El alba había hecho que los destellos del sol traspasaran las cortinas y que éstos tocaran las marcadas facciones del moreno. Logrando que sus pequeños ojos divisaran un nuevo día.
Luego de ello, se encaminó muy temprano en la mañana sustituyendo su copa de vino por un café y el pincel por un pan recién horneado y que su efluvio invadía la cocina del departamento.
Antes de salir a su rutina del día observó la ventana una vez más.
No había ningún cambio, todo estaba como en la noche anterior. La escultura que aquellas fuertes y huesudas manos había hecho la noche anterior, adquirió vida al pasar de la noche.
Se quedó estático unos breves minutos más a ver si lograba ver a la efigie que no le permitió conciliar de manera perfecta su sueño reparador.
No valió la pena la espera, en ningún momento del lapso aquella espalda apareció ante sus irises.
La frustración del día donde Seokjin le había mencionado lo de la convención al pintor había sido notoria. Sin embargo, la de este día era aun peor.
Cuando llegó, se encontró con una fila de aproximadamente unas sesentas personas que esperaban ser la cara del nuevo grito de arte en lienzo del momento.
Escuchando murmullos realmente molestos y otros acerca de su persona, entró al despacho de su colega para ponerse al tanto de todo lo que pasaría durante el transcurso día.
Sus ojos se habían pasado por cada uno de los perfiles que tenía en la mano. Solo leyó el de once féminas y quince varones; ninguno cumpliendo con lo que su numen deseaba.
Con toda la sinceridad del mundo, los chicos que estaban en cada una de las hojas de papel tenían unos trazos muy delicados que harían a cualquier pintor perder la cordura.
Continuó observando detenidamente cada detalle de los perfiles hasta que llegó el momento más importante y crítico de todo el proceso.
El semi desnudo o el desnudo.
Era algo que decidían Seokjin y él para conocer a la perfección a lo que se enfrentaban si escogían a la persona indicada para el proyecto.
El primer chico entró a paso lento con una bata de seda tapando el interior de su cuerpo. Caminaba con toda la seguridad del mundo creyéndose el rey del mundo. A Nam le gustaba las personas con actitudes así, no le tenían miedo a nada y podían vivir ante el mundo sin importarles un bledo.
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纽曼 ; vmon ; namtae |
Fanfic«Dónde un pintor no quería trazar nada delicado, ni mucho menos que se asemejase a un cristal. Su numen gritaba para trazar y sentir aquel cuerpo robusto de irises inocentes.» NO copias, NO adaptaciones. terminada: 03.24.19