familia?
—No. Aún siguen sin funcionar los teléfonos, ni siquiera sé que es lo que pasa en realidad.
—Créame que tampoco tengo idea de porque hay nieve en el verano —empezó a recoger algunas leñas mientras que Milo seguía intentando usar su teléfono—. Lo triste es que se cancela el viaje a Florida debido a que los vuelos fueron cancelados.
—Entonces les recomiendo que se mantengan calientes mientras haya nieve.
—Y eso lo voy a hacer, por esa razón fui por leña.
Al terminar de recolectarlas, de pronto pudieron notar unas nubes negras que tapaban el cielo azul.
—Lo mejor es que vaya a su casa, parece que habrá una tormenta —Milo lo alertaba.
Luego empezaba a caer nieve como si fuera una lluvia, sin perder tiempo, Tony se retira del lugar para regresar a casa. En pocos segundos, la tormenta se hacía cada vez más fuerte y más frío.