V

28 4 4
                                    

Su vestimenta ahora era totalmente lo contrario a lo que percibí hace unos instantes. Vestía una camisa de cuello largo y sus pies en vez de estar descalzos, los cubría con un par de calcetines; usaba un pantalón de dormir largo y flojo (que de cierta manera se veía muy cómodo todo lo que llevaba puesto), y aun así; la percepción de que estábamos tensos entre ambos era radical.
En cambio su hermana estaba fascinada que me encontrara en aquel lugar.

– Les ayudaré con lo que no entiendan.– el hermano de Kim So Woo sacó unos lentes de armazón circular demasiado grandes en un color dorado. Puedo jurar que parecía un cerebrito solo por esos artefactos que se puso, que al igual le lucian bastante bien; aunque me quedarían mejor a mí.

-–No, gracias. No te necesitamos.– parecía muy fatigada por la intervención de su hermano aún después de estar contenta de que yo esté ahí, sentado cercas de ella, prácticamente con pocos centímetros de distancia, que de vez en cuando nuestras ropas rozaban entre sí.
– Ah, vaya. Creo que realmente me necesitas más a mí que a él, ve cuantas operaciones tienes mal.– Kim Tae Hyung mordía su lapicera mientras le echaba un vistazo al trabajo de su hermanita.
– Yo no le he revisado ninguna, pero ya que insistes; me voy.
– ¿Qué? No, quédate. Por favor.– suplicó la chica.
– No puedo Kim So Woo, necesito irme, ya es tarde.
– Bueno, al menos llámame So Woo.
– No lo haré.

Tome las cosas que me pertenecían y sin dudarlo me salí lo más rápido que pude, no sabía cuánto más podría resistir en aquel lugar; sobre todo cuando un individuo no tiene ganas de verte y uno mismo tampoco tiene esas ganas de quererle ver.

Estaba cansado por todo, sin embargo, creo que todo esto es a causa de que quería un cambio; no de esta manera, pero realmente quería uno y sin querer me comenzaba a gustar estas pequeñas situaciones.
Mi madre y mi padre aún no llegaban a casa y tenia que volver a comer ramen... Cuando termine me fui a mi habitación para darles una leída a las cartas que me dieron y también acomodar los obsequios en las repisas que había en mi closet, estando en eso me volví a encontrar una nota cómo la vez pasada. No tenía sentido.

« A veces me siento mal, pero cuando te veo me siento mejor (y no hablo de sentarme mal en una silla). ¿Sabes? Tengo un nuevo libro, es realmente muy bueno... Me gustaría que algún día lo pudiésemos leer juntos.

¡Suerte en tus estudios!

P.S: deberías de concentrarte más en las materias y sobre todo en matemáticas.»

Las palabras eran más huecas que nada, quizás están igual de huecas que la cabeza de esa persona, pero había algo que me intrigaba. ¿Quién es esa persona? En verdad todo era tan extraño; tanto en la forma que se comunicaba cómo en la manera de enterarse de ciertas cosas ¿por qué sabe que soy malo en matemáticas? O ¿qué le hace creer que necesito enfocarme más en eso?

Me tumbe en mi cama a pensar un poco sobre ello, pero cómo es de costumbre; me quedé dormido.
Al día siguiente sonó mi alarma, sin embargo estaba en un sueño tan profundo que no la logre escuchar, por lo cual me desperté demasiado tarde; más de lo normal.
No me moleste bastante en querer llegar a la escuela e incluso me tome bastante tiempo en la ducha y desayunando.
Llegando no tenía ni ganas ni motivos de coquetear con la encargada por lo cual me reporto de que llegue tarde y aunque me dejo pasar, alguien de mi casa se tenía que hacer cargo de mi llamada de atención. Al parecer mis días iban empeorando conforme transcurría el tiempo, desde la llegada de aquel par de raros: un chico y una chica haciéndome de cierta forma mi vida imposible; me angustiaba eso.

Llegue a la hora del receso, así que fui a mi casillero a sacar todo de una vez para después dirigirme a mi salón.

Estando en mi aula de clase, vi cómo en mi parte de la mesa había escases de obsequios.
- Esto no es normal.
Me acerqué para guardar lo poco que tenía y al ver la sobra de minutos en el descanso, me puse a leer las cartas que había en mi casillero.

Cambio de decisiónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora