『❀』 quatre 『❀』

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Su corazón se había detenido

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Su corazón se había detenido. Raíces color malva salieron de su pecho al ver la figura que se posaba en frente.

Él aún no podía creerlo. Allí en su puerta, estaba aquel chico por el que su numen gritaba y despedazaba el interior del pintor por querer poseerlo. Allí estaba él. Con restos de nieve por sus prendas y sus cerezos algo púrpuras por la baja temperatura. Su cabello se encontraba perfectamente desordenado, aquel corte hasta la nuca y el cabello castaño eran una combinación para tentar hasta al menos pecador.

Entró sin decir absolutamente nada. Sus pasos eran sonoros en la cada tabla del suelo del apartamento. Namjoon frunció el entrecejo, sin apartar la mirada del contrario, cerró la puerta.

Sentía que el vino que había tomado durante el día le estaba jugando una mala broma. Había salido de sus límites, puesto que, el chico con el que había estado imaginando un centenar de escenas se encontraba observándolo. Aquellos ojos inocentes se posaban en su persona.

Estando frente a frente la tensión al rededor de sus órbitas comenzaba a tornarse en uno lleno de cosas inefables, difíciles de distinguir.

—¿Qué se te ofrece?—es lo único que pudo salir de los labios del pintor hacia el escultor que hace solo unas horas había tenido la oportunidad de conocer su hermoso nombre.

No tenía nada que ver con el tema, pero su abuelo le había explicado como él se había encargado de escoger los nombres de cada uno de sus nieto. Pero, el de Taehyung fue especial.

Taehyung. El solo pensarlo lograba que su corazón se volcase ante el numen que florecía dentro suyo. No podía evitarlo. Se sentía un adolescente hormonal.

Un joven con emociones encontradas y no como un adulto maduro como lo es.

Cuando dirigió su vista al chico, los labios del se habían formado en una línea recta logrando un gesto neutro.

Sus ojos le miraban directamente, como si supiese que decir o más bien por donde empezar.

—¿Por qué ha estado observándome a través del ventanal?—preguntó sin más y sin nada que esconder.—Le he visto, me observa mientras trabajo.

Los ojos de Taehyung seguía intactos, la inocencia en ellos no carecía, pero sí tenía unas facciones duras en ese momento.

Unas facciones tan poco delicadas, tan pocas etéreas que lograba que el contrario y su numen se sumiesen en ellas.

Pensó en mentir. Pensó en decir que se había equivocado. Pensó en decir que el solo paseaba por lo que era su pasillo. Él pensó en muchas cosas, pero era una persona sensata o al menos eso creía.

—Te observó. Los ojos por la lógica son para mirar, pero los de un artista, admirar.—respondió caminando un poco más cerca de él.—Eres escultor, debes saberlo, ¿no es así?

纽曼  ; vmon  ; namtae |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora