¿Y si...?

Cap. 2

Miraba como las ligeras gotas de agua recorrían el cristal de la ventana del auto. Era Noviembre, la lluvia había comenzado para dar paso al frío invierno. Toda esa semana había sido bajo el agua, causando una baja de temperatura brusca.

Ese día había regresado de una grabación en Europa por uno de sus nuevos papeles, el chofer de Jumin, Kim, había ido por él al aeropuerto para llevarlo directo a su departamento. Se encontraban estancados en el tráfico cuando escuchó el sonido de un celular romper la atmósfera.

- ¿Sr Han? –Se quedó callado unos segundos mientras el albino lo observaba- Claro, se encuentra conmigo –Otra larga pausa y un suspiro salieron de su boca antes de que contestara- por supuesto Sr Han, lo llevaré enseguida

El hombre colgó de inmediato antes de colocarse bien el gorro que tenía en la cabeza, girar la guía todo lo que pudo y dar inversión para salir del embotellamiento. Zen lo miraba intrigado, Jumin siempre hacía este tipo de cosas, pero ¿a dónde lo llevaban? Ya se encontraban cerca de su departamento.

- ¿Ocurre algo? –Miraba desde el asiento de atrás el estrés del pobre hombre con las manos pegadas al volante

- El Sr Han me pidió que lo lleve directo su oficia joven Zen, espero que no sea una molestia

- Ese idiota –Soltó una ligera sonrisa mientras se sentaba de nuevo en su asiento- no importa, estoy acostumbrado a ese tipo de acciones de Jumin, tranquilo Kim

El hombre le sonrió a través del retrovisor agradecido. Era extraño pero siempre le había parecido fascinante como la gente se comportaba cuando él reaccionaba de manera amable con ellos, cualquiera pensaría que por ser una nueva celebridad su actitud cambiaría completamente.

Llegaron al edificio de 25 pisos rápidamente, Zen no sabía si por la presión de Jumin o porque no había tanto tráfico, ya que el chofer Kim se las había arreglado demasiado bien para pasar como si nada. Al bajarse unas ligeras gotas de lluvia comenzaron a caer en su rostro haciéndolo sonreír, aún recordaba que detalles como esos antes lo ponían melancólico rápidamente, aún lo hacían pero ahora las razones eran diferentes.

- Zen, que bueno verle –Escuchó la voz de Jaehee acercándose a él mientras cargaba una carpeta que parecía pesada con tanto papel.

- Hola Jaehee –Sonrió al ver a la chica deteniéndose frente a él- ¿sucede algo con Jumin?

- Oh sí –Sonrió-lo está esperando en su oficina

- Entonces debo apresurarme –Su risa ligera parecía llamar la atención del público a su alrededor.

Al darse cuenta de las miradas de los empleados, de los cuchicheos de ciertas chicas, de cómo lo señalaban ligeramente. Comenzó a caminar hacia el ascensor intentando no llamar más la atención de lo debido, no le gustaba que los demás se sintieran opacados con su belleza. Se miraba en el reflejo que tenía tras él, aun siendo un hombre realmente guapo y perfecto, había algo en sus ojos, en sus ojos rojizos que lo delataba siempre.

Entró a la oficina sin tocar, se encontró a Jumin sentado frente a su escritorio leyendo unos documentos, le daba risa que se hiciera el ocupado cuando la única que se la pasaba haciendo todo era Jaehee.

- Parece que el chofer Kim es realmente eficiente –Su voz lo tomó por sorpresa acercándose más rápido a la silla frente a él.

- Ese hombre parece tenerte pavor –Suspiró al recordar su expresión luego de la llamada de Jumin

- Yo trato a mis empleados de la mejor manera, no creo que nadie pueda tener una queja acerca de mi trabajo

- Nadie excepto Jaehee –Comenzó a reír