Midtown High School (Queens. Nueva York). Dos semanas después del velatorio.
Peter Parker se sentía exhausto. Contar con el beneplácito de Tony Stark para seguir desempeñando su actividad superheroica implicaba más responsabilidad y trabajo duro del que había considerado en un principio. Tras toda una noche acechando a una banda de atracadores, había regresado a casa a altas horas de la madrugada, solo para ponerse a estudiar el examen de Cálculo que tendría esa semana... En total, tal vez había logrado dormir una media hora, como mucho.
Pero no se arrepentía de nada. Adoraba ser Spiderman, ayudar a los demás, contribuir a que el mundo o, al menos Queens, fuese un lugar mejor. El esfuerzo merecía la pena, de eso no le cabía duda.
―¡Adivina qué!
―¡Diablos, Ned! ―Peter se llevó una mano al pecho, sorprendido, cuando al cerrar la puerta de su casillero se encontró con el rostro de su mejor amigo a escasos centímetros del suyo.
―¿Tu sentido arácnido no te ha avisado de que estaba aquí? ―inquirió Ned, con curiosidad.
―Mi sentido arácnido no te considera una amenaza ―explicó Peter con una mueca divertida. Además de su tía May, Ned era la única persona de su círculo cercano que estaba al tanto de su identidad secreta, incluso le ayudaba de vez en cuando rastreando a los malos con el ordenador; hacía de "tío de la silla" como él decía. Ambos formaban un buen equipo―. ¿Qué ibas a decir? ―preguntó, a la par que echaban a andar por el pasillo principal de instituto.
―He visto fuera al chófer de las Keller hace un rato...
―¿Vosotros también? ―Michelle no pudo evitar meterse en su conversación cuando ambos pasaron ante su casillero―. ¿En serio? ―Hizo una mueca de desaprobación.
Ned y Peter se detuvieron a su lado, y el primero se encogió de hombros. Se habían acostumbrado a considerar a Michelle algo así como una amiga, a pesar de su aire crítico y sarcástico con todo y con todos... Lo cierto era que, desde que había tomado el puesto de líder del equipo de Decathlon Académico, MJ, como le gustaba que la llamasen, se mostraba mucho más abierta con sus compañeros.
―¿Cuál es el problema? ―preguntó Ned, no con acritud, sino con curiosidad.
―Que todo el instituto habla de eso, ¡cómo si no pasaran cosas más interesantes en el mundo! ―resopló la chica, cerrando su casillero de un golpe.
―¿Entonces es verdad? ―Peter arqueó las cejas―. ¿Brisa se ha reincorporado?
Y como si sus palabras fuesen proféticas, las puertas de la entrada se apartaron a los lados, dando paso a una adolescente de complexión delgada, ojos oscuros y rostro aniñado, adornado en ese momento con una expresión de incomodidad. Llevaba la melena castaña recogida en dos moños, y vestía un conjunto de blusa blanca y falda plisada, probablemente de alguna marca exclusiva. Destilaba elegancia, como siempre; y, aun así, apretaba los libros contra su pecho y bajaba la cabeza, como si tratase de pasar desapercibida... Algo nada propio de una Keller.
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Covenant » Peter Parker
FanfictionPara las mellizas Brisa y Daphne Keller no existía la palabra imposible. Criadas entre lujos y mimos creían que la vida siempre sería un camino de rosas. Sin embargo, su mundo perfecto se viene abajo cuando, pocos días después de su décimo sexto cum...