Aquel día, era uno lluvioso y con nubes grisáceas decorando el inmenso cielo. Él pintor había despertando antes que el sonido molesto invadiera su campo auditivo. No era un día común. Era el día.
Era el día dónde su numen había vuelto a florecer ante los pensamientos de que el chico matiz malva estaría allí. En su zona artística, donde podría detallar más de mil cosas con tal sólo la vista y sus dedos.
En unos instantes, sus irises oscuras serían testigo de constelaciones desconocidas. Constelaciones que el quería descubrir y plasmarlas en un lienzo en blanco lleno de deseo y colores malvas. Su numen enloquecía en tan solo pensar en él.
Dulce Taehyung.
La lluvia comenzaba a deslizarse en su ventana logrando la colisión con unas cuantas más. Era un poco temprano, el sol era tenue y la copa de vino danzaba entre sus dedos. Parado en el inmenso ventanal veía entre los horizontes del edificio más allá del todo y menos de la nada.
Estaba ansioso. Su cuerpo necesitaba laxarse y dejar aquellos pensamientos mundanos en algún lado que no fuese en su numen y al sur de su cuerpo.
Recordó la conversación que tuvo con el chico de ojos inocentes hace algunos días. Habían quedado que primero la pintura, puesto que, era la primera vez que ambos harían algo por la cual iba en contra del eje rutinario. Taehyung modelaría desnudó ante el pintor y Namjoon, se dejaría tocar por aquel fornido chico sin tener que llegar a un inmenso matiz rojo pasional mezclándose en su sangre.
—Ravir, Ravir.—decía corrido entre susurros hasta colocar el filo de la copa en sus carnosos belfos.
El chico era la sensación del momento. Un escultor que debutó o se hizo conocer con una obra llamada «yeollyeolhan mellodi» o melodía apasionada.
Basado en dos chicos homosexuales que vivían un amor secreto, uno ciego y el otro sordo ó mudo. Según la historia creada por él, conectaban a través de un piano antiguo que había en un sótano. A través de las notas y una dulce melodía, ambos cayeron enamorado ante la magia que en sus corazones nacía. Se desconocía que había pasado después. Es una historia sin concluir.
Ravir, impregnó una escena magistral de ambos chicos en arcilla. La obra había dejado en blanco al mundo artístico.
Pocos saben, pero el mismo pintor, un día que su numen se hallaba muerto, sin responder a sus llamados de desesperación, se paseó por la exhibición encargada por su viejo amigo, Hoseok.
Un pintor de exteriores algo cerrado de mente, pero buena persona y de corazón noble. Un hombre que necesitaba una pizca de picardía en su vida. Que lo hiciese enloquecer y al mismo tiempo disfrutase de aquello que le volvía demente.
Volviendo a la escultura, el ojo crítico de una persona sin ninguna pizca de arte en sus venas, pensaría que el chico solo busca el deseo desesperado.
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纽曼 ; vmon ; namtae |
Fanfiction«Dónde un pintor no quería trazar nada delicado, ni mucho menos que se asemejase a un cristal. Su numen gritaba para trazar y sentir aquel cuerpo robusto de irises inocentes.» NO copias, NO adaptaciones. terminada: 03.24.19