Zootopia: Judy Y Nick

e x t r a

Como no estoy lo suficientemente segura de seguir editando la historia (intervienen muchos factores, lo siento :c) decidí hacer un pequeño especial ♥ la narración será muy diferente ahora y espero que esto les guste más. Lo revisaré y corregiré más tarde, es muy corto y tal vez no expresé bien la idea que quiero mostrar, y lo lamento, hace un buen tiempo que no he escrito nada :(

Mi atención iba directamente a los papeles, era un testimonio de un caso ya resuelto, lo llevaría directamente al archivo pero no tenía ganas de nada. Ni siquiera de hacer mi propio trabajo. Toda la energía que logré juntar con las pocas horas de sueño que pude tener ya se habían gastado después de otra gran discusión y una exhausta jornada laboral, sólo podía acomodar y reacomodar los papeles, no quería ir sabía que lo encontraría, probablemente volveríamos a discutir, razón por la cual, planteaba con firmeza irme de ahí ya, pero, por otra parte, quería solucionar las cosas en ese momento. Opté la segunda opción.

A paso lento me acercaba a esa gran oficina, mientras mi mente imaginaba escenarios de lo más fatídicos, quería huir de ahí estando a pasos de distancia pero entonces, la puerta fue abierta con suma delicadeza.

Ahí estaba él, con un semblante serio, más calmado comparado con unas horas antes. Alzó la vista con sorpresa.

— Pensé que te habías ido ya.— expresó con normalidad.

— Aún no, faltaban por revisar algunos papeles.— hice un gran esfuerzo por no sonar nerviosa.

— Oh, entiendo. ¿Quieres que te espere?—

— Acabo de terminar. Si quieres, sólo falta dejarlos aquí.—

— Claro.

Se hizo un lado y me dejó pasar. No sabía que decir después, ya que, si se quedaba sin resolver la discusión, traería aún más problemas. Deposité los documentos en su lugar y regresaba nuevamente a la puerta, decidida a hablar.

—Judy.

Cuando pronunció mi nombre mí sangre se heló y mi respiración paró un segundo.

— ¿Qué sucede, Nick?— estaría lo más calmada todo el tiempo, no me dejaría llevar por segunda vez.

— Sobre la discusión de la mañana, te pido una disculpa, me siento terriblemente por decir aquello, pero me preocupas tanto, no quiero que nada malo te pase tomando los trabajos más arriesgados, es como matarme.

Mis ojos amenazaban el inicio de un llanto desconsolado. Entendía su punto de vista, pero, es imposible aceptarlo.

— Nick, te amo, al igual que amo mi trabajo y servirle a la gente. No quiero decepcionar a ninguno.

— Lo entiendo, me siento igual, sin embargo, te arriesgas mucho no sólo por el trabajo en sí, sino por tu impulsividad que amo más de la que odio.

— Prometo cambiar eso, si tú prometes hacerlo también, somos un equipo después de todo.

— Lo prometo.

Sonreímos con cansancio, se había resuelto una pelea originada por la sed de justicia, de querer hacer bien tu labor, y sobre todo, proteger a quien para ti, es tu mundo. Regresamos juntos a casa, sin decir otra palabra.

Cuando ya estábamos acostados y listos para dormir, siento unos brazos rodearme con timidez junto con una respiración cercana a mi cuello.

— No quiero volver a discutir contigo de esa forma, estaba tan asustado que no pensé coherentemente. Lo siento tanto.

— Yo tampoco supe hacerlo, ambos somos culpables, no te mortifiques tanto, cariño.

— ¿En serio me perdonas?

— Por supuesto. Sólo amame lo más que pueda tu alma, quiero ser quien dejé una marca en tu ser, quién me cambie el significado de que es el amor, como ya lo hiciste tú, sin avisar, para poder confiar uno con el otro.

— Siempre ha sido y será así. Siempre.

De las formas más cotidianas es como se crean lazos tan fuertes que pueden durar años o hasta una vida. Eso sucede cuando te hacen perder el miedo a la oscuridad, soledad, al amor.

   ¡Feliz año 2019!