¿Alguna vez habéis tenido un grano en el culo? Sí, de esos que son realmente molestos y que te gustaría que desapareciese cuanto antes mejor.
Yoongi tenía uno de esos; pero el suyo hablaba, se movía, reía y tenía un nombre: Jung Hoseok.
(☞ ͡° ͜ʖ ͡°)...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Yoongi ya no podía soportar el estar trabajando en la tienda. No podía soportar más a los clientes irracionables que se quejaban por todo. Que si todo estaba muy caro, que si la tienda estaba muy desordenada —a pesar que su madre siempre se encontraba dentro ordenando—, que si no debió golpear a su hijo a pesar que la madre dijo "Como no te portes bien, el chico te va a golpear". Lo lógico es que, si vas a utilizar a alguien como excusa para amedrentar a tu hijo, al menos déjale darle aunque sea una pequeña patada, ¿no?
—¿Cuándo decías que se iba a recuperar papá? —preguntó Yoongi, apoyando la cabeza sobre el mostrador con cansancio.
—Dale un tiempo más. —respondió tras darle un gran trago a su botella de agua.
—Define "un tiempo más". —siguió insistiendo el de cabellos negros.
—Oh venga ya, Yoongi —su madre rodó los ojos con cansancio.—, casi siempre te quedas en el mostrador y lo único que tienes que hacer es cobrar a la gente. Sé que trabajar cara al público es duro y casi insoportable, puesto que muchos clientes carecen de neuronas, pero te ruego que aguantes hasta que tu padre se cure completamente.
El mencionado simplemente soltó un enorme y sonoro bufido. Sí, él era consciente que no trabajaba tanto como su madre ni como su padre, que le habían encargado una tarea sencilla para que no se agobiase demasiado, pero uff... Uno nunca sabe cuánto se sufre hasta que lo vive en sus carnes. Un perfecto ejemplo de clientes malparidos podría ser el siguiente:
Una señora mayor vino a comprar una papelera. Cuando se la entregó al peli negro para poder cobrarlo, nada más decirle el precio, la señora empezó a blasfemar que si era muy caro y que prefería irse a la competencia porque, supuestamente, era más barato. Lo que no sabía ella y que Yoongi prefirió callarse era que, esa papelera, estaba rebajado al 50%, pero no le importó que la señora se fuera. Prefería que no volviera a tener que soportar semejante sujeto. Días más tarde, la misma señora regresó con una pepelera de otra tienda, diciendo que era más barato que en su tienda. Él, con un evidente enfado, le reveló que la papelera de su tienda estaba a mitad de precio, por lo tanto ya era más económico que el que llevaba ella consigo. La señora cerró la boca inmediatamente y comenzó a decir que si iría a devolverlo porque no le gustaba el color y etc.
Así de hijos de puta son los clientesque tenía que soportar diariamente el pobre adolescente. Como mínimo, aparecía tres tipos así en un solo día. Y creedme, con solo tres clientes, la paciencia y ganas de uno se pueden ir a la mierda.
Su madre, quien vio la cara de asco que estaba poniendo su hijo mientras recordaba esa desagradables experiencias, sacó una bolsa con comida casera del armario donde guardaban sus cosas personales y se lo entregó.
