Al pasar la salida sabían que el juego no había terminado, pero sí que estaban cerca. Ya que había un pasillo, que para su suerte no tenía tantas puertas, sólo 2. Una en frente de la otra y como siempre siempre, iguales, dando cero libertad a la imaginación de tener una idea de que podría haber allí.
- ¿Cual creen que sea la correcta? - Dijo Taehyung.
- No lo sé...Pero tenemos que darnos prisa. No tenemos por seguro de que no venga por nosotros también. - Declaró Jin.
- Bien, ¿Vamos? - Dijo Jungkook señalando la puerta a su derecha. Los demás asintieron y entraron detrás de Jungkook.
Cuando entraron habían 3 mesas, cada una tenía un botón, no entendieron cual era el punto. Los tres se posicionaron delante de cada uno y empezaron a buscar por los alrededores y así ver que encontraban algo, pero no tuvieron resultado alguno. Se quedaron ahí, horas buscando y cuando intentaron salir, todo estaba oscuro afuera, impidiéndoles atreverse a salir. El miedo les impedía tener valor y apretar los botones sin saber que sucedería. Prefirieron quedarse esperando, dando vueltas por el lugar hasta que la máscara les diera una pista, cosa que para su sorpresa, tardaba en pasar.
(...)
- ¿Namjoon? ¿Tú has sido todo este tiempo?...¿¡Se puede saber qué te hice para que me tengas en esta mierda!? - Gritó Jimin con enojo y empezando a forzajear sin exito.
- Tranquilo...Me alegra que nunca me olvidaras. Pensé que para ti ni siquiera existía.
- ¿Cómo no recordarte? Siempre habías sido un asco en el baile. Me cansé de desperdiciar mis tardes contigo y no puedo estar más feliz de mandarte a la mierda tiempo atrás. Eres un enfermo.
La única respuesta recibida fue un golpe en su mejilla.
- Te explique las razones y para que lo hacía, tu en cambio nunca lo tomaste en cuenta, era obvio que tomaría tiempo. Pero no, para ti era más fácil dejarme y humillarme. Eres un arrogante, prefiero ser un enfermo que solo pensar en mi mismo. - Sonrió. Así que para que aprendas. Te haré algo diferente. Tendrás mucha suerte y no morirás - Sonrió. - Tengo algo para ti. - Con otro golpe le dejo inconciente y lo arrastró hasta su oficina. Fue recibido por los 2 guardaespaldas de su amigo y ayudado a tener a Jimin inmóvil en caso de que despertara.
- ¿Es él? - Preguntó el señor sentado frente al escritorio.
- Sí, ¿Servirá para tu negocio? Ya te dije todo lo que puede hacer, además es guapo. Ya dependerá de ti que tipo se provecho le sacarás - Dijo entregándole el contrato de venta a su amigo.
Este lo tomó y después de unos minutos leyendo todo, firmó.
- ¿Sabes Joon? Jamás pensé que llegarías a esto, quiero decir, ¿Tráfico de personas? Pensé que eras muy cobarde.
- Sabes que lo hago por amor Kai. Todo tiene su propósito y todo sea por cumplirlo. - Respondió sonriente, tomando el contrato y entregandole una copia a su amigo. - En fin, gracias por tu compra. Y espero que nadie vuelva a saber de él. Por cierto, ten paciencia, el chico es un poco imprudente.
- No hay nada que el miedo no pueda arreglar. - Respondió levantándose de la silla y dirigiéndose a la salida.
- Eso es tan cierto mi amigo. - Dijo para sí mismo, mientras veía a sus ratas caminando de un lado a otro en el cuarto sin salida.
- Creo que ya es momento. - Dijo levantándose de la silla.
(...)
Los chicos pusieron atención a su entorno al escuchar aquella alarma de la que sólo podían esperar lo peor.
- En este juego sólo hay un ganador, y ustedes decidirán quien es. Busca tu lápiz y escribe tu final. - Susurraron en los altavoces.
Los chicos captaron todo pero no entendían nada. Tenían horas atrapados sin encontrar más que esas 3 mesas. Seokjin empezó a buscar más a fondo y viendo debajo de la mesa notó algo que le hizo unir todas las piezas de un tiro. Había un arma sujetada a la parte baja de la mesa.
¿Cómo es que no busque por todos lados menos ahí?, pensó.
Alzó su vista hacia los dos chicos frente a él. Taehyung había empezado a llorar y Jungkook lo tenía en su hombro. Se quedó viendo la escena, meditando la situación.
- No quiero seguir con esto. Tengo miedo, solo quiero volver a casa. - Decía Taehyung entre sollozos. Jungkook tenía lágrimas a lo largo de su rostro, pero las ignoraba y intentaba dar aliento a Taehyung.
Seokjin suspiró y se levantó.
Con una lágrima resbalandose por su mejilla, apuntó y apretó el gatillo.
