Misión al descubierto

77 8 8
                                    

Las piernas le tiemblan incontrolables. Aquella escena le recuerda el mismo modo que vio a su madre bañada en un charco de sangre. Sin poder más se deja caer totalmente ida, fuera de sí. Su padre llega en unos instantes, y se horroriza al ver a Joory en tal estado.

—¡Joory! ¡¿Qué ha pasado?!

Becky no es capaz de esbozar ni una sola palabra. Está muy asustada.

🐝🐝🐝

Mario pasa de canal en canal, aburrido. Mete una papa frita a su boca por inercia, cuando escucha la puerta ser abierta. Entusiasmado se pone de pie y espera ansioso la imagen de Theo.

—¿Dónde estuviste? —pregunta—. Te desapareciste la última clase.

Theo le sonríe mientras cierra la puerta.

—Sólo fui por ahí. ¿Trajiste mis cosas?

—Sí, las dejé en tu habitación.

—Gracias; iré a cambiarme para ir al Starbucks.

Su amigo lo sigue para intentar sacarle más información, pero el timbre suena. Baja los hombros y se regresa a la entrada. Por el interfono divisa a su compañera la pelirroja.

—Hola Mario —saluda y entra sin ser invitada.

—Jane, no sabía que vendrías. —Se queda observando la cajita que lleva la pelirroja en sus manos.

—Vine a darte una buena noticia.

—¿Qué es? —pregunta cerrando la puerta.

—Somos papás.

Los ojos del joven parecen salirse de sus órbitas. Casi le da un paro cardíaco en ese mismo instante. Se lleva la mano al pecho, dramático.

—¡¿Que?! Pero si tú y yo nunca hemos ...

La chica le sella los labios con el dedo índice.

—Nuestro bebé está aquí —explica en un susurro y abre la caja.

Un pequeño gatito maúlla con ternura.

—¿Qué es eso?

—Un gato.

—Ya sé, ¿pero de dónde lo sacaste?

Jane está por responder, pero se detiene ante la presencia de Theo.

—Hola Theo.

—Hola Jane.

Mario le hace señas para que se acerque y le muestra el interior de la caja. Una sonrisa se adueña de su perfilado rostro.

—Oh, ese gato es de la escuela.

—Así es, Becky me dijo que lo adoptara. Mario y yo seremos sus papás.

—Qué buena noticia. Te felicito, espero que seas un buen padre. —Golpea suavemente la espalda de su amigo.

—¿Eh? Pero soy tan joven. —Baja los hombros junto a un suspiro.

—Adiós muchachos, me voy al trabajo. Pórtense bien —se despide con la mano.

🐝🐝🐝

La ambulancia llega lo más rápido posible al hospital. Los paramédicos hacen todo lo posible por detener la hemorragia y brindarle todo el oxígeno necesario. Con la misma rapidez la bajan del vehículo y, junto al equipo médico, la llevan a la sala de emergencias. El señor Coleman baja de la ambulancia junto a la abuela, asustados y ansiosos.

—No nos queda más que esperar en la sala de espera —dice preocupada—. ¿Qué pudo haber pasado? Pobre de mi nieta.

Luego de un buen tiempo la enfermera viene en busca de los Coleman.

ABEJA REINA©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora