Bella y Bestia

Capítulo 10 [FINAL]

Era de mañana, Uruha se encontraba en un gran estudio, rodeado de finas telas, cuatro costureras y dos ayudantes que en esos momentos se encontraban confeccionando un kimono para la ceremonia de la boda que se llevaría a cabo mañana en la mañana, se encontraba sentado, leyendo su libro mientras las costureras trabajaban, sus medidas ya habían sido tomadas, pero no podía irse de ahí, pues tendría que probárselo después.

—Joven Takashima, necesitamos que se pare en la plataforma...

Uruha cerró su libro y lo dejo en el cómodo sillón en el que estaba, suspiro con fastidio, se colocó en la plataforma. Las asistentes le colocaron un bonito kimono de color rojo, con varias flores de diferentes tipos, las cuales solo eran blancas y amarillas, algunas un poco rosadas, pero muy levemente, colocaron la cinta de seda verde en su cintura, haciendo un moño atrás, mientras lo arreglaban Aoi entro al estudio, miro a Uruha de pies a cabeza y sonrió.

—Te queda bien el rojo...

—Gracias... no es de mis favoritos, pero se ve lindo...—dijo Uruha admirando el gran trabajo de las costureras en los múltiples espejos que tenía frente suyo.

—Tengo algo para ti—dijo entregándole una caja aterciopelada a Uruha para que la abriera.

Uruha no dijo nada, tan solo tomo la caja y la abrió. — ¿Una gargantilla?... —dijo sacándola de la caja.

—La placa que tiene es de oro puro, tiene el símbolo de mi familia y la tuya grabados en ella...—dijo Aoi orgulloso mientras se la quitaba con gentileza de las manos para ponérsela.

—Me siento como una especie de mascota con esto puesto ¿sabes?

—Te quedan bonitas... relucen tu delgado cuello...además, es como una marca de que pronto serás mío...

— ¿Ósea que soy tu perro o qué?

—No lo veas de esa forma querido, pero por normas generales, una vez concluida la ceremonia eres mío...

Uruha no dijo nada, lo miro con odio en sus ojos, Aoi simplemente sonrió.

—Te ves hermoso—repitió de nueva cuenta al ver como se veía ahora que estaba con el "look completo". —Realmente te va muy bien el rojo, resalta mucho tu piel pálida y te hace ver muy bien.

—...Gracias—volvió a repetir.

— ¿Y ahora porque no te estas quejando como siempre?

—Porque sé que cuando Reita me vea amara esto, a él le encanta el rojo—dijo con una sonrisa sínica en los labios, mirando como el "buen humor" de Aoi se iba.

— ¿Qué? ¿Crees que voy a dejar que ponga un pie en esta casa? Estás loco Takashima, eso será imposible, no dejare que te vea.

—Oh pero no es necesario, ya lo hizo, ya me vio, y no solo hizo eso, créeme...—dijo Uruha con un claro tono sugerente de lo que habían hecho.

—Tu maldita perra...—dijo Aoi acercándose con la mano alzada hacia Uruha, pero una mano lo detuvo antes de que siquiera pudiera tocarlo.

—Te he permitido muchas cosas en esta casa Shiroyama, pero a mi hijo no lo tocas...—dijo la señora Takashima, arrojando con fuerza el brazo del mayor.

—Mamá...—dijo alegre de ver a su madre, la cual lo abrazo cariñosamente.

—Hola cariño—dijo la madre acariciando con suavidad el rostro de su hijo el cual desde hace ya bastante tiempo estaba maquillado, la prueba de maquillaje había sido antes que la de vestuario. —Te ves precioso...