¿Y si...?

Cap. 17

Luego de dejarla se dirigió directo a su departamento, sabía que algo ocurría y le dolía en el corazón verla así. No podía quitarse la mirada, que tenía antes de dejarla, de su mente, esa chica era su mayor tesoro, verla de esa forma le desgarraba el corazón.

Al llegar pudo ver un auto deportivo rojo en la puerta, ese coche lo conocía, era uno de los bebés de su amigo hacker ¿pero qué hacía él ahí? Era tan extraño que simplemente saliera de su casa, como para que ahora hiciera visitas a domicilio.

- ¿Zenny? –escuchó la voz de Seven mientras se acercaba caminando agarrando su moto de los manubrios

- ¿Seven? ¿Qué haces aquí?

- Oh, nada, lo siento, es que tenía algunos problemas con un trabajo –suspiró bajándose del auto para acercarse al albino- además quería ver cómo está nuestra linda Mely

- Eso... -bajó la mirada- voy a meter esto a la cochera ¿está bien?

- Claro, aquí te espero, pero date prisa al parecer va a llover y no quieres que mi sistema inmunológico sufra las consecuencias

- ¿Qué más va a pasarte si te enfermas? –comenzó a reír el chico de cabello platinado

- Muchas cosas –quedó serio- ¿cómo voy a poder ir a secuestrar a Elly, si estoy en malas condiciones? ¿Por qué no piensas en cosas importantes? –bufó el pelirrojo haciendo que Zen soltara una carcajada

- Ahora vengo

Caminó directo a la cochera para acomodar su moto, el edificio contaba con cochera propia para cada auto, pero él prefería mil veces andar a pie o en autobús. Las últimas veces ni estaba en Corea, así que el chofer de Jumin, Kim, era quien lo llevaba al aeropuerto y lo regresaba, así que no tenía la necesidad de tener un auto propio. Luego de asegurar bien su motocicleta, salió en busca de Seven, tenía curiosidad sobre sus razones de estar fuera de su madriguera.

- ¿Y bien? –dijo sentándose junto a él mientras abría una cerveza de la canastilla que había comprado en la tienda que se encontraba dentro del edificio

- ¿Qué?

- ¿Cómo qué? ¿Qué haces aquí?

- Ah –Seven jugaba con una lata de Ph D Pepper que tenía en las manos, pero al parecer no era la única lata que tenía en su auto- pues quise realmente tomar un poco de mi bebida favorita mientras recorría el basto mundo

- ¿Ocurrió algo? –tomó un sorbo de cerveza

- Un trabajo está causándome problemas –sonrió antes de tomar un sorbo de su bebida- más bien, le estoy ocasionando problemas al trabajo

- ¿Algo ilegal?

- Sip, ya sabes cosas sin sentido que la gente oculta

- Su información confidencial –dijo Zen con una sonrisa

- Por supuesto, cosas sin importancia –el pelirrojo tomó otro sorbo de su bebida- no entiendo cómo pueden dejar las cosas sin protección cuando es tan importante

- Luciel, tú te pegas como garrapata a la información de las personas, no importa lo difícil que sea –imitó a su amigo dando un gran trago a su lata

- Eso no es cierto –lo miró ofendido

- ¿Ah no?

- Bueno... Mel es la excepción –dijo cruzándose de brazos- además no fue tan fácil –parecía orgulloso con su hazaña

- Si, tal vez ella quería que no la encuentren y tú ahí vas

- Pero ya no lo hago, en serio, de hecho solo...