Cap. 3- Identidades secretas

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―Una hamburguesa completa con patatas y un batido de vainilla, por favor ―dijo Dick, antes de posar la mirada sobre Brisa, sentada frente a él, al otro lado de la mesa―. ¿Seguro que no quieres nada?

―No tengo hambre. ―La adolescente negó, haciendo acopio de todo su autocontrol para no sonar molesta ni desesperada. Lo último que le apetecía en ese momento era comer. Quería respuestas, no una hamburguesa.

―Como quieras. ―El joven se encogió de hombros y le sonrió a la camarera, indicándole que eso era todo.

Tras recoger el menú plastificado con una expresión excesivamente coqueta, la mujer se alejó en dirección a la cocina.

En cuanto se quedaron solos, Dick se recostó hacia atrás en el mullido asiento. Le esperaba una larga sesión de interrogatorio, y no era para menos, no después de lo sucedido en el instituto apenas una hora atrás.

Spiderman se había esfumado pocos minutos después de que los monstruos de piedra se desvaneciesen en el aire. Entonces, Brisa había corrido a comprobar que su compañero, el tal Peter, se encontrase bien, dejándole a Dick margen más que suficiente para ocultar el equipamiento de Nightwing.

Después de asegurarse de que Parker llegaría a su casa sano y salvo, a Brisa le había faltado tiempo para regresar junto a su oportuno profesor de Literatura y bombardearlo con cientos de preguntas... No obstante, Dick tenía una norma de oro, nunca responder cuestiones comprometidas con el estómago vacío. O, al menos, eso había soltado como excusa para arrastrarla a esa concurrida cafetería del centro de Manhattan, en la cual, la inquieta adolescente no tendría otro remedio que mantener la calma si no quería montar un número frente a decenas de desconocidos.

Dick conocía el problema cardíaco que las mellizas padecían desde su nacimiento; estaba convencido de que, si llegasen a quedarse a solas, Brisa se dejaría llevar por sus emociones (que después de lo sucedido estaban a flor de piel), y eso no era bueno para su salud. Afrontando la charla en un lugar público la obligaba a controlarse, al menos de forma indirecta.

―¿Me vas a responder ya, o tengo que esperar a que llegue tu comida? ―Brisa tamborileó con los dedos sobre la mesa.

―No me tientes, pioja. ―Dick chasqueó la lengua―. Venga, dispara.

Ella ladeó la cabeza, casi convencida de que recibiría una respuesta negativa, pero Grayson no era de los que se regocijaban con la impaciencia de los demás.

Brisa inspiró hondo, permitiéndose unos segundos para poner sus ideas en orden.

―Bien, primero de todo, si tú eres Nightwing, eso quiere decir que antes eras Robin, ¿verdad?

―Verdad. ―El aludido asintió con naturalidad.

Ella se mordió el labio inferior. Eso solo podía significar una cosa... Estaba clarísimo, no quedaba otra opción.

Covenant » Peter ParkerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora