Capitulo 6

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   Al día siguiente, a la hora de almorzar, estaba repasando para la prueba de español cuando escuché que una voz conocida preguntaba con burlona cortesía: "¿Este asiento está ocupado?"

   Supe que era Kellin aun antes de levantar la vista. Lo había visto más temprano en la mesa de Alex Chase y Marty Richards la cual, da la casualidad, es la más popular de la cafetería. Él solo pensarlo me provocó un familiar aleteo de celos: Kellin tenía una multitud de amigos.

- Si -dije. 

   De todos modos se sentó frente a mí en el lugar que Katie había dejado libre cinco minutos antes y miró su bandeja.

- Supongo que debería decir: "¿Este almuerzo es de alguien?". Caramba una hamburguesa. Ya comí salsa de ají.

   Tomó la hamburguesa y le dio un mordisco.

   Yo me estremecí.

- No seas grosero. No sabes de quien es la comida ni porqué la dejaron.

- Es verdad -siguió masticando- Aunque está riquísima -me miró- ¿Crees que los camareros coman las sobras de tu plato cuando le llevan de vuelta a la cocina?

- Nunca pensé en eso -dije con frialdad, repentinamente segura de que no iba a pensar en otra cosa cada vez que comiese afuera.

- Y además -continuó Kellin entre bocado y bocado de la hamburguesa de Katie- ¿Qué me dices si de veras le gusta lo que estás comiendo y esperan una migajas, y tú sales pidiéndoles que te devuelvan los restos para llevárselos al perro?

   Sacudí mi cabeza por toda respuesta mientras observaba como Kellin hacía desaparecer el almuerzo de Katie.

- ¿Cómo puedes comer eso? -pregunté- yo odio las hamburguesas del colegio.

- Claro, pero tendrías que haber ido al colegio que iba antes -dijo Kellin- ¿Quieres oír la historia del chico nuevo que comió pizza y se descompuso, y nadie podía imaginar la causa porque muchas personas habían comido la misma pizza y nadie se descompuso?

- ¿Tenía gripe? -traté de adivinar.

- No, se descubrió que había algo -alguna bactería- en la comida, y todos estábamos inmunizados porque, sin saberlo, la habíamos estado comiendo durante años, pero el chico nuevo no estaba inmunizado y tendrías que haber visto...

   Miré a Kellin a los ojos.

- Esa historia no tiene un solo detalle que te disculpe.

   Kellin pareció sentirse absurdamente complacido, como si yo acabara de hacerle un enorme cumplido.

- Lo se -dijo sin preocuparse- Escucha, quiero preguntarte algo.

- No, yo no llame a la polocía la noche de tu fiesta- me adelanté, y di vuelta una página de mi libro de español.

- No era eso -dijo Kellin- Ya sé que no llamaste a la policía. Fue la señora Hewllet. Me enteré porque también llamó a mis padres. ¿Por qué iba a pensar que habías sido tú?

   Lo miré con expresión inflexible. De repente, su conversación con Marty volvió a mi mente con asombrosa claridad. "Con TN___ es como sentir una vigilancia constante... es un caso agudo de síndrome de hija del director". El recuerdo hizo que me ardiera la cara.

   Kellin me miraba atentamente, con un alteo extraño en la profundidad de sus ojos.

- TN___ -dijo con voz suave- ¿Qué pasa?

   Sacudí la cabeza. No iba a darle la satisfacción de hacerle saber que había oído ese diálogo humillante.

- Nada.

Adorable Rebelde (Adaptada) Kellin Quinn y tú.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora