¿Y si...?

Cap 15

La mañana siguiente se levantó desde temprano para darse un baño y salir del hotel, ese día se le antojaba desayunar fuera. Así que mientras caminaba observaba todo a su alrededor, los restaurantes comenzaban a tener más gente adentro que afuera por el cambio del clima. Metió las manos dentro de su abrigo y fue cuando vio una cafetería bastante agradable al final de la calle. No parecía estar muy concurrida cuando entró, así que decidió sentarse en una de las sillas que se encontraban al fondo del lugar. Al sentarse observó el sitio con atención, todo parecía hecho de madera, dándote una sensación de tranquilidad envidiable, las flores que se encontraban en pequeños jarrones de cristal en medio de las mesas le daban un buen toque, así como las botellas de cristal colgando del techo siendo usadas como pantallas para los focos de la luz.

No tardó mucho en que un mesero le preguntara por su orden, así como vino así regresó con su taza de chocolate caliente y unos waffles con miel. Tenía muchísima hambre y tenía que empezar el día con el pie derecho. Luego de terminarse su desayuno decidió permanecer ahí un rato más disfrutando su bebida, aún era temprano, así que tenía tiempo suficiente.

- ¿Mel?

- Elena, hola –sonrió emocionada después de tomar un sorbo de su chocolate- ¿qué haces aquí? –la miró confundida

- Me alegra encontrarte –algo en la mirada de la chica la hacía parecer preocupada

- ¿Qué ocurre? Me asustas

- Mel vi esto –le enseñó la pantalla de su celular. Una imagen de la chica abrazando al albino mientras que el titular decía "¿Nuevo romance en puerta?"

- ¿Otro? –preguntó confundida

- No me digas que hubo otro rumor antes

- Déjalos –suspiró- la prensa siempre busca las formas más descabelladas de sacar notas

- Pero –la miró unos segundos- ¿cuándo ocurrió esto?

- Hace unos días... –suspiró la ojimiel- Zen... quedó ebrio y... fue antes de que te conociera

- O sea que esto no es reciente

- Si lo es, pero no lo suficiente

- Solo quiero que sepas que debes tener cuidado –dijo Elena mirándola. Parecía realmente preocupada por ella, situación que le encogía el corazón- Toma –le pasó una tarjeta de presentación

- ¿Qué es esto?

- Mi tarjeta, así tendrás mi número y cualquier cosa, en serio, no estás sola –sonrió- sé que tienes a tus amigos aquí en Corea pero... no creo que sea sano que todos ellos sean más amigos de Zen

Las palabras de Elena tenían cierta razón, no podía confiar al 100% en Seven, en Jumin, en Jaehee... ni siquiera en Yoosung, todos apoyaban a Zen. Todos querían que ambos estuvieran juntos, por eso la situación era cada vez más difícil. Ellos no entendían que existía alguien en medio que resultaría herido si ella seguía con aquel circo. Elena parecía alguien confiable, parecía ser una chica sincera y ella no estaba de lado de nadie ya que apenas se conocían. Se sobó el puente de su nariz con sus dedos para intentar calmarse. No podía dejar que la situación se la comiera viva.

- ¿Mel? –Abrió los ojos para encontrarse con la mirada de preocupación de Elena- ¿Estás bien?

- Pensaba... –suspiró sujetando la tarjeta que tenía frente a ella

- Tú dime lo que quieras –la sonrisa de aquella chica la hacía sentir más tranquila. La hacía sentir como si la conociera de mucho tiempo atrás

- ¿Puedo llamarte si algo ocurre, cierto?

- ¿Qué clase de pregunta es esa? Claro que sí, en serio Mel, puedes contarme lo que quieras, debe ser difícil para ti no tener a quien recurrir realmente